Stay By Me.

Capitulo 23.

Tenia los nervios a flor de piel, sabía que este momento iba a pasar más sin embargo sabía que no estaba preparada para afrontar todo esto, digo tenia más de un año que no veía a mis padres, tíos, sobrinos, a mi familia. Pareciera que fuera un puto sueño.

-Hola Amber- Dijo mi mamá sonriendo, mis ojos se llenaron de lagrimas al verla, se veía hermosa y un poquito más gordita. Ella al ver que mi cuerpo no reaccionaba se acercó a mi y me abrazo fuerte.

Oculté mi rostro en su cuello y seguí llorando. Todos estaban en silencio, solo se escuchaba el chillido de mi madre y el mío.

Una vez se separó de mí, me limpio las lágrimas, coloco su mano en mi rostro y sonrió.

-Te extrañé muchísimo mi niña- Me volvió a abrazar y miré a los chicos, estaban sonriendo y mi papá se unió al abrazo.

-No puedo creerlo Amber, creciste dos centímetros, estoy orgulloso de ti- Dijo mientras me abrazaba y escuche la risa de las chicas.

-Se pasa de poputo- Dijo Eleonor riendo. Podía ver a Nicolás hablando con Jade, si que esta grande esa niña. Los dos estaban riendo al parecer Jade no me había visto aún.

-¡Bueno ya! ¡Nosotros también somos familia, así que quítense!- Liz hizo que mis padres se apartaran y todos me abrazaron, a excepción de dos personas. Nicolás y una chica que no conozco.

-¡Si creciste!- Grito Gerard y rodé los ojos.

-Y ustedes no cambian- Dije riendo y me hice a un lado para que pudieran pasar al apartamento.

-Hola Amber- Dijo Nicolás entrando al apartamento sin ni siquiera mirarme y cerré la puerta.

-Bueno, al ver que nadie me presenta, soy Abby mucho gusto- Se acerco a mi la chica pelirroja y sonreí.

-Soy Amber, ¿eres prima de alguien?- Le estreché la mano y ella rió, como si fuera dicho algo estúpido y fruncí el entrecejo.

Miré por un momento a Nicolás y este jugaba con Sebastián y sonreí en respuesta. Lo imaginaba de la misma manera si tratara así a Evaluna, sería un gran padre.

-Soy la esposa de Nicolás- Dijo la pelirroja sacándome de mis pensamientos y luego analice lo que dijo. Se caso el muy infeliz.

-Oh, felicidades- Sonreímos y la chica se fue donde estaba el castaño.

Sentí como algo dentro de mi se termino de romper, pero igual ahora no es momento de llorar.

Escuché el llanto de la bebé y fui hasta su habitación para sacarla de la cuna. Arreglé su vestido y la besé.

-Aquí esta tu papá, amor- Volví a besar su mejilla y como si me fuese entendido sonrió en respuesta

Salimos de la habitación y ya las manos me sudaban, estaba nerviosa por la reacción de Nicolás.

-¡Lo veo y no lo creo!- Gritó Eleonor y todos se levantaron a ver a la niña, me la quitaron de los brazos y la bebé sonría como si a todos conociera.

-Es idéntica a Nicolás, no mamen- Susurró mi papá y reí.

Me senté en el sofá mientras veía como los chicos jugaban con la bebé, le hablaban y hasta le hacían maldades. Abby me pregunto donde estaba el baño, así que fui con ella hasta donde estaba el baño y pudo entrar.

-Gracias por decirme que tenia una hija- Me susurro Nicolás y me sobresalte.

-Joder, no hagas eso- Coloque mi mano en el pecho y este rodo los ojos. Se notaba que estaba muy molesto y se fue a la sala. Lo seguí y vi como pedía a la niña.

Esta de inmediato se dio con él, lo miraba y el a ella, la niña soltó tremenda carcajada haciendo que todos en la sala también riéramos.

-Hola mi amor- Le beso la mejilla y esta seguia riendo.

-Tienes cierto parecido a mi- Le mordió las mejillas y me senté al lado de mis padres. Estos me abrazaron

-Son idénticos Nicolás, no te hagas el pendejo- Dijo Jared y todos rieron.

-¿Cómo se llama?- Me miro Nicolás, y sentí cierto escalofrío en mi espina dorsal.

-Evaluna- Y asintió como si le gustara el nombre

-Calma- Me susurro mi mamá y paso su mano por mi espalda, solté un suspiro del que no me había percatado.

Nicolás hablaba con la niña y se perdía por todo el apartamento, solo lograba escuchar las risas de los dos, y mis ojos se llenaron de lágrimas.

Les ofrecí comida y extrañamente se negaron, al parecer habían comido mucho en la calle. Pero me pidieron jugo así que estaba sirviéndolos junto a Liz.

Abby no dejaba de mirarme y ya me estaba sintiendo un poco incomoda.

-Es hermosa tu hija- Dijo desde la sala la pelirroja y sonreí en respuesta.

-Y extrañamente parecida a Nicolás- Alzo las cejas y rodo los ojos.

No sabe nada al parecer.

-Somos familia, se debe parecer al menos un poco- Dijo Gerard y esta negó.

-El es el mejor amigo de Alejandro, que Amber le dijera tío a el es porque él le enseño así, pero no son familia- Reclamo la chica y nadie dijo nada. Repartí los jugos y dejé el de Nicolás en la nevera.

-Amber, la niña tiene hambre- Llego a la sala y vi que la niña se estaba chupando el dedo, saque el tetero y cuando me acerque a ellos, le saque el dedo de la boca.

-Déjame darle el tetero- Alce las manos y deje que él lo hiciera.

Se sentó en el sofá, ayude a que la niña se acomodara en su regazo y comenzó a darle el tetero.

Al parecer Abby estaba entre celosa y como si sospechara de algo, yo no le iba a decir nada, eso es deber de Nicolás.

Lo miré y negué. Ese momento en el que sientes como se colapsan los pulmones, el corazón se cae, las manos se congelan y se acelera la respiración. Ese momento en el que te desilusionas.

-Y... ¿Estas estudiando?- Se dirigió a mi Eleonor y asentí.

-Si, pero enfermería auxiliar- Le sonreí y esta solo me guiño el ojo.

-Te sienta bien ser padre, ¿No crees que deberíamos tener un hijo?- Abby le habló a Nicolás y vi como Siane la remedaba.

-¿Por qué no te agrada?- Le susurre y esta rodo los ojos.

-A ninguno de aquí le agrada esa vieja pendeja- Se acerco a mi me dio un golpe en el brazo. Ya se había demorado.

-Eso es por no decirme donde andabas- Asentí, y me dio otro golpe

-Y ese por dejarme- Pase mi mano por el brazo y las chicas estaban riendo.

-Ya se había demorado en hacer eso- Dijo Liz y asentí como respuesta.

Escuche cuando tocaban la puerta así que me levante y rápidamente fui a ver de quien se trataba. Rodé el pómulo de la puerta y abrí los ojos.

-Hola amor- Hablo Ronald y me besó.

-Se prendió esta mierda- Escuché a Siane y no quería girarme a ver.