Capítulo 27.

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*Seis meses después*


Todo lo que deseas, está más allá del miedo.


Hospital, Universidad Santiago de Chile.


Sábado, 11:30am.


-Amber-


Tomé su mano, y me aferré a ella como jamás pensaba hacerlo, dolía verlo en esa cama, en ese estado, tan distante de mí.

Lo extrañaba a pesar de venir todos los malditos días a este hospital, ver que no mejora, pero gracias a Dios tampoco empeora.

Me siento peor a comparación de cuando él se había alejado de mí, al menos tenía la certeza de que estaba bien, pero verlo aquí, ver como muere y no poder hacer nada me está matando a mí también.

¿Que se supone que pasará después de esto?

Sentí la mano en mi hombro y me limpié las lágrimas.

-Cariño, debes comer algo- Supe que era la señora Angélica, me giré solo un poco y le hice una pequeña sonrisa -Debes estar hermosa para cuando despierte, no quiere encontrarte toda delgada-

Lo volví a mirar, estaba tan pálido y un poco delgado, apreté su mano.

-Si es que llega a despertar- Lágrimas volvieron a salir y Angélica hizo que me levantara de la silla para abrazarla.

-Amber... - Susurró.

-Solo quiero que despierte, siempre vengo con la esperanza de que esté despierto y vuelva a verme con esa picardía que solía hacerlo, que vuelva a... - Cerré los ojos y mi voz se entrecorto.
-A ser él-

No dijimos una palabra más, no tendríamos que hacerlo, sólo esperar.

Sé que a ella también le duele, pero pocas veces lo demuestra, veo que eso es hereditario.

...................................................


No sabía qué hora era, tampoco es que estuviera interesada en ello.

Estaba sentada en mi sitio habitual a su lado, tomando un café que mi tía Eleonor me trajo, ella solo se quedó una hora ya que tenía que tenía otras cosas por hacer.

Tome un sorbo y me incliné hacia Nicolás, y Sonreí.
Solo se escuchaba el chillido de las maquinas, y... Cuando vibró mi celular.

Era mi madre, estaba preocupada por mí, ya tengo varios días que no duermo en casa, y sé que necesito un descanso de todo esto.

Cerré los ojos por un momento, tratando de contarle algo a Nicolás, y recordé a mi tía Liz.

-Sabes Nico, nunca te conté como fue que dio a luz mi tía Liz- Sonreí, y acaricie su mano, mordí mi labio
-Ella estaba muy emocionada porque tendría una niña y se fue de compras con Ele y mi mamá, cuando llegó a la casa comenzó a discutir con mi papá porque se había comido su emparedado de jamón y queso- Reí ante el recuerdo, y otra vez comencé a llorar, fuera sido genial que el fuese visto esa escena.

-Ella verdaderamente estaba muy alterada, la fueras visto, estaba fuera de sí, ni Gerard logró calmarla, creímos que sufriría un ataque cardíaco, pero sucedió algo mucho mejor, ella rompió fuente- Reí y comencé a acariciar su brazo.

Stay By Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora