Quiero estar contigo

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Las semanas iban pasando, Daniel y yo ya salíamos, nuestros compañeros estaban alegres por nosotros. Pero no creo que todos.
Annie estuvo enojada por dos días conmigo, Adriana andaba rara y Natasha ni se diga.
Alex era indiferente, tenía que aun soportar su irritable presencia a mi lado.

Daniel era super lindo, debía admitirlo, hasta ahora se había portado muy bien, educado, gracioso, cursi. Pero algo no me dejaba disfrutarlo en sí.

-No pasa nada, cogélo no más.-musité a Daniel, que había tomado mi celular.

Sus ojos irradiaron alegrí y como siempre paz, verdadera paz. Algo tenía ese chico.
Yo estaba parada frente al pupitre de Diana ayudandole con trabajos de literatura, Daniel estaba a mi lado y nos encontrábamos en hora libre.

Con el rabillo del ojo, observé que estaba revisando la galería de fotos, el albúm de frases. Me sentí algo incómoda, ese albúm estaba lleno de frases de libros.

Terminé de ayudar y tomé el celular, jalándolo. Pero el forcejó diciendo que le deje ver la última imagen.

-Amor para mí tus defectos son virtudes.-dijo en voz alta.

Diana puso ojitos de ternura y me regresó a ver con una sonrisa pícara, algunos regresaron a ver hacia nosotros y por obra divina no se armó la joda ni el caos.
Regresé a mirarlo, que rayos le pasaba.

-Así dice aquí, y sabes esto aplica conmigo, tus defectos para mí son virtudes.- voceó sonriendome.

Odiaba cuando hacía eso, era una de mis debelidades, mis malditas debilidades.

Faltaba cada vez menos días para los exámenes de grado. Era miércoles y la clase de biología era infernal, literalmente.

Annie me lanzó una bola de papel.

Vamos a jugar baloncesto hoy
Respondí en seguida.
De acuerdo, tu recluta a la gente.
Las bolas de papel seguían.
Bueno,3:30 pm.

Las clases pasaron tan lentas, sentía que salía luego de siglos del salón, Daniel me acompaño como siempre. Las cosas ya iban bien, todo estaba bien. Al fin estaba en equilibrio y que bueno era eso.

Ya en el partido estaba Annie, su hermana, Josefa y su hermana, Josué, una amigas de la hermana de Annie, Liam y claro Alex, trataba de parecer normal, actuar normal pero ¿por qué carajos me sentía nerviosa?
Se suponía que su presencia, ya era como nada, se supone que solo eramos dos compañeros jugando, pero mi loca mente o corazón creían otra cosa.

Para colmo me tocó ser parte de su equipo, durante el primer tiempo no hablamos nada, yo estaba concentrada en jugar y ya.

Hasta  que cuando estaba corriendo para evitar una canasta de Josué, la cual fracasó. Alex me habló.

-Aun conservas tus dotes de Jackson.

-Eso creo, solo eso dije.

Annie me interrumpió para lanzarme el balón, corrí y Alex hizo lo mismo, le di un pase, boteó luego me regresó el balón, lancé y encesté.

-Ves, aun funcionan nuestras jugadas.-susurró atrás de mí, ¿qué ocurría aquí?

Luego empezamos a charlar hasta que debimos irnos y Alex se ofreció a acompañarme a casa, no quise ver el rostro de los demás, esto creo que no era bueno.

Fuimos hablando sobre nosotros y lo que había pasado por ultima vez. Las risas y empujones empezaron a aparecer, Dios aun me sentía bien con él.

Recordé de la úlima vez que discutimos. Y llegamos a la conclusión de que la vida era injusta, ambos nos queríamos pero no estábamos juntos, yo con Daniel, él conquistando a Jane. Creo que simplemente eramos unos idiotas.

Historial De Un AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora