29. NARCOLEPSIA

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Eric

Roxana había tirado el dado a propósito y es por eso que me encontraba en su habitación teniendo sexo duro sin parar, me he corrido una cinco veces y todavía sigo metiéndoselo.

Si no me detengo no se me parara nunca mas, pero lo que me esta preocupando es que mi chica no se mueve o dice algo solo suelta ligeros gemidos.

Pasaron algunas horas y Maritza toco la puerta.

– Roxana, ¿has vito a Eric? – pregunto.

La muñeca inmóvil de ojos marrones, no contestaba.

– ¡¡¡he!!! Por lo menos di no. Yo se que sigues enfadada conmigo pero no es para tanto. Habré la puerta – seguía hablando Maritza.

– Roxana – le susurré en el oído y ella no contesto.

Intente detener mi cuerpo pero falle como hace unas horas cuando Víctor bino a joder.

– ¡¡ay!! Roxana deja de ser tan infantil y mimada, habré la puerta para que hablemos de unas vez por todas –

¡Me lleva!, no se porque siempre termino en estos problemas.

– Roxana di... le algo – susurré otra vez. Todo esto es una mierda, sin embargo se siente tan bien que no quiero separarme de ella pero llevamos mucho tiempo así.

Se van a dar cuenta todos si no me detengo.

– ¡¡¡No... me jodas!!! – casi grito Roxana.

– esta bien, no hablare contigo. Si ves a Eric podrías decirle que necesito hablar con el –

Esa palabras me hicieron sentir muy mal, pero no me importó aun me seguía moviendo es mas casi tumbo la cama.

Pasaron algunos minutos y mi cuerpo lentamente se detuvo. Al parar sentí que me partía y ni hablar de mi don Pepe, el pobre parecía una tripa.

Roxana había quedado inconsciente así que solo la cubrí con las sabanas, me vestí y salí lo mas silencioso que pude.

Fui directo a mi habitación. Me bañe y luego me tire a la cama.

...

– ¡¡¡Eric, Eric, Eric!!! – una estúpida voz.

– ¡ay! No me jodas – le dije porque enserio tenia sueño.

– párate ¡¡¡YA!!! – me grito.

– no, quiero dormir –

– bueno yo cumplí con llamarte –me dijo Tentándome.

– espera – me levante de golpe.

– acaso eres un pervertido ¿porque duermes desnudo? – 

– es cómodo – le dije tomando los primeros  pantalones que vi.

– ¡ah! Como sea, termina de vestirte y sal por la puerta trasera –

– ¿y porque tanto misterio? – pregunte.

– solo ven – hablo saliendo de la habitación.

...

Ahora mismo son como las diez de la noche y hace un maldito frío.

Salí y vi que estaba Maritza hablando con Andrés, Aníbal estaba con Patrick y Roxana hablaba con Víctor.

– ¿y haber porque estamos todos aquí? – interrumpí.

Patrick se acerco a mi y dijo – estamos aquí para hacer algo divertido –

Él empezó a caminar en dirección a los manzanos y todos los siguieron como perritos.

JUEGO SÚCUBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora