JUEGO SÚCUBO

7. JUEGO SÚCUBO

Eric

El celador del cementerio encontro a Roxana.

Se había dado un severo golpe en la cabeza, los doctores dijeron que en unos días ella recobraría la conciencia.

Lucia y la señora Mariana les dio de alta el hospital, estaban mas calmadas ya que apareció  Roxana.

Sus amigas también estaban como locas buscándola.

...

Ya en casa Lucia y la señora Mariana no salían de la habitación que seria de la castaña, si el arquitecto ya había terminado con la renovación de la casa todo fue tan rápido porque las señoras no dejaron de retacarlo.

Le había pedido a Maritza que me tomara el tiempo en la piscina, estaba muy flojo con mi físico tenia que estar en forma.

De repente llega el señor Javier con Roxana detrás de el. 

– hola muchachos – nos saluda 

– hola – respondemos Maritza y yo al mismo tiempo.

Veo como entran los dos a la casa, tenia una sospecha de que habría otra pelea por la cara que tenia ella.

Y tal como predije se escucho un grito, me asomo a ver que pasa veo a mi hermano entrar a la casa y yo no dudo en salir de la piscina. 

– Maritza ya vengo –  

– ok – ella me responde.

Cuando entro mis ojos buscan a Roxana. 

– ¿que pasa? – pregunte. 

Ella me mira y luego me señala – ¿y porque el esta aquí? – pregunta.

Su papá la regaña por señalarme. 

– él es mi hermano menor – le responde Enrique. 

– ¡¿que?! – ella revira. 

Por un momento me dio la impresión que Roxana y mi hermano tenían algo.

Salgo de mis pensamientos cuando la veo  en la puerta a punto de salir pero Pochi se lo impide ya que sale corriendo a la habitación que seria de ella. Roxana lo sigue.

Y yo de sapo voy tras de ella se queda mirando la puerta – esa es tu habitación, tu mamá y Lucia trabajaron muy duro para que te gustara – le digo. 

Da media vuelta me mira a los ojos por unos segundos – y a ti que te importa ¡piérdete! – me dijo entrando a la habitación y cerrándome.

A pesar de ser tan hermosa tiene la peor personalidad que he conocido en toda mi vida.

...

Era sábado no tendría que ir al manicomio los ángeles del saber. Me había levantado algo tarde pero no me preocupe. La señora Mariana y Lucia habían preparado el desayuno todos nos sentamos a comer.

Por primera vez en mucho tiempo me sentí en familia, todo era tan tranquilo y hablaban de las cosas que les habían pasado era divertido desayunar de esta manera.

Luego llego Roxana con Pochi y la señora Mariana le pregunto – ¿Roxana no vas a comer? – 

–  ¡no! – le respondió Roxana de mala gana. Esa chica realmente me estaba cayendo muy mal.

...

Al rato veo a Pochi que me esta siguiendo, pensé que tenia hambre así que fui a la cocina y le di algo de comer. El se comió todo lo que le di pero aun me siguió persiguiendo, me agacho y lo tomo en mis brazos para acariciarlo.