8. UNA FIESTA DE LOCOS

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Roxana

Que es lo que acababa de hacer, debo estar loca, como he podido dejarme llevar.

Realmente no entendía nada de lo que estaba pasando, lo único que sabia era que estaba relacionado con el juego. Lo tome y lo escondí debajo de mi cama.

...

Ya estaba anocheciendo, no faltaba mucho tiempo para que las chicas vinieran por mí.

Escuche la bocina de un carro, me asomo para ver quien era y me sorprendí mucho al ver a Johnny pero a la vez sentí un leve alivio necesitaba a un chico para que me quitara el mal sabor de boca que tenia.

No me había fijado que era la hora de cenar y en todo el día no había probado bocado alguno. Cuando estaba llegando a la puerta Enrique me impide salir.

–   ¡¿que quieres?!   – dije de mala gana. 

– ¿para dónde vas? – me dice mirándome de pies a cabeza. 

– a ti que te importa, déjame pasar – hable intentando apartarlo de la puerta. 

– ¡no! – me amenaza. 

– ¡QUE TE QUITES! – le grite alterada, no soportaba tenerlo tan cerca, me ponía muy tensa, no podía evitar recordar todo lo que había pasado entre los dos.

De repente siento sus manos en mi cintura, la piel se me puso de gallina.   

– no me toques – le advertí pero no se movió ni un centímetro. 

– ¿que hacen? – una voz pregunta.

Sentí un horrible nudo en mi garganta, el me soltó y yo volteo a ver quien era sin evitar mi sorpresa era Eric. 

– nada, solo le preguntaba para donde iba – le respondió Enrique. 

– ¡era solo eso! – dice Eric. 

– si, solo eso – le vuelve a responder Enrique.

Me pareció tonto quedarme así que aproveche y salí.

Mis ojos quedan hipnotizados por Johnny que llevaba una chaqueta en jeans con mangas negras, un pantalón normal, un reloj negro, botines blancos y unas gafas piloto.

Mis ojos quedan hipnotizados por Johnny que llevaba una chaqueta en jeans con mangas negras, un pantalón normal, un reloj negro, botines blancos y unas gafas piloto

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– te demoras te un poco – me dice muy coqueto. 

– lo siento – me disculpe acercándome a él sensualmente, él se acerca a mí me toma por la cintura y cuando estaba a punto de darle un beso el imprudente de Eric sale y dice - Roxana, tu mamá te necesita -

Yo quería matarlo. Johnny lo miro con la boca abierta. 

– ¿que hace el aquí? –  pregunto. 

– me mude a su casa, es una historia muy larga luego te explico – le dije tomando su cara.

Entro a la casa para ver que quería la señora Mariana, cuando la miro le pregunto. 

JUEGO SÚCUBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora