49. Conquista

3.8K 311 27
                                    

-¿Que tu papá qué?

-Lo que escuchaste mamá, papá me mandó decirte que mañana a las ocho en punto te verá en el local de la comunidad.

-Nasir, ¿tienes alguna idea de qué está tramando tu padre?

Nasir negó con la cabeza.

-Hablaba en serio con lo de reconquistarme...

-¡¿Qué?!, ¿te dijo eso?- preguntó Nasir muy entusiasmado.

-Sí, pero en realidad me extrañó demasiado... Creí que tú padre me odiaba, o que se había conformado con mi forma de quererlo. ¿Para qué querría reconquistarme?

-Tal vez nunca se cansó de intentarlo. Sólo lo ocultó para que no siguieras... Lastimandolo.

-Nasir, ¿desde cuándo eres tan sabio?

Nasir rió y abrazó a su madre.

Anthea no vio a su marido en todo el día, ya que seguramente él estaría en el local preparando la sorpresa. A pesar de lo tierno que se le hacía ese detalle, Anthea no creía que con una simple cena romántica se fuera a enamorar de Mohammed, cuando dieciséis años de convivencia no habían hecho que esto sucediera.

Esperó a que su esposo llegara en la noche, pero él no se apareció. Lo que sea que estuviera haciendo, tenía que ser algo enorme para que le llevara todo el día y toda la noche. Anthea se acostó a dormir, y a primera hora de la mañana, pidió ayuda a Salma para elegir ropa adecuada para la cita.

-Me emociona tanto que papá y tú vayan a reconciliarse. Ya verás que apenas suceda, papá va a ponerse mejor.

-Eso espero, Salma...

-Mamá, el otro día estuve platicando con Hada, y ella no es una mala persona después de todo. Ella estuvo muy enamorada de papá al casarse con él, era una mujer alegre, dadivosa y feliz. Pero cambió cuando no pudo dar luz a un varón, y papá tuvo que casarse de nuevo.

-¿Ella te contó eso?

-Sí... Sólo te lo digo por si queda algo de rencor, pues he escuchado que no te trató muy bien por algún tiempo...

-Todo eso quedó en el pasado, Salma. Ahora tenemos cosas más importantes de las cuales preocuparnos. Y ya sé que Hada es una buena mujer. Sé que me ha odiado siempre porque Mohammed me ama como alguna vez la amó a ella. Que Allah la ayude a encontrar la paz.

-¡Insha'Allah!

-Y por cierto. No quiero que te acerques mucho a ese muchacho. A ese tal Wilhem. Es un occidental, y sabes que los hombres occidentales son traicioneros, cambian de pareja siempre y nada es seguro a su lado.

-¿Y de dónde ha salido eso?, ¿de dónde has sacado que Wilhem es así?

-Lo digo porque puedes caer en una trampa. Wilhem tiene novia, está enamorado de alguien, por si no lo sabías.

-La verdad no sé qué esperas que haga. ¿Piensas que me gusta Wilhem?

-Parece, me doy cuenta de las señas que se hacen. Si tu padre se entera...

-Mamá, Wilhem es mi amigo, y no me gusta. Y realmente no me importa si tiene novia, porque ya te dije lo que pienso. No voy a casarme. Quiero estudiar y tener una carrera. Trabajar, comprar una casa y vivir mi propia vida.

-Otra vez con eso...

-¡Mamá!, sólo déjame en paz. Creí que sería divertido ayudarte a elegir ropa, pero sólo fue una excusa tuya para sermonearme por todo y darme lecciones de vida que por cierto, ¡a ti tampoco te importaron en tu adolescencia!, ¿crees que no sé de los tantos de problemas que causaste a papá en tu juventud? No sé cuáles fueron exactamente, pero es obvio que es la razón por la que tu matrimonio está tan mal. ¡Y tú queriendo darme sermones!

Llantos De Arabia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora