POV ANASTASIA
-gracias por traerme, mi padre salió de la casa muy apurado y se olvidó de mi- digo. Clark me trajo hasta el lugar de la excavación. Ha sido bueno el viaje, tranquilo, con unas cuantas turbulencias que me dejaron con el corazón en la garganta. Nunca me voy a acostumbrar a esos vuelos. Prefiero los barcos o los autos.
-de nada. Además me llamaron para buscar a cierto ricachón que tiene una casa por estos lugares. Está de vacaciones y su avión privado esta con problemas- dice y frunzo el ceño.
-supongo que te pagaran bien. Es bastante la distancia- digo mientras tomo mi bolso y mi maleta.
-cariño, me pagaron la ida y vuelta con un recargo del 600 por ciento. O sea, ya me gane el sueldo de 3 meses en uno. Eso es lo bueno de ser dueño de este avión y tener un lugar donde estacionar en el aeropuerto. Al final no fue una decisión nada estúpida como dijo mi padre- dice enojado y riéndose a la vez.
-de verdad muchas gracias-
-cualquier cosa me avisas. Sabes que estoy constantemente viajando y si estoy cerca puedo ser de mucha ayuda- niego con la cabeza. Es el hombre más testarudo y leal que conozco. No es como mi padre que se derrite cuando aparece Christian Grey. Le doy un beso en la mejilla y camino hasta la parte de los taxis. Necesito llegar lo antes posible. Conociendo a mi padre. Debe de estar completamente confundido por dónde empezar.
Dos horas de viaje estaba derretida en la parte trasera de un pequeño auto. No tenía ventanas y las puertas eran un simple pasa manos. Está cansada y sudorosa. Solo quería bañarse antes de entrar en lo que sería la excavación del siglo.
Ella amaba la arena, amaba lo sensual y lo desconocida que podía ser. Debajo de ella escondía tesoros incalculables de muchos años atrás. Escondía historias de guerra, donde miles de personas habían muerto por su rey, escondían grandes historias de amor que duraban por años y que estaban ocultas de reyes. Ocultan tesoros hermosos y preciosos. También cuentas historias de cómo ha crecido la humanidad durante los años y como ha retrocedo también.
La arena oculta muchas cosas y quiero ser quien las descubra, una por una. Quiero que el apellido de mi padre, con tanto orgullo me dio, dejarlo en la cima. Hay tantas cosas que están en el más oscuro de los secretos, que son necesarios que la gente los conozca.
-señorita, acabamos de llegar- me informa el chofer. Le paso la carrera y me bajo. Sonrió al sentir el aire seco y caluroso golpear mi piel. Me encanta sentir esa sensación. A lo lejos veo a varias personas hablando y discutiendo. Un hombre alto, que supongo que es mi padre, esta descontrolado y maldiciendo por todos loados. Quizás, que fue lo que se le perdió ahora. Camino sigilosamente hasta llegar donde se encuentra ellos.
-no es posible que las herramientas se hayan perdido. Son nuevas y lo necesitamos para comenzar la excavación. Debemos delimitar donde comenzaremos y colocar los refuerzos para que no hayan derrumbes. Esas cosas no deberían desaparecer. ¿Dónde pudieron quedar?- dice desesperado.
Una cosa que no dije de mi padre, es que cuando se le pierde algo, por muy pequeño que sea, se coloca muy nervioso y ansioso. Esto termina provocando que mi pobre padre termine con una crisis de angustia extrema.
-por lo general, las cosas están a un lado de la carga, en caja roja- digo mientras dejo mis cosas a un costado. Mi padre se da vuelta y me mira de pies a cabeza.
-¡Mi pequeña!- dice animado y yo estoy que lo golpeo. Vendido. Eso es lo que es, un vendido.
-¿Dónde dormiré? Si es que tengo donde dormir- digo de forma fría. Él se sorprende y me mira con una ceja levantada. ¿Qué es lo que quiere que diga? Él se fue dejándome sola en la casa. Debería no haber venido. Tiene a mi reemplazo a su lado.
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Pasado en común: Cristian y Anastasia
FanfictionRay uno de los más grandes paleontólogo del mundo, toma un nuevo desafío al ir a investigar el desierto más árido del mundo para buscar vestigios y reliquias, que tienen un origen de hace miles de años. Ana, una chica sencilla que adora a su padre...