Mírame

5.2K 152 72
                                    

PDV Tobias

La cara de Tris se ilumina.

-¡Estás jugando! -dice sin creerlo.

-No -contesto, escondiendo un cabello suelto detrás de su oreja-. Hablé con Max, y dijo que estaba de acuerdo -hago una pausa y sonrío- ¿Te gustaría?

Ella no responde; en su lugar, se pone encima de mí y me besa fuerte. Sus manos acorralan mi rostro mientras sus labios se mueven contra los míos, mordiendo ocasionalmente. Su boca se abre y siento su lengua tocar la mía, agresivamente, por un momento.

Se separa ligeramente y pregunto:

-Wow, ¿qué fue eso?

-Eso fue tu respuesta -se sonroja.

-Pues, fue muy ardiente -exhalo.

Ella se sonroja y hace presión en mi cadera mientras yo me siento con ella todavía sobre mí. Me acerco y beso su hombro, bajando un poco suavemente por su brazo.

Levanto la mirada y veo a Tris con los ojos cerrados, sus labios ligeramente abiertos y su cabeza echada hacia atrás. Tomo esto como una señal para seguir con mi trabajo.

Mis manos se deslizan hasta su trasero y la levanto más hacia mí, si es posible. Siento su suave piel mientras mis dedos se abren paso hacia el clip de su sostén. Acaricio la parte de su espalda que está justo debajo de la banda de su sostén, nervioso al no saber si puedo continuar.

-Hazlo de una vez, Tobias -dice Tris, exhalando de placer.

Sonrío para mí, escondiendo mi cabeza en su cuello para besarlo. Intento desabrocharlo en un único movimiento, pero no lo logro.

-Bebé, estás arruinando el momento -dice, con sus ojos cerrados y refiriéndose a mi batalla.

Suelto una risilla y entonces me tomo mi tiempo para abrir el broche. Finalmente, se abren y gentilmente deslizo los tirantes por sus hombros, mientras busco en su rostro alguna señal de desagrado. El sostén sale completamente de sus brazos y ella hace una mueca casi imperceptible, pero me doy cuenta de ella.

Dejo mis manos en su cintura, mis ojos se detienen un poco su pecho antes de llegar a su rostro.

-¿Qué sucede? -pregunto, sin seguir hasta que ella esté completamente de acuerdo.

Tris se muerde el labio, resistiéndose a abrir sus hermosos ojos.

-Odio esta parte -cuando no respondo, confundido, ella continúa- el momento de revelación.

-Entonces, no miraré -sugiero.

-No, haz lo que quieras hacerme. Sólo no puedo mirar aún -responde.

-No voy a hacer eso, Tris. Sólo haré lo que tú quieras y con lo que te sientas cómoda -insisto.

-Pero quiero que lo hagas. Me gusta, Tobias.

-Entonces mírame, bebé. Mira cómo te toco y cómo te miro. Ayudará que veas que tanto te amo -la consuelo. Aún no abre sus ojos.- Nunca me verás observarte con decepción. Eres perfecta -beso su mandíbula y sigo- Tengo tanta suerte de tenerte. Abre tus ojos y déjame mostrarte cuanto te amo.

Me aparto y veo como, lentamente, abre los ojos. Se sonroja cuando la miro y cubro sus pechos con mis manos y le sonrío. Caben perfectamente en mis largas manos. Tris mira nuestro contacto.

-Soy muy pequeña -dice, apenas mirando mis ojos.

-Tienes un perfecto tamaño para mí -la consuelo.

Tris Conquista su MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora