Stay By Me.

Capítulo 30.

Hi my little lovers 😚 Como verán hay un video en multimedia, así que yo les aviso cuando lo reproduzcan. Espero que les guste el capítulo. Voten, comenten.

♥♪✌

Mis ojos ardían de tanto llorar, estaban rojos e hinchados. El dolor que se había impregnado en mi pecho no había desaparecido, es más, se había intensificado.

Mi cuerpo descansó ligeramente al sentir el agua recorrer mi cuerpo, mis manos pasaban por mi cabello y escupí un poco de agua.

Ronald me trajo a mi apartamento para que según, pudiera descansar un poco. No pude dormir, no podía hacerlo sabiendo que Evaluna, mi mamá, y Liz habían muerto.
No sabiendo que los chicos están en cuidados intensivos.

Y entonces, mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas, mi pecho se comprimió, solté un grito ahogado cayéndome en la ducha.
Quiero que todo esto acabé, que sea un puto sueño, quiero tener a mi hija devuelta, a mi familia de vuelta.

Escuché mi celular sonar a lo lejos, pero no pude alcanzarlo, la llamada finalizó antes de que yo pudiera contestar. No obstante, me dejaron un mensaje.

Al verlo, mi sangre se heló y de inmediato salí a cambiarme.

Amber, Nicolás quiere verte.

Llegué corriendo al hospital hasta que por fin pude encontrar a Ronald. Este me indicó donde se encontraba en castaño y me llevó a su habitación.

Mi corazón estaba latiendo con locura, mis manos sudaban, y no podía alejar de mi rostro, la preocupación que estaba sintiendo.

No quería que él muriera, por el amor de Dios, que no muera.

Ronald abrió el pómulo de la puerta y poco a poco fui entrando. Mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas al verlo conectado a una cantidad de cables, el sonido de los latidos de su corazón era fastidioso. O no sé si es porque no me gustaba estar aquí, en estas condiciones.

Ronald salió para darnos espacio, y me acerqué a él.

Tenía bastantes moretones en su rostro, se veía pálido y sus labios estaban resecos. Hale una silla, me senté a su lado, coloqué mi mano en su brazo y estaba helado.

Mis ojos se habían llenado de lágrimas al verlo de esa manera, mis sollozos se escuchaban por toda la habitación; él al escucharlos, quiero creer que fue por eso, abrió sus ojos.

Pestañeó varias veces ya que la luz de la habitación era bastante fuerte.
Me acerqué aún más a él y le Sonreí. Y una lágrima traicionera rodó rápidamente por mis mejillas.

-Hola- Susurré, en un intento fallido le Sonreí.

El giró su cabeza para verme e hizo una mueca de dolor.

-Hola- De reojo miró mi mano sobre su brazo y no quiero apostar, pero sonrió al verlo.

-¿Como te sientes?-

-Esto duele como el infierno- Cerró los ojos, supongo que del dolor que tenía e hice una mueca en mi boca.
-¿Cómo está Evaluna?-

Mis ojos se salieron de órbita, él no se encontraba en condiciones para saber ese tipo de noticias, no quería ser yo quien se la diera.

Al ver que no contesté, tomó mi mano y sentí su mirada pesada sobre mí.

-Amber, mírame- Sentí una punzada en mi corazón, y como pude me las arreglé para mirarlo.
Su expresión cambió al ver que mis ojos poco a poco se llenaban de lágrimas.