El peor sentimiento es fingir que no te importa algo, cuando en realidad es lo único en que piensas.
Santiago de Chile.
Sábado, 18:30pm.
-Amber-
Todo el mundo estaba muy agitado, algunas corrían para acá otras para allá, era de esperarse hoy es el matrimonio de mi tía Ele.
Sentía emoción y a la vez tristeza, me refiero, todos estos meses esperé a que Nicolás me volviera a llamar, o al menos a la tonta broma de la última vez, al menos sé que está vivo.
Pero no, no llamó.
Guardo la esperanza de que al menos se resigne a venir al matrimonio de sus amigos.
Aunque pensando bien, me preparo por si él viene, ¿pero si no lo hace? Tampoco pienso llorar en plena fiesta.Estaba sentada en la cama del cuarto de Ele, tenia mi espalda reposando en el respaldar de la cama, mientras hacia un esfuerzo por no llorar.
Odio esto, a veces se vuelve tan rutinario, es decir, al menos en algún momento del día lloro por él, y me parece injusto ya que sé que a él no le intereso de la forma en la que lo hacia antes.
La puerta se abrió de golpe, y me di cuenta que eran mis tías.
Era graciosamente lindo, mi tía Liz tenia un vestido largo azul pastel y pude notar que ya se le está asomando ligeramente su embarazo.
Mi tía Ele tenia una vestido largo y mas o menos ancho, su....-¡Liz ese puto velo me da calor!- Reí, ya que de verdad se notaba frustrada.
-¡Dame la pizza vas a ensuciar el vestido!- Ele río, en cambio Liz la rodeo y esta solo se cambio la pizza de mano.
-Estoy nerviosa coño, además vete hablaré con Amber- Esta la miró ofendida, y por un momento me sentí nerviosa, ya sabia que quería hablar.
-¿Me estas echando puta?- Esta le sonrió.
-Si perra- Entró con un poco de dificultad ya que la puerta es un poco estrecha.
Cerro la puerta y se sentó junto a mí.
Le Sonreí.-¿Que tienes?- Esta mordió su pizza de lo más normal y me miró esperando una respuesta.
-¿A que te refieres tía?- Fruncí el ceño.
-Bueno- Habló con la boca llena y rodó los ojos.
Me hizo una seña de que esperara, asentí riendo.
-Hace días, bueno de hecho hace varios meses estabas muy emocionada por la boda hasta tal punto que haces que adelantara la fecha- Reímos.
-Y hoy- Me señaló.
-Estas deprimida--Claro que no Tía- Hice un esfuerzo por sonreír, y ella tenia toda la razón, es solo qué, ¡ay por Dios no haré que me de terapia psicológica ahora!
-¿Crees que soy idiota? Eso puedes decírselo a Alejandro pero no a mí, te conozco así que desembucha porque no pienso irme hasta que me digas- Dio otro mordisco de su pizza mientras me miraba.
Sabia que era capaz de hacer eso.-Eleonor, ¡apúrate!- Gritó alguien desde la puerta, vio mis intenciones de levantarme y me detuvo.
-¡Te calmas que estoy ocupada!- Gritó un poco molesta.
-¡Voy a tirar la puerta!- Gritó Liz.
-¡Henderson!- Gritó riendo Ele, y se escuchó el grito de Liz.
Henderson es un amigo del papá de Ele, vino solamente a cuidarla por hoy.
-Sabia que Henderson serviría para algo- Dijo riendo.Respiré profundo para no llorar cuando le cuente, pero en vez de eso
-¿Por qué eres tan terca?- Ella río con la pizza en la boca.-Así me educó mi papá- Se alzó de hombros mientras limpiaba su boca y se levantó a coger algo en la mesa.
- El peor sentimiento es fingir que no te importa algo, cuando en realidad es lo único en que piensas- Esta se giró con una hamburguesa en su boca, y abrí los ojos.
¿De donde sacó eso?-Por él es que estas así, no se por que me sorprende- Rodó los ojos y se acercó.
-Solo te diré que este día jamás lo vas a olvidar- Se limpio la boca y me besó la mejilla.Me acomode el vestido y se escucharon los golpes en la puerta.
La castaña gruñó.Abrió la puerta y todos comenzaron a gritarle.
-Ustedes le hacen competencia a los zombies de The Walking Dead- Les gritó.
-¡Henderson!- Un hombre de unos cuarenta y tantos años se acercó a ella, era jodidamente alto un metro noventa tal vez? Le susurró algo en el oído.
-Tu disculpa que te grite, es que siempre quise hacer eso- Rieron.-A diferencia de tu papá, eres más cariñosa- Rieron mas fuerte.
Miré a mi tía Liz y esta se acerca.
-¿Por que te colocaste el mismo vestido que yo?- Gruñó.-Será porque somos las madrinas de la boda- Reímos.
-¿Por que no te quedaste con el negro?- Preguntó mientras recogía mis cosas.
-A mi papá le pareció inapropiado- Me Alcé de hombros y salimos.
Subimos en el auto junto a Ele, mientras intentábamos calmar su ansiedad.
-Ayer no estabas así pendeja- Dijo Liz.
-Cállate- Jugaba con sus manos y cerraba los ojos.
-¿Y mi mamá?- Hasta ahora vine a caer en cuenta donde estaba metida esa señora.
-Está en la iglesia, coordinando todo- Dijo Ele, aún mas nerviosa.
-¿Trajiste mi hamburguesa?- Miró a Liz y esta rodo los ojos-Si, y también chicle- Le extendió una bolsita y mientras comía se notó que estaba un poco más calmada.
Hablamos de cosas triviales, de hecho de todo menos de chicos, así logramos distraerla un poco más, aunque del todo no sirvió porque...-Necesito hablar con Jared- Mire a Liz.
-No te estas arrepintiendo, ¿verdad?- Le pregunte y esta negó.-No, es solo... Comuníqueme con él- Le extendí mi celular y salimos del auto.
Mis padres se acercaron estaban un poco preocupados.
-¿Y Ele?- Preguntó mi mamá.
-En el auto, tiene un ataque de ansiedad- Dijo Liz un poco preocupada.
-Te ves hermosa mi niña- Me dijo mi mamá y Sonreí.
-Tu también te ves hermosa- Le guiñe el ojo y me abrazaron.
Luego de cinco minutos salió Ele, se mostraba un poco mas calmada y entramos.
Estábamos solo a cinco minutos de entrar a la puerta principal, todos se acomodaban con sus respectivas parejas.
Yo estaba de última no sabia con quien me tocaba, miré a mi tía y esta solo me sonrió.
La puerta se abrió y sentí como alguien me tomaba del brazo, miré a la persona y mi corazón literal dejó de latir.
Mi boca se abrió un poco, y mis ojos estaban fuera de órbita.
Era Nicolás, ¡por Dios está aquí!
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Stay By Me.
Roman pour AdolescentsPara la sociedad le resulta difícil creer o de tan solo imaginarse a dos personas que se llevan muchos años de edad puedan llegar a enamorarse. Están acostumbrados a lo cotidiano, y si ven algo distinto suelen criticarlo, e incluso tacharlo como si...