Stay By Me.

Capítulo 12.

La alarma sonó, marcaban las 6:30am, aún con los ojos cerrados e inclinando mi cuerpo tiré la puta alarma al piso.

Gruñi un poco para luego levantarme. Acaricie mi estómago y le susurre un Buenos días, pequeña.
Sonreí ya que esta se removió un poco en respuesta supongo.

Hice todo el procedimiento de bañarme y cambiarme.
Cuando estaba peinando mi cabello me llegó un mensaje de Wendy donde decía que ya venía por mí.

Tomé un poco de café que habia preparado, agarre mis cosas, cerré el apartamento y baje para esperar a Wendy.

Tocó la bocina del auto de su padre, subí al auto y la saludé.

-Hola Tonta- La miré y ella colocó el auto en marcha.

-Hola Idiota, ¿Que te traes con Ronald?- Me miró de reojo y reí.

-Aún nada, sólo somos amigos-

-Amigo el ratón del queso, ¿por qué demonios no me cuentas nada Amber Patricia? Siempre me entero por lo poco que me cuenta Jerry- Me miró molesta y arquee una ceja.

-Pues si no estas en la escuela, o haciendo algún trabajo, estas con Jerry, ¿En qué momento te iba a contar?- La miré y torció los labios.

-Bueno, hoy una hora antes de que lleguen los sarnosos, llego al apartamento y me cuentas todo- La miré y asentí, me di cuenta que ya habiamos llegado, asi que me despedí de ella y salí del auto.

Entre a la cafeteria y Jerry se veía un poco estresado, junto a él estaba Stella y Yuleimis, otras empleadas, dejé mis cosas y lo saludé.

Este sólo me sonrió y comencé a arreglar las mesas y a limpiarlas.

-Hoy salimos a las seis, para que me de tiempo de comprar la comida y todo eso- Reí y asentí.

Los clientes no tardaron en llegar, con la única que medio hablaba era Stella, la otra chica era medio apática.

-Saben que si comen los cupcakes de pie, no engordan- Le dije a unas señoras obsesionadas con todo tipo de dieta pero no siguen ninguna.

-¿De verdad?- Sonrieron las dos y asentí.

Me retiré a buscarles el café y Stella rió.

-Eres cruel- Chocamos los puños y comencé a preparar el café.

La jornada pasó relativamente rápida, pero aún asi me dolía los pies, Jerry me pidió que cerrara el local, ya que tenía un trabajo pendiente con Ronald y su padre.

Con ayuda de las chicas cerramos, Wendy no vino a trabajar hoy porque según ella tenia otras cosas, que luego se las arreglaría con Jerry.

Llegué a mi apartamento y ya estaba la castaña, se levantó y me saludó posterior me acarició el estómago.

-Ve a bañarte para hablar, no tardan en llegar los estúpidos- Mandó y reí.

Tomé una ducha y salí con ropa deportiva puesta, sin zapatos obviamente.

-Bueno, cuéntame- Me senté con ella en el sofá y reí.

Le conté todo lo sucedido con Ronald y esta gritaba de vez cuando, y eso que no nos hemos besado que tal.

Pasó media hora y los chicos habían llegado, compraron comida.

-¿Que es lo peor que te ha pasado con una chica?- Miré a Jerry y los tres rieron.

-Le dediqué Yo quisiera- Reik. Y aún asi me dejó en la Friendzone- Rodó los ojos y reí.
-Puto reik y esa maldita canción, es el himno de la friendzone-

-El sabia que a todos no nos iria bien en el amor y por eso sacó esa canción- Dijo Ronald y reí.

-Correción, Dios sabia que a todos no nos iría bien en el amor y por eso inventó los memes, palabra del señor- Dijo Wendy riendo.

-¿Que no te iría bien? ¡Tu fuiste la que me dejaste en la friendzone!- Dijo Jerry exaltado y Ronald y yo eramos espectadores del show. No parábamos de reír.

-Pero después te saqué de ese horrible lugar, amor- Le guiñó el ojo y reímos.

-¿Cuando le dirás a tus padres sobre nosotros? Ya han pasado dos años mujer- Jerry le hizo un puchero y me hizo reir.

-Pronto, mis padres creen que soy lesbiana- Ronald soltó tremenda carcajada que hizo sobresaltarme.

-¿Lesbiana tú? Porfavor primero se da el apocalipsis zombie, la guerra de titanes y si por cosas de la vida llegas a morir, en la otra vida serías algo así como una enfermedad, la depresión; para que le des bien duro a Jerry todas las noches- Todos lo quedamos mirando un poco extrañados y preocupados ante tanta imaginación.

-¿Me quieres decir que...?- La chica lo miró con una ceja arqueada.

-Que te encanta el pene- Dijo Ronald y todos reímos, a excepción de ella, le tiró una almohada.

Hablamos de muchas cosas, negocios, experiencias vergonzosas, hubo uno que otro piropo por parte de Ronald.

Sentí como la bebé se removia inquieta y me estaba doliendo un poco.

-¿Te sientes bien?- Me miró el castaño un poco preocupado y asentí.

-Es sólo que está inquieta- Hice una mueca de dolor y este se acostó en el piso y comenzó a tocar mi barriga.

-Nunca he visto tu barriga desnuda- Me miró y reí.

-¿Y para qué la quieres ver?- Arquee una ceja.

-Para tener una conversación más intima con la bebé- Me alzó las cejas divertida, y levanté mi blusa y el sólo sonrió.
-Hola Evaluna, ¿Te acuerdas de mí? Soy Ronald, el chico que te habló ayer- Reímos.
-¿Crees que tu mamá y yo deberíamos tener algo? Si lo consideras patea una vez, si no patea dos veces- Reí al ver que la niña no hizo una, frunció los labios.
-Bueno, si no pateas significa que sí- Volví a reír.
Cinco segundos después sentí como la niña pateó.

-¡Ja! Una pateada, significa que si- Me miró picaro y rode los ojos.
-Deberías hacerle caso a tu hija- Me guiño el ojo.

Me bajé la blusa y este exclamó en forma de regaño, le indiqué que se levantara y cuando estabamos en la misma altura, lo besé.

El chico sólo demoró unos segundos para luego responder, el beso fué interrumpido por un fuerte grito, Wendy estaba viéndonos desde la cocina.

-¡Jerry apresúrate!- Gritó y reímos.

-¿Me ayudas a levantar?- Lo miré.

-¿Quieres ser mi novia?-