Habilidades Mejoradas

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PDV Tris

Me despierto cuando me giro en la mañana, pero duele bastante y suelto un sonido entre un gruñido y un jadeo.

Lo suficientemente alto para despertar a Tobias.

-Lo siento. No quería despertarte -digo.

-No importa ¿Estás bien? -se acerca a mí y deja su mano en mi cintura.

-Sí, sólo embarada -explico.

-¿Quieres ir a la enfermería más tarde?

Ruedo los ojos.

-Tobias, son unos moretones. Estoy bien, lo prometo.

-De acuerdo -contesta, sin buscarse una pelea conmigo tan temprano. Besa mi mejilla y cierra sus ojos otra vez.

Me giro lentamente y presiono mi espalda contra su pecho. Lo escucho inhalar profundamente mientras rodea mi cintura con su brazo.

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Debí haberme quedado dormida otra vez. Tobias aún tiene su brazo alrededor de mí pero no tan fuerte. Salgo de la cama tan silenciosamente como puedo para no despertarlo. La noche anterior después de lo que hicimos me puse mi braga y una de sus camisas.

Ninguno trabaja hoy, así que podemos dormir y disfrutar del otro. Decido hacerle el desayuno. Ha sido tan bueno conmigo últimamente, y de verdad quiero hacer algo por él.

Levanto mi cabello antes de ir a la cocina. Hago huevos revueltos y pan tostado. Mi madre me enseñó a cocinar muchas cosas en Abnegación. Ella siempre hacía los mejores desayunos.

También corto algo de fruta y saco un jugo de naranja. Pongo todo en la mesa, espero que le guste.

Sólo necesito unos vasos. Sé que están en el estante más alto.

Intento ponerme sobre los dedos de mis pies, pero aun así no alcanzo. Siento cómo la camisa se sube más allá de mi ropa interior.

-Diablos, podría acostumbrarme a esa vista -escucho una voz baja. Me volteo y veo a Tobias recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

Me sonrojo y bajo la camisa.

-Déjame ayudarte -me dice.

-Gracias -contesto, tranquilamente. Desearía hacer comentarios como ese.

Con su altura, llega fácilmente a los vasos.

-¿Cuál es la ocasión especial? -pregunta, mirándome.

-¿Tiene que haber una? Sólo quería hacerte el desayuno al menos una vez.

-Bueno, gracias -Le sonrío antes de sentarme.

Comemos el desayuno. Debo admitirlo, sabe muy bien para mí.

Después de unos minutos, rompo el silencio.

-Tobias -digo.

Pasa su bocado y baja su tenedor para prestarme atención. Debí sonar muy seria.

-Estoy algo mmm... apenada, por perder la pelea de ayer...

-Tris, no perdiste. No fue tu culpa que ella no se controlara -me interrumpe.

-Sí, lo sé, pero quisiera haberme defendido al menos un poco mejor. Así que... si hoy tienes tiempo, ¿podríamos trabajar en mis habilidades de pelea? Ha pasado un tiempo desde que me ayudaste y quiero estar segura de que puedo vencer a cualquiera si vuelve a suceder. Pero si estás ocupado, no pasa nada. No quiero que...

Tris Conquista su MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora