Capitulo 23.

494 30 0
                                    


Cuando todo parece estar en tu contra, recuerda que los aviones para levantarse van en contra del viento, no a favor de éste.


Santiago de chile


Lunes, 10:40am.


-Amber-


Estaba ansiosa, nerviosa, e incluso un poco incómoda, me removía cada vez que podía en la silla, no prestaba atención a lo que decía el profesor de inglés, mi mente solo se enfocaba en los padres de Nicolás.

¿Cómo serán? ¿Por qué Nicolás tendrá tanto miedo? ¿Me van a aceptar?

Intentaba resolver esas preguntas y prestar atención a la clase, pero no, las dudas se hacían más grandes, y ya me estaba cansando.

La clase por fin terminó y nos dirigíamos a Química, escuché que el profesor lo habían despedido, fue encontrado con otra alumna teniendo relaciones sexuales en el salón, así que lo más probable seria que tendríamos hora libre.

Entramos al salón y un muchacho de unos veintiséis años más o menos se encontraba de espaldas arreglando quien sabe qué en su bolso.

Me senté en la tercera fila y arreglé mis cosas, cuando quise mirar al tablero el muchacho ya estaba....

Abrí los ojos como plato, traté de mantener la compostura y no abrir mi boca.

¿Por qué carajos Nicolás esta aquí?

De inmediato nuestras miradas chocaron, y al parecer mis pómulos estaban demasiado rojos ya que se estaba riendo.
No tardó casi nada en guiñarme el ojo.

-Buenos días estudiantes, seré su profesor de Química, y espero que hasta el momento no tengan preguntas, comencemos- Dijo de manera rápida y sacó sus marcadores.

Reí por su grandiosa presentación.

-Yo tengo una pregunta- Dijo una compañera un poco coqueta, ya me había sorprendido que esa zorra no preguntara nada.

-Dime- Dijo Nicolás, ni siquiera tuvo la decencia de mirarla.
Por eso es que amo a ese idiota.

-¿Cuál es su nombre?- Resople.

-¿Tiene esposa? ¿Hijos?- Dijo la amiga de la zorra.

Nicolás se giró a verlas y su expresión fue épica, tenía ganas de reír pero no, tengo que fingir estar celosa.

-Nicolás, si y dos hijos, no más preguntas sobre mí vida- Dijo en tono ¿Molesto? Aunque esa estuvo buena, hasta ahora me entero que tiene dos hijos.

-Pero profesor... - La interrumpió.

-¿Ya te quieres ganar el uno? Ni tuve que esforzarme- Se acercó a su escritorio y sacó la lista.
-¿Nombre?- Miró a la chica, y esta se rehusaba a decirle el nombre.

Se sentía una tensión tremenda, nadie quería hablar, ni hacer nada, incluso hasta a mí me daba miedo reírme.

-Uy, ¿Pero qué pasó aquí?- Entró Ele sonriendo, liberó un poco la tensión, que había pero no del todo.

-¿Tu qué haces aquí? ¿No debes estar en reposo?- Nicolás se acercó a ella y la saludó.

-El doctor me dijo que podía volver a mis actividades rutinarias, pero Jared tiene miedo y solo quiere que esté medio tiempo- Le sonrió, se veía tierna aunque de eso no tenga nada, tenía un vestido negro hasta las rodillas y ya se le notaba bastante el embarazo.
-Bueno díganme, ¿por qué tanta tensión?- Nos miró a todos, y detuvo su mirada en mí, haciéndome reír.

-Haciendo investigaciones sobre mí vida, que si tengo hijos, y esposa- Los dos rieron.

-¿Quien fue?- Nicolás señaló a la zorra.
-Debí saberlo, se llama Valerie, es la quinta en la lista- Nicolás rio, y de inmediato apuntó algo en la lista.

Todos reímos.

-Bueno, pórtense bien con él es un poco gruñón- Nos guiño el ojo, y posó su mano en su estómago.
-Adiós- Salió del salón y todos volvimos a mirar a Nicolás, no tardó ni cinco segundos en comenzar la clase.


18:30pm.

-Tú la vieras cuando comenzamos, toda tímida, discreta, apenas tomó más confianza- Colocó una expresión de picardía mi tío Gérard, mientras besaba a Liz.

-Ay, aquí hay bebés, y no lo digo por Sergio- Dijo Eleonor riendo.

Todos estábamos en la sala de la casa de Liz, excepto Nicolás y Siane.
Ellos estaban recibiendo a sus padres en el aeropuerto.

No querían que fuera, o bueno no lo tomaré así, más bien fue que sus padres enseguida irán a un hotel y a lo mejor hablarán de sus cosas, así que mejor sería no molestar.

-Puedo ser tierna, o sea no como Sofía pero tengo mis momentos- Dijo Eleonor, y mi papá la miró entrecerrando sus ojos.

-Dime algo tierno- Los dos se giraron a verse, Jared me pellizco y en un leve sonido, me quejé.

-Cuando cierro mis ojos... - Eleonor nos miró a todos riendo, y más a mi mamá.
-Pues no veo- Ella, Liz y mi mamá rieron.

No presté mucha atención a lo que decían, quería saber cómo estaba Nicolás.

-Nena, cálmate, él está bien- Dijo Jared como si fuera leído mis pensamientos lo miré de inmediato y le Sonreí.

-¿Tan obvia soy?- Miré a los chicos y agradecí que estaban hablando con Liz.

-Pues, un poco, estas ansiosa y preocupada ¿No?- Lo último lo susurró y lo miré.

-O sea, de verdad, ¿Tan obvia soy?- Abrí solo un poco los ojos y reímos.

-Me extraña que te sorprendas de mis habilidades- Se halagó a sí mismo y rodé los ojos.

Hablé como media hora con Liz y Gérard sobre el colegio y de más temas, del resto se la pasaron discutiendo Eleonor y mi papá, y ahora Jared es el que le hace maldad a Sergio, parecen niño pequeños la verdad.

Sacando a mi mamá, ella solo se ríe e intenta calmar las cosas cuando se salen de control, yo solo soy testigo de sus locuras.

Salí a la terraza un momento, acompañada del pote de helado sabor a vainilla y me senté en el suelo.

A medida que comía, pensaba en si debía mandarle el mensaje o no, pero es que la curiosidad me estaba ganando, así que saqué el celular de mi bolsillo y abrí su chat.


*Crush 💃*

-Hola amor, ¿Estas bien?-

Dejé el celular en el piso, y esperé a que respondiera, tardó unos cinco minutos hasta que el celular vibró.

*Crush 💃*
-Hola, sí debemos hablar-

No sabía que responder, con ese mensaje me di cuenta que no estaba bien, no sé qué mierda le habrá sucedido, así que solo añadí.

- Cuando todo parece estar en tu contra, recuerda que los aviones para levantarse van en contra del viento, no a favor de éste-

Traté de liberar un poco la tensión que torpemente había formado.

Stay By Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora