Tris Conquista su Miedo

Seguridad

PDV Tobias

Después de un momento, me aparto de los labios de Tris.

-Deberíamos ir a almorzar. Los demás estarán pensando adónde nos metimos.

-¿Y si no me importa lo que ellos piensen? -dice Tris con una sonrisa traviesamente sexy en su rostro.

Me levanto y pongo Tris en mi regazo, mirándola.

-Entonces, tampoco me importa a mí. -Sonrío en sus labios.

Acaricio su cintura, aunque su pecho desnudo esté justo frente a mí. Creo que la incomoda que la observe mucho tiempo, así que le doy su espacio para que se sienta bien al mostrarme su cuerpo.

-No tengo problema con quedarme aquí contigo toda la noche -digo, besando su cuello.

Tris suspira de placer.

-Sí me gustaría eso.

Me recuesto en las almohadas, poniendo a Tris sobre mí. Suelto una gran bocanada de aire, sintiéndome relajado y completamente feliz. Beso su frente lentamente.

-Eres muy valiente, Tris -le digo.

Sus dedos recorren mi brazo.

-Tú me haces ser valiente -contesta.

Ella se siente y aprieta mi cadera, dándome una sonrisa. No puedo evitar mirar su cuerpo descubierto. Incluso aunque sus pechos no sean grandes, son perfectos. No tiene nada de qué avergonzarse. Realmente son hermosos, como el resto de ella.

-¿Estoy... mmm... prendiéndote ahora? -pregunta Tris, tímida y nerviosa.

La veo directo a los ojos.

-Mucho, bebé. Se va a poner extraño en esta posición si sabes a qué me refiero -comento.

-Ajá -es todo lo que responde. Sus dedos se deslizan descendiendo por mi pecho, casi seductoramente.

Empiezo a perder el control.

-Tris -digo, respirando pesadamente.

Entierra su cabeza en mi cuello y empieza a besarlo. A este puto, estoy seguro de que quiere sentirme bajo ella, lo que me prende increíblemente. Ella toma una de mis manos que están en su espalda y la desliza hacia su trasero.

-¿Qué estás haciendo, Tris? -jadeo.

-Con suerte, haciéndote sentir bien, dice junto a mi oído.

-Pues llevas un buen trabajo -suelto una risilla.

Ella ríe y se mueve por mi cuello. Su boca se mueve hasta mi oído, donde muerde juguetonamente mi lóbulo.

Mezclando nuestros pechos piel con piel y yo tocándola, empiezo a sentir mis pantalones apretados. No sé si esto era lo que quería, pero no quiero asustarla.

-De acuerdo -suelto el aire que contenía del placer, sin querer detenerla pero sabiendo que tengo qué antes de que el control este fuera de mi alcance. Tampoco me quiero mover muy rápido. Empezaba a gustarme.

Comienzo a bajarla de mi cuerpo pero ella se resiste.

-No me muevas -dice con una pequeña sonrisa.

-Tris -empiezo, sin saber qué decir.

-No te tengo miedo, Tobias. Es natural -me confiesa.

Me impresiona su seguridad. Mi boca se abre ligeramente pero ninguna palabra sale de ella. Se le escapa una risa y besa mi mejilla terminando lo que había empezado.