JUEGO SÚCUBO

30. UNA MUJER

Roxana

Toda la noche mi hermanita estuve pegada a Eric como un mugroso chicle.

Lo peor era que no podía intervenir ya que él no hacia nada al contrario le daba alas, vi claramente como se le acercaba a ella casi besándola y luego se fue por un rato.

Eso realmente me dolió, no lo entiendo porque juega con migo así, si hace algunas horas estuvimos juntos. Que le ve a Maritza que no tenga yo.

Es un imbécil realmente.

Cuando escuche la confesión de mi hermana casi se me cae la barbilla.

Lo único que hice fue esconderme detrás de un árbol y espere la repuesta de Eric.

– chiquita no quiero herirte o lastimarte, pero a mi me gusta alguien mas – al fin lo dijo.

Casi me pongo a saltar de la felicidad pero no lo hice porque de esa forma me verían.

– es Roxana ¿cierto? – hablo Maritza.

– ¡ehm! – se quedo mudo mi amor.

– ¡es verdad es ella... no se como pude pensar que algún como tu se fijaría en mi... Que tonta soy! –

– ¡¡¡espera Maritza!!! –

– ¡¡NO!! SUÉLTAME ERES COMO LOS DEMÁS –

– ¿que quieres decir? yo no quiero herirte –

– ya no digas nada, siempre ha sido así todos escogen a Roxana, la abuela lo hacia, Andrés lo hace hasta mamá y Papá lo hacen. No se como llegue a pensar que tu no lo harías – dijo mi hermana tirada en el suelo llorando.

Sus palabras me hicieron sentir mal.

– chiquita lo siento – se disculpo Eric dándole un abrazo.

Ella solo siguió llorando. Aunque odio a mi hermana ahora la detesto. Se esta haciendo la víctima para que Eric la consuele, es un maldita víbora. Que mentirosa.

Mamá siempre le compra lo mejor a ella y la felicita mas que a mi, no importa lo mucho que me esfuerce para Mariana ella es la favorita.

Ahora Eric la debe estar viendo como a Cenicienta y a mi como la hermanastra malvada. Esa perra astuta.

Me dio tanto coraje que solo me fui corriendo hasta donde estaba Patrick.

El resto del fin de semana me la estuve pegada a mis primos.

Cuando llego la hora de irnos, me senté al lado de mi mamá aunque ella me miro sorprendida, no dijo nada o me pregunto algo.

Al llegar a casa tome una ducha y me acosté a dormir con Pochi.

...

Al despertarme, me sentí fatal porque se me había olvidado que las chicas y yo estábamos peleadas y si no hacíamos las pases, hoy me la pasare sola en la escuela.

Pero lo mas importante tengo que hacer algo con Eric y Maritza, no puedo quedar como la mala ante los ojos de mi amado. Así que me arregle lo mas bonita y natural.

Al llegar todo era como siempre hasta que llegue al aula Maritza se hizo adelante y mis amigas estaban todas juntas hablando. Sentí como si fuera al matadero, pero bueno al mal tiempo darle prisa. Camine en su dirección y todas me miraron en silencio, me senté y espere a ver que me decían.

– bueno Roxana como puedes ver todas ya hemos hablado – empezó Rebe.

– intentamos comunicarnos contigo pero tu no estabas – me reclamo Aleja.

– ¿se puede saber donde estabas que no quisiste hablar con nosotras? – me pregunto Eli.

Inconscientemente Sonreí al ver que ya estábamos juntas o al menos ellas ya se habían reconciliado.

– bueno les diré todo pero en recreo y no solo voy a hablar yo todas tenemos que ser sinceras debemos hablarnos con la verdad – les informe a las tres.

La maestra entro junto con la directora, enseguida todos saludamos.

– espero que todos presten atención y si tienen alguna pregunta alcen la mano – se dirigió con seriedad hacia nosotros.

– les vengó a informar personalmente sobre el festival, como pueden saber ya estamos muy cerca de la fecha así que el día de hoy solo se harán las audiciones para entrar a su respectiva clase de artística – nos informo la directora.

– sin embargo a los alumnos que voy a mencionar a continuación tendrán que venir conmigo a mi oficina – siguió hablando.

Esto es un fastidio seguramente este salón sera escogido para hacer toda la publicidad de la escuela por eso pusieron a la mayoría de primer rango aquí.

– Rebeca Ballester
   Andrés Canetti
   Aníbal Canetti
   Maritza Ferrer
   Roxana Ferrer
   Eric Gomes
   Johnny Haba
   Eliana páez
   Alejandra Timbers –

Nos levantamos de nuestros asientos y seguimos a la directora hasta entrar a su oficina.

Todo esto era un fastidio.

– chicos los he traído aquí para informarles que ustedes serán la cara de la escuela –

¡Bam!, como me lo había imaginado.

– ¿se refiere a que nos tomemos fotos y promocionemos la escuela? – pregunto mi lindo Eric.

– no, lo que quiero decir es que ustedes serán los principales en cada sección que haya en estos respectivos eventos – hablo dándonos unas carpetas a cada uno.

En eso se escucho un gran estruendo. La directora salio de la oficina y por supuesto todos podíamos oír lo que estaba pasando.

– ¡¡¡señora directora me puede decir que hace mi hijo vagando por el centro comercial si yo claramente lo deje aquí en la escuela, desde cuando usted deja salir así a los estudiantes!!! – le reclamó una voz muy familiar.

– señora no se lo que me esta diciendo, este joven es el asistente de un profesor – le explico la directora.

– ¡¡¡¿ASISTENTE?!!! –

– ¡¡¡¿es que acaso usted no ve el registro de sus alumnos?,  yo inscribí a mi hijo aquí pera estudiar no para ser ningún asistente!!! –

– ¿como así usted no es Víctor Johnson? –

– ¡¡¡ME ESTA TOMANDO EL PELO SEÑORA!!! – grito aquella señora y yo no me pude contener así que salí a cerciorarme si yo realmente conocía a esa mujer.

Cuando abrí la puerta unos ojos grises me miraron, eran lo de mi querido primo y mi tía era la mujer que estaba discutiendo.

– mire señora directora mi hijo es Víctor Ferrer lo matricule aquí en ultimo año –

Oh por Dios así que mi primo no esta en la universidad, pero que yo sepa el se había graduado el año pasado.

– esta bien señora que le parece si hablamos civilizadamente en mi oficina – le propuso la directora a mi tía.

Ella acepto y por supuesto a nosotros nos mandaron para clases. Yo quede en estado critico ya que no tenia ni idea de lo que estaba pasando y en lo único que podía estar segura era que Víctor había hecho algo malo.

Me senté en mi pupitre como todos los demás y empecé a escuchar a la maestra.

Era tan aburrido, estaba hablando sobre algo del pasado de la ciudad y sobre unas pinturas muy viejas que están en el museo.

Tenia tanto sueño, estaba por dormirme. Así que le pedí a la profesora que me dejara ir al baño para lavarme la cara.

Cuando moje mi rostro sentí un escalofrío luego me mire al espejo pero no vi mi reflejo, solo mire una figura negra de una mujer.

Mi corazón estaba que se me salia por la boca.

– Hola Roxana – dijo ella.