Llegamos al hotel super tarde, ninguno de los chicos me pregunto porque me había ido, pero en parte ya estaba mas calmada por el hecho de que Eleonor me prometió que iba a hablar con Nicolás, aunque el es un poco terco, entre Liz y Eleonor lo logran convencer, o al menos eso creo.
No pude dormir en toda la noche, solo pensaba en la bebé y en que podría hacer si Nicolás me demandara. Me canse de tanto pensar, hasta que por fin me quede dormida.
Me levanté a eso de las diez de la mañana, vi una nota de mi mamá donde me daba los pasos a seguir para poder ir a la playa.
Al parecer no se aguantaron a que me levantara, porque ya se fueron. Atrevidamente me asome al cuarto de Nicolás, y efectivamente no estaba y la bebé tampoco. Mis ojos estaban llenos de lagrimas del solo hecho de pensar una vida sin mi hija.
A lo mejor eso sintió Nicolás cuando sabia que tenia una hija y no la conocía, en mi defensa yo iba a decirle, pero el me engañó, lo que entendí que ya no quería saber mas nada de mí.
Me bañe y me cambie. Cuando Sali a la sala, vi en la mesa una cajita de celular, una vez me acerque salte de la emoción al ver que mi papá me compro el IPhone 7, lo bese con todo y caja y lo abrí.
Luego de media hora chismoseando el celular, llame a mi mamá y no contesto, lo cual me pareció super raro. A lo mejor se esta bañando.
Cuando Sali tome un taxi para ir a la playa, seguia llamándola y no contestaba, me estaba colocando nerviosa, llame a Eleonor y tampoco contestaba.
No pude llamar a Nicolás porque no me sabia su número. Lleve mis manos a mi boca tratando de calmarme y controlando mi respiración.
Todo estará bien, cálmate Amber.
Una vez que le pagué al chofer, comencé a caminar y a llamar a los chicos, realmente estaba asustada porque no me contestaba ninguno, recorrí la playa y tampoco los encontraba, lo peor es que ya estaba cansada. Así que decidí preguntar.
Vi a una señora sentada en una de las carpas, así que me acerqué.
-Disculpé- Le sonreí y esta me devolvió el gesto, se quito las gafas.
-¿En que puedo ayudarte?- Dijo la señora de unos cincuenta años.
-¿Usted no ha visto a un grupo como de 6 o 7 personas, con varios niños?- Frunció el ceño y negó.
-Gracias- Le sonreí y mire hacia el mar unos momentos, alejándome solo un poco de la señora, sentí la fuerte brisa golpeándome haciendo que mi cabello cayera en mi rostro. Como si ya no estuviera lo suficientemente despeinada.
El olor a arena mojada entro por mis fosas nasales haciéndome sonreír.
-Oye Amparo, te enteraste de la tragedia que sucedió esta mañana- Escuche la voz de un hombre, me gire un poco y le hablaba a la señora que le pregunte por los chicos, esta extrañamente negó.
-Bueno te cuento, eran 7 adultos, 3 niños, y una bebé como de un año- Me alarme y me acerque a ellos.
-Usted disculpe que este escuchando su conversación, pero de casualidad ¿sabe como se llaman, o que les paso?- Lo mire nerviosa y este asintió.
-En las noticias dijeron que viajaban en uno de esos autos como es que se llaman... vans- Chasqueo los dedos apenas recordó.
-Y por el momento solo han dicho que uno de los integrantes de la tragedia se llama Gerard no recuerdo el apellido, creo que era Blanco- Me miro y los ojos se me llenaron de lágrimas.
-¿Sabe en que hospital están?- Hablé como pude, mi voz sonaba entrecortada, y mi pecho se comprimió.
- Hospital de Clínicas "José de San Martín"- Me miraron preocupados y asentí.
-¿Los conoce?- Pregunto y volví a asentir, tomé mi bolso y limpiaba mis lágrimas.
Miro a la señora y ella de inmediato se levantó.
-Ven mi niña, te llevamos al hospital- La señora recogió todo, y me guiaron hasta su auto, me subí y este de inmediato puso en marcha el auto.
No podía pronunciar una sola palabra, no me salía, mis manos temblaban solo quería que fuera un puto sueño, y que en cualquier momento me iba a levantar, que mi madre se sentara en la cama y luego de darme un beso me levantaría para irnos a la playa, la quería conmigo. Los quiero conmigo a todos.
-¿Estaban tus padres?- Se giro la señora y asentí.
-Mi hija, mis tíos y mis sobrinos- La mire con los ojos llorosos, y ella de igual manera me miro llorando.
-Dígame que fue lo que les paso, por favor- Mire al señor que ni me he dignado a preguntar su nombre.
-Accidente automovilístico, chocaron contra un camión de carga pesada-Me miro por el retrovisor y ya no podía respirar.
Luego de media hora llegue al hospital, ellos llamaron a Ronald, obviamente les di el numero y se fueron después de que el llegara, les agradecí muchísimo y entramos al hospital.
Sentía que en cualquier momento me iba a desmayar, Ronald dijo que estaba pálida, así que el me dejo en una silla mientras se fue a preguntarle a una enfermera.
Una vez que regreso me dijo que aun no dan noticias sobre ellos, pero sentía que le faltaba algo por decirme.
-Todo estará bien- Me tomo de la mano, y sus ojos se llenaron de lágrimas, lo miré y apreté su mano.
-Dime lo que sabes- Dije en medio de lágrimas.
-Por favor, necesito saber- Lo mire, casi suplicando.
Se le escaparon varias lagrimas y sabia que algo no estaba bien, lo tome del rostro y seguía llorando.
-Por favor- Bajo la mirada y me abrazo. Ojalá que no sea lo que estoy pensando, por el amor de Dios que sea solo un producto de mi imaginación.
-Amor...- Me separe de el y lo mire, limpio mis lagrimas y ya me está desesperando.
-Evaluna murió- Otras lagrimas corrieron por su mejilla, y mi boca se abrió ligeramente.
Un fuerte dolor se impregno en mi pecho, haciendo que se me olvidara como respirar, coloque mi mano en su brazo y lo estruje.
-Dime que estas mintiendo, solo dímelo- Lo miré a los ojos, suplicando que todo fuese mentira, y que mi hija estaría bien.
Pero negó.
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Stay By Me.
Teen FictionPara la sociedad le resulta difícil creer o de tan solo imaginarse a dos personas que se llevan muchos años de edad puedan llegar a enamorarse. Están acostumbrados a lo cotidiano, y si ven algo distinto suelen criticarlo, e incluso tacharlo como si...