JUEGO SÚCUBO

42. DAÑOS FISICOS

Eric

Después de algunas horas.

Tome una ducha y cambie mi ropa.

Salí de la habitación mientras me dirige donde se escuchaba la música.

No sé porque razón no dejaba la tabla del juego, la cargaba con migo para todos lados.

Bueno mi cuerpo lo hace inconscientemente.

Me senté en la barra y sin ningún vacile el barman me sirvió un trago de color verde.

No lo quise beber porque ella me lo dio con tanta sutileza que no me dejo ver la botella.

Observe mi entorno mientras notaba como Patrick hablaba por su teléfono, Aníbal jugaba con unos dardos, Víctor dormía en un sofá y Johnny contaba un gran fajo de billetes. Realmente no quería saber de dónde saco tanto dinero.

Pero quien más llamo mi atención fue Andrés que mientras bebía de una botella que decía absinthe me sorprendió cuan esmero ponía en dibujar en un cuaderno.

Era impresionante cuanto cuidado ponía en ello, me recordaba a mi cuando era un niño, que peleaba por los colores con mi hermano.

Pero bueno antes que nada yo solo quería jugar.

- ¿te enseño algo divertido? - le propuse a la barman.

Ella sonrió y asintió.

Le mostré mi mano para luego jalar su rostro y clavarme en su mirada.

- haaa, tu ojos son como dos joyas - me susurro mientras yo dejaba caer el dado sobre la tabla.

...

No quiero ser engreído pero últimamente me he dado cuenta que las chicas no aguantan mucho ya he penetrado a barias pero no logro correrme y es muy frustrante.

Me puse de nuevo el pantalón y salí a buscar más chicas.

Mi meta final es jugar todo lo que puedo y terminar este maldito juego de una vez por todas.

Aun que quiera concluir no puedo negar que ciertamente me da asco.

Y me dan unas enormes ganas de bañarme porque me siento sucio.

Pero ni el agua más limpia podría limpiarme por completo me ha convertido en alguien repugnante.

Me senté en uno de los sofás y lentamente me acerque a Andrés.

- ¿y que tanto dibujas? - pregunte.

El levanto la vista para luego pegarse a su cuaderno.

De reojo pude ver que dibujaba a una mujer.

- Quien diría que tú, tenías talento para el dibujo - comente.

- Nunca me gusto dibujar - me respondió.

Era súper incómodo. La razón es sencilla, él últimamente ha tenido un raro comportamiento y yo aquí intentando entablar una conversación.

Yo no lo odio pues él nunca me ha hecho nada malo al contrario ciento empatías hacia él.

Puesto que entre más miro sus ojos veo a alguien que se contiene mucho de ese modo sufre en silencio.

Físicamente es tan parecido a su hermano pero tan distinto al mismo tiempo.

- entonces ¿por qué lo haces? - le critique.

Pero no me dijo nada, solo agarro la botella y tomo un gran trago.

A los pocos segundos apareció una de las chicas.

- Eric ahora es mi turno - me dijo sentándose en mis piernas.

Suspire para luego mirarla. Ella era distinta sentía un aura fría emanando.

Pero qué más da, pase mis manos por su cintura y suavemente la bese.

- ¡¡ay!! Ya es que no te cansas - soltó Johnny matando mi pasión.

- y a ti que te importa - le respondí.

- agh, has lo que quieras ¡cochino! - comento.

¡Ay! Este tipo me desquicia enserio.

- No peleen - intervino Patrick.

- Querida retírate, el nene tiene que descansar - hablo Aníbal.

Y bueno termine sentándome en la barra otra vez.

Vi el vaso aun servido así que me lo tome.

A los pocos minutos vi como Andrés lanzo su cuaderno.

- ¡he! ¿Qué paso? ¿Por qué lo lanzas? - intente calmarlo.

- no tiene sentido, estoy cansado ¡ya no puedo más! - hablo entre dientes.

- oye, no es tan malo solo tómatelo con calma - le dije.

El me miro para luego hablarme - antes mi abuela me decía que dibujara ya que lo hacía muy bien, le hice caso y cada que quería lo hacía pero ya no puedo -

Su expresión me impacto. Pues para mí no es la gran cosa pero para el si lo es.

- ahora todo lo que pinto... esta muerto -

Esas palabras fueron como un relámpago que atravesó mi cuerpo. No tenía voz, tampoco sabía que decir ante eso.

De cierta forma yo pienso que él no está bien mentalmente. Bueno la gran mayoría en este lugar tampoco.

No me fije que la botella que tenía en su mano ya estaba vacía.

Tal vez si no me hubiera perdido en mis pensamientos lo hubiera podido detener o si tal vez le diera importancia a sus comentarios, pero como soy tan imbécil no pude.

En un segundo él me dijo - ya no quiero ver más muerte -

Rompiendo la botella y sin dejarme tiempo de reaccionar.

- ANDRÉS ¡¡¡NO!!! - arremetí intentando quitarle los trozos de vidrio.

En esos instantes era como si todo se moviera en cámara lenta pero el mellizo no.

Mi cuerpo se estremeció al ver como la sangre emanaba por sus maños.

Y los gritos de todos.

Andrés se había dañado los ojos con los cristales.

Caí de rodillas he intente tomar sus manos pero mi cuerpo temblaba.

Era espeluznante como corría su sangre.

- esto está mal... ¡¡¡Llamen a una ambulancia!!! - entro en pánico Aníbal.

- NO HAY TIEMPO, ERIC TRAE A ANDRÉS Y JOHNNY ENCIENDE LA CAMIONETA - ordeno Patrick.

Mi cuerpo se movió instantáneamente.

- ¡¡¡VÍCTOR!!! - seguía gritando el peli rojo.

- ¡¡¡ NO ME HAGAS ESTO VÍCTOR!!! - por primera vez vi como entraba en pánico.

Al ver como por sus ojos caían lágrimas.

No podía quedarme a verlo tenia a llevar a Andrés al hospital.

...

Al llegar a la clínica espere sentando con mi cabeza entre mis manos.

Los segundos se convirtieron en minutos y los minutos en horas.

Un oficial me dijo que debía ir con él.

Cuando llegamos, ahí estaban los chicos. Aníbal no paraba de llorar mientras los otros dos estaban estáticos.

¡Que jodido problema!

- ¿qué le paso a Víctor? - pregunte mientras los oficiales hacían barias llamadas.

- no lo sé, Él no reaccionaba - susurro Johnny.

Vaya contratiempo en que estamos.

Qué pasaría si Víctor no despierta.