JUEGO SÚCUBO

6. UN JUEGO EXTRAÑO

Roxana

No se cuanto tiempo llevaba en el cementerio, tenia un agonizante dolor de cabeza, era de noche y no vi a Pochi.

No me podía mover el cuerpo no me respondía y poco a poco todo se oscurecía otra vez.

...

– Rosan, Rosan, Rosan – una voz me llamaba, lentamente fui abriendo los ojos y note que estoy en un hospital.

Veo a mis chicas alrededor de mí, todas tenían una gran sonrisa.

De repente escucho la voz de mi papá – ¿Roxi estas bien? – me pregunta papá, lo miro unos minutos y luego asiento, me dolía mucho la cabeza.

El me abraza muy fuerte. 

– señor Ferrer sea cuidadoso – lo regaña una enfermera que entra a la habitación. No sabia cómo había terminado aquí solo me acordaba que estaba en el cementerio con Pochi... Esperen un momento y Pochi. 

– ¡¿dónde esta mi Pochi?! – dije paranoica moviéndome de la camilla. 

– jovencita quédese quieta – me dijo la enfermera tomándome de la cabeza con gentileza. 

– tiene que estar en reposo no sabemos si el golpe tan severo que se dio en la cabeza tenga consecuencias – dijo regañándome.

– Roxi, tu perro esta bien, si no fuera por Pochi no estuvieras aquí –  

– ¿como? – pregunte.

– lo que pasa Rosan es que Pochi salio corriendo a buscar ayuda ya que tú no te movías, el celador lo miro ladrándole y le siguió fue ahí que te encontró – me respondió Rebeca.

...

Habían pasado dos días, ya podía salir del hospital no tenia nada serio. Yo le había implorado a papá que no quería ir a la casa nueva.

pero el me dijo que no me preocupara, no volveríamos a esa casa, iríamos a otra mas grande, con piscina y lo mas importante con baños en cada habitación.

Cuando llegamos me encuentro a un Eric nadando en una inmensa piscina y a Maritza mirándolo como si fuera la cosa mas deliciosa del mundo.

Mi papá los saluda como si nada, yo solo lo miro y lo sigo hasta entrar.

Cuando estamos ahí la señora que se dice ser mi madre nos espera en la puerta y lo que no pude evitar fue ver a la hipócrita mas grande del mundo.

– ¿Rosan te encuentras bien? – me pregunta Lucia yo realmente no soportaba ni respirar el mismo aire que ella. 

– cuantas veces tengo que decirte que no me digas Rosan ¡para ti soy Roxana Ferrer! – le dije en tono de desagrado.  

– ¡no mas Roxi! Lucia esta embarazada y solo te esta preguntando como estas, no seas grosera, discúlpate – me ordena papá.

Si tan solo él supiera lo que me hizo Lucia no me ordenaría lo que me esta ordenando.

Yo no quería pelear solo quería descansar pero al parecer no creo poder hacerlo. 

– pero papá yo no quiero que esa me diga Rosan y no puedo fingir que me agrada cuando no es así – me queje sobándome la frente.

– Roxana para que te informes esa que no te agrada tiene nombre – me dice Enrique quien entra por la puerta.

– papá que hace el aquí – le dije en tono de cansancio. 

– mi amor es que ahora viviremos con Lucia, Enrique y Eric todos juntos – interviene la señora Mariana mirándome con emoción como si eso me hiciera feliz.