Cada vez, parecían pasar más rápido las vacaciones de julio y pronto iría a un curso para instruirme sobre las pruebas de admisión en la U, el curso duraba todo un mes y sería en Lichita. Pasaría esas vacaciones all{a con mis abuelos y tíos.
Estaba algo emocionada por ir, me gustaba mi ciudad y mucho. El taller de danza ya era algo más familiar para mí, ya me había hecho amiga de casi todos, pero aun no podía emplear bien mis dotes de baile, mi mente no me lo permitía y peor aun mi torpeza; no entendía por qué, si yo era buena para eso. Le contaba a Alex sobre aquello y me daba ánimos como siempre, pero no sabía que algo raro ocurriría. Ross y Fernando ya eran muy amigos míos e incluso el chico nuevo Adrian, quien en dos semana se había hecho un gran amigo para mí.
Era él quien me ayudaba con los pasos y me alentaba a practicar y practicar, era muy amable, y le gustaba mi banda favorita, era su favorita también. Todos los días ambos hablábamos en los descansos y me acompañaba a casa, hasta que un día; sucedió.
Ibamos camino a casa, y él empezó una plática.
-Sheccid, ¿Te puedo decir algo?
-Claro que puedes.
-Bueno, esto es raro; pero eres linda ¿sabes?, tan tú, tan única. Creeme que jamás he visto a una chica ser ella misma en todo su escencia, y bueno la cuestión es...es...que tú me gustas mucho, que digo mucho, me gustas demasiado.- soltó titubeando al final.
Me quedé perpleja, no sabía que decir, aquella confesión fue tan repentina y, la verdad nadie me había dicho algo así tan directamente, oh no, repetía en mi cabeza.
Además me daba una sensación extraña, porque yo no sentía lo mismo, el unico chico en mi cabeza era Alex y me odiaba por eso, ¿como puede gustarte tanto alguien?, si ni siquiera estás seguro de que esa persona siente lo mismo, esto ya era demasiado, que me había hecho ese idiota.
-Whuao, cuesta un poco creerlo, eres demasiado directo ¿no?; la verdad no sé que más decirte.- dije riendo tímidamente.
Ya habíamos llegado y creo que él tampoco ya no sabía que decir, estábamos callados por un tiempo.
-Bueno, nos vemos mañana, no olvides que eres linda.- dijo seguidamente dandome un abrazo y acariciando mi cabeza.
Me despedí y entré a casa, esto si que había sido raro, yo le gustaba a alguien. Que gran novedad.
Los días transcurrían y Adrian cada vez era más atento, los mensajes de chat entre él y yo eran constantes, al igual que con Alex. Sin embargo Adrian era más dulce, me gustaba la forma en que me enseñaba los pasos, la paciencia que me tenía, su forma de ser conmigo, sus palabras, su forma de expresarse, su pasión por la danza (era de los mejores bailarines del grupo).
Mis amigos del taller se estaban empezando a dar cuenta de nuestra afinidad y nos molestaban la mayoría del tiempo, a veces pensaba en lo lindo que se sentía ser alguien importante para una persona, es decir, no ser una opción sino más bien algo como que una elección del corazón.
Aun así no podía dejar de pensar en Alex, Adrian era menor a mí y un poco más apuesto que Alex. A pesar de todo Alex no dejaba de ser mi mejor amigo y no entendía porque no le contaba acerca de Adrian ni viceversa.
Adrian, decidió que vayamos más pronto para ayudarme a repasar y quedamos en ir una hora y media antes, los horarios habían cambiado. El me ayudaba mucho, más que profesor particular de baile, era un lindo chico, sus ganas de que siga adelante y no me rinda, me motivaban mucho. Nunca he visto alguien que apoye tanto mis pasatiempos y mi potencial sin verlo aun.
Algo raro estaba ocurriendo, me estaba empezando atraer mi prentendiente, pero que pasaba con Alex, ¿Saldría de mi cabeza algun día?.
Gracias por todo el apoyo, votos y comentarios.
Me motivaban demasiado, no tienen idea.
Quiero dedicar este capítulo a Haru-kawai gracias por todos esos votos y comentarios.
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Historial De Un Amor
Romansa-¿Por qué estamos caminando por media vía? Creo que así, si moriremos -Mejor, al menos en el infierno o el cielo podremos estar juntos. -Preferiría el cielo.-dijo mirando al frente. -Bueno si de eso se trata, no me importaría ver mi pelo c...