JUEGO SÚCUBO

32. UNA APUESTA

Roxana

Trague saliva y trate de no verme asustada.

Pensé que solo era mi mente.

Todo esto no es real, es solo porque tengo mucho sueño y ahora veo cosas.

Me repetí eso una y otra vez.

Agache mi rostro para mojarlo otra vez.

– ¡¡eh!! Ahora me ignoras que niña más grosera – siguió hablando.

No, sin duda alguna esa mujer me habla.

Mi cuerpo empezó a temblar e inconscientemente corrí para salir del baño.

Pero frene. Enfrente de la puerta porque ella se había posado delante mio.

La forma de su cuerpo era parecida a la mía, sin embargo toda ella estaba formada por plumas negras con una masa extraña.

– así que, si me puedes ver – hablo.

Si me fijaba bien ella era distinta al súcubo que vi con Eric, hasta su voz sonaba diferente.

Pero aun así estaba aterrada tanto así que mis piernas parecían espagueti.

– Roxana, no necesitas tenerme tanto miedo. Yo no te haré nada – Se acerco hacia mi y toco mi rostro.

– ¿si... no me harás daño entonces que quieres? – pregunte con todo el poco valor que tenia.

Ella se quedo inmóvil pero luego me respondió.

– es que estoy aburrida, de estar callada dentro de ti –

Pero que es lo que esta diciendo, ya veo que me estoy volviendo loca.

– solo quería que supieras de mi existencia y también quiero mostrarte algo –

Tomo mi mano y me jalo hasta atravesar el espejo que hace un rato ella se había reflejado.

Serré mis ojos con fuerza hasta que caí en algo de agua.

Abrí mis ojos, note que estaba oscuro y el piso húmedo. Mire al frente hacia donde estaba ella.

Sus pies no tocaban el suelo era como si levitara, me puse de pie y camine hasta alcanzarla.

Empecé a pensar que mas da si me mata, he vivido muy bien mi vida y no tengo nada de que arrepentirme al final terminaría de una forma u otra, no veo porque debería tenerle miedo.

– ¿Roxana que te parece hacer un trato? – me pregunto.

¡Ahhhhhhh! ya caí en cuenta ella no me matara lo que ella quiere es mi alma. He visto muchas películas de terror donde los demonios solo se aparecen porque quieren devorarte pero ellos no pueden a menos que tu se los permitas o hagas un trato.

Inconscientemente me empecé a reír y todo mi miedo se esfumo.

– sabes que, soy una chica con una mente muy fuerte y no caeré en tus engaños puede que parezca tonta pero no soy estúpida – le dije

– ¡ohh! Tu miedo se fue tan rápido, eres impresionante pero sabia que dirías eso además yo no quiero devorarme tu alma solo quiero que veas esto – me respondió poniendo una enorme pantalla delante de mi.

– yo se que ahora mismo te encuentras atrapada en un juego súcubo y lo estas jugando con el bello bello de Eric –

Empecé a sentir escalofríos de nuevo, quien era ella y como sabia eso. Esto realmente no me esta agradando para nada.

– también se que ahora estas enamorada de el y bla bla bla. Pero dime ¿Eric siente lo mismo que tu? – me pregunto mirándome fijamente y en un tono algo sarcástico.