Kennya: Cazadora de Lobos ©

Kennya

Nota de la autora: Esta novela fue escrita en el mes de septiembre del 2016 con muchas faltas de ortografía, ahora para deleite de los lectores ha sido corregida lo mejor posible. Estaré re-subiendo la novela poco a poco ya editada. Gracias.

Rusia.

¿Cuántas veces al día nos preguntamos para que estamos en éste mundo? ¿Alguna vez te has preguntado eso?

Por que él gran Dios en todo su poder, permite que las personas sufran a manos de criaturas obscuras y seres de la noche.

O del mismo hombre.

Jamás conocí a mis padres. Fuí dejada a los píes de un monasterio en San Petersburgo con escasas posibilidades de sobrevivir, pero con un corazón que se negaba a dejar de latir.

La noche más helada del año en las afueras de la ciudad.

Algo que sorprendió a los monjes que me criaron fue el paulatino cambio de mi apariencia. Conforme crecía mi cabello sé tornó blanco como la luna. Y mis ojos tan azules que parecían brillar como gemas.

Desdé que tengo uso de razón, los monjes del monasterio, como yo los llamaba, protegieron de mi su más grande secreto. Son una orden secreta que durante siglos han combatido a las criaturas más abominables sobre la tierra. Los hombres lobo.

Y ahora, diecisiete años después yo los eliminó cazandolos.
Hasta exterminarlos por completo de la faz de la tierra.

¿Cómo es que existen? No lo sé, pero hay un linaje, uno que pienso arrasar hasta que ya no quedé ningún maldito monstruo sobre estas tierras.

Eso es lo que soy, aún que aparentó ser una chica común, soy una letal arma contra estos monstruos.

Mi destino, es definitivo. No hay cabida para el amor. No podría arriesgar la vida de quién amo.

Esas criaturas lo usarían para acabarme.

A mi lado no hay futuro.

Tal vez suene muy fría. Pero al final es lo mejor para no lastimar a nadie.

He descubierto que dentro de unas semanas se llevará a cabo un importante nombramiento entre clanes.
La mayoría de ellos son licántropos.

Es mi oportunidad de dar el más grande golpe contra ellos: matar a su Alfa.

Y lo conseguiré... Cueste lo que me cueste.

Así comienza mi historia.