Capitulo 25

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POV ANASTASIA

Me duele la cabeza. Desde que intente abrir los ojos, me duele. ¿Qué demonios hice ayer en la noche? Supongo que mi borrachera con tequila me hace olvidar hasta la conciencia. Me siento en la cama y es como si todo el mundo, incluyendo mi habitación, dieran vueltas.

Ya dije una vez, que nunca más ame emborracharía con tequila y no le he vuelto a cumplir. Tengo unas ganas de llorar pero, solo es culpa mía. Jamás le puse una pistola a Cristian para que me acompañara a ser esta locura. Simplemente le dije y fuimos.

Salgo de la cama y encuentro el vestido que compre ayer, en el suelo sin ningún cuidado. ¿Qué demonios paso anoche? Me duele todo, cada musculo de mi cuerpo está agotado. Lo raro es que siento la briza que hay en el lugar, de una manera diferente a lo que normalmente hay en mi carpa. Es como...

-¡Santa madre!- digo en voz alta. Estoy completamente desnuda y tengo una leve mancha roja en mi pierna. Levanto mi ceja. ¿Me llego el periodo? Pero si aún falta para eso. No puedo tener mi periodo con dos semanas de diferencia. Niego con la cabeza. Esto esta raro. Voy a la cama para ver si manche algo y me detengo en seco.

Por el otro costado, un pie humano sobresale de entre la tapa y jadeo horrorizada. Ok. Esto puedo significar muchas cosas. Debo cerciorarme de las cosas. Busco entre mi ropa y encuentro unas bragas negras y un sostén a juego. Una camisa blanca y unos short negros. Ato mi pelo en un tomate desarmado y es hora de descubrir con quien pase la noche.

-vamos Anastasia, siempre has sido valiente y esto no te detendrá. Debes saber con quién pasaste la noche y salir digna de esta situación- me digo. Cierro los ojos y cuentos hasta 10 y luego mis manos agarran una de las esquinas de la tapa de la cama y las tiro al suelo. Un cuerpo musculoso, desnudo está en mi cama. Tiene espalda ancha y hombros gruesos. Por lo menos, no tuve mal gusto estando borracha.

Golpe la parte trasera de su pie y él se queja. Tiene buenos glúteos y un trasero redondo. Se levanta de la misma forma si estuviera haciendo lagartijas. Sonrió cuando se queja por el dolor de cabeza y me detengo cuando escucho su voz. ¡Oh, Dios mío!

-¡¿Cristian?!- el salta cuando escucha mi voz. Alguien dígame que lo que estoy pensando está mal. No puede ser verdad.

-baja la voz. Me duele la cabeza. Eres mala influencia para mí. No salgo más contigo a beber. Después del quinto vaso de whisky no recuerdo nada. Salvo algunos recuerdos aislados- dice y se da vuelta y yo me doy vuelta.

-¡Estás desnudo! ¿Qué demonios hicimos anoche?- le pregunto y luego escucho que maldice.

-no tengo ni idea. Solo se estábamos en el auto hablando del pasado y de nuestras vidas. Nos reímos unas cuantas veces pero, fue des-estresante hablar de mi pasado pero, después de eso no tengo ni idea que fue lo que paso- me doy la vuelta y mis mejillas se tornan rojas cuando veo su pene. Genial, se lo que tienen los hombre entre sus piernas pero, no he visto uno en vivo hace muchos años. Eso fue cuando estaba en la escuela y era cuando teníamos la clase de biología.

-¿Por qué tienes sangre?- le pregunto. Eso fue lo primero que me llamo la atención.

-¿Sangre? ¿Dónde?- el revisa su cuerpo hasta que se da cuenta que está desnudo –Mierda. Date la vuelta, no es necesario que me veas de esta manera- digo. Me doy la vuelta y escucho como se baja de la cama y busca sus cosas.

-¿Me puedo dar vuelta?- pregunto.

-si- dice de mal genio. Muerdo mi labio y me doy vuelta. Esta sentado en la cama y está mirando una pequeña mancha de sangre en la cama. Mi cuerpo esta tenso porque mi cabeza está volando y pensando muchas cosas a la vez. Tenía sangre entre mis piernas, el también y la cama. No es como el periodo, es como una mancha cuando las mujeres pierden su... palidezco cuando pienso en eso.

Pasado en común: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora