Capitulo 24

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Estaba dándole el tetero a mi hermosa hija, Dios, no sabía que sería capaz de hacer una niña tan linda. Y no lo digo porque sea hija mía, bueno también lo digo por eso, aparte que dicen que es idéntica a mí, eso lo hace aún más linda.

Estaba emocionado, a decir verdad, aunque no sabia que putas le diré a Abby.

Vi cuando Amber abrió la puerta y miré a Abby, estaba mirando a la niña y luego sonrio.

-Hola amor- Escuché la voz de un hombre, pero no quise girar mi cuerpo.

-Se prendió esta mierda- Escuché a Siane y la mire, fruncí el entrecejo, vi que la bebé había terminado de tomar el tetero y lo saque, lo deje a un lado y comencé a sacarle los gases.

Un hombre alto se acerco a nosotros, me miro con el ceño fruncido y Amber lo presentó.

-Oigan él es Ronald, Ronald ellos son mis padres, tíos y sobrinos- Se levanto y saludo a todos. Antes de que pudiera llegar a mí, me levante y coloque el tetero en la cocina. Cuando termine de sacarle los gases, note que la niña ya se estaba durmiendo.

Mas, sin embargo, opte por seguirla cargando, no quería despegarme de ella por un rato, ya me la habían quitado por más de un año.

Me giré y vi que Ronald tenia a Amber abrazada por la cintura, rodé los ojos de la frustración que estaba sintiendo.

A veces me dan celos y luego recuerdo que no somos novios y pues nada, los celos siguen ahí.

Entre al corredor del apartamento y ya no podía hablar con la niña porque estaba dormida y no la quería despertar, entre a su cuarto y todo estaba tan jodidamente ordenado. Vi sus juguetes y me causó gracia, no sé por qué.

Mire su cuna y luche entre si debía dejarla ahí o no.

-Es una niña hermosa, ¿No?- Escuche la voz del idiota de Ronald detrás de mí y lo remede, hasta que gire mi cuerpo y asentí.

-Soy Ronald, mucho gusto- Me extendió la mano.

Pero el gusto no es mío, pendejo de mierda, muérete imbécil.

Estreche su mano. -Nicolás, igualmente- Sonreí por cortesía.

Miro a la niña con las intenciones de cargarla, pero no señor, este pendejo no tocara a mi hija.

-Aun no creo porque el idiota de su padre no la visite- Dijo a regañadientes y fruncí el entrecejo.

-¿Perdón?-

-Amber me dijo que su padre ni siquiera la conoce- Se alzo de hombros y asentí sarcásticamente.

Mis ojos me picaban por llorar. No es drama, es dolor. No son celos, es miedo. No son palabras, son sentimientos.

-¿Eres el novio de Amber?- Asintió sonriendo.

-¿Cuántos años tienes?-

-27, ¿y tú?- Apoyo su cuerpo en el marco de la puerta.

-28- Sonreí.

-Veo que aun le gustan mayores- Susurré y reí.

-¿Qué?- Negue mientras caminaba y salía de la habitación.

- A ella le gustan más grandes

Que no le quepa en la boca

Los besos que quieran darle

Y que la vuelvan loca- Cante, mientras reía y por fin Sali de la habitación.

Vi a Amber en el corredor, no era tan estúpido como para no darme cuenta que estaba escuchando la conversación.

Stay By Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora