28. SEX

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Roxana

Eric es un idiota. Me reclama porque estoy al lado de Patrick mientras, él deja que Maritza lo ande manoseando.

No puedo creer que este enamorada de ese idiota, Lo odio.

– bueno iré a ayudar al pretencioso – dijo Patrick dirigiéndose a la cocina.

Yo solo lo mire y seguí jugando, a los poco minutos Pati llego con un paquete de coca cola y Eric con nachos.

Instantáneamente hicimos contacto visual pero gire mi rostro para no verlo luego él dijo – bueno yo también quiero jugar –

Me dio tanto coraje que él se sentara al lado de Maritza. Obviamente no pude esconder mi cara de disgusto – ya no quiero jugar – dije poniéndome de pie – Roxana entonces ¿quieres jugar otra cosa? – hablo Andrés tomándome de la mano.

Y aquí esta otro chico que me hace enojar – ¡no quiero jugar! – le recalque zafándome de su agarre.

Fui directo a mi habitación. Estaba tan enfadada que termine llorando.

...

Pero que me pasa yo Roxana Ferrer la chica que volvería loco a cualquier chico, me siento de esta forma por un pendejo.

¡Ah!, a quien quiero mentirle se muy bien que al decirme, él una palabra cariñosa yo caería como tonta a sus pies pero ni eso se da cuenta.

Me senté en la cama y mire directamente el piso ya ni podía sacar de mis pensamientos a Eric. Estire mis manos y vi como un cubito rosado caía en mi mano.

Era el dado. No me impresione porque sabia que Eric tenia el juego solo lo mire por un rato hasta que pensé porque no lo tiro.

De ese modo el cobarde de ojos claros tendra que benir a mí.

Sin dudarlo mas tire el dado, rodo por el suelo y marco sex. Senti una corriente recorriendo mi espalda, algo me decia que esto no era bueno para mi.

Pasaron algunos minutos y mi puerta se abrio.

Un chico de cabello negro con ojos ámbar entro a mi habitación, serró la puerta con seguro. Se acerco despacio a mi y puso su mano en mi pierna involuntariamente reaccione mientras no despegaba mis ojos de él.

Sus dedos lentamente subieron hasta mi ropa interior, trague saliva al sentir sus dos manos bajando mi ropa intima. No era la primera vez que lo hacia pero me sentía tan indefensa ante el, era un revuelo de emociones porque también quería que me tocara mas.

De la nada me jalo del brazo, poniéndome de pie. Hay note que llevaba una camiseta con una calavera, unos jeans ajustados y unos converse azules.

 Hay note que llevaba una camiseta con una calavera, unos jeans ajustados y unos converse azules

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Él acaricio mi espalda haciendo que mi cuerpo temblara. Nuestras miradas no se desviaban, instantáneamente mis manos fueron al broche de su pantalón.

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