Capítulo 13.

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Estaba sentado en el sofá de Eleonor, pensando en que Coños hacer con mi vida, aunque en parte, tengo un trabajo estable y gano mucho dinero, dentro de poco compraré una casa, cambiaré mi auto.

Pero... ¿De que me sirve todo eso si mi vida amorosa es una mierda? Estoy mal emocionalmente, todos estos meses, creí que podría llegar a sentirme mejor, pero su recuerdo venía a mi mente una y otra vez.

¿Que castigo estaré pagando?
Ser tan mujeriego.

Listo, ya recordé.

¿No creen que es mucho tiempo?.

-No hay mal que duré cien años, ni cuerpo que lo aguante- Sentí una mano en mi hombro y me sobresalte, me di cuenta que era Eleonor.

-Joder, pensé que era mi consciencia la que había cobrado vida y venía a reclamarme cosas que he hecho- La miré y esta rió.

-No sé porque me dices eso, tu consciencia a de ser negra, yo soy blanca cariño- Alzo sus cejas riendo.

Miré el reloj. 19:00pm.

-Sé que tienes responsabilidades con tus hijos pero, ¿Me acompañas a un bar?- Le Sonreí y esta rió.

-De hecho, hoy los bebés se van para donde Siane raramente la castaña los pidió, les dejé dinero por si les daba hambre, asi que vamos- Se alzo de hombros y tomó su chaqueta.

Yo me levanté del sofá y Jared salió a la sala sólo con una toalla envuelta en sus caderas, y gotas rodaban por su cuerpo desnudo.

Miré a Eleonor y lo miró con descaro y reí. Cuantas cosas no se le pasará por esa mente perversa.

-¿Saldrán?- Jared nos miró y como ví que su mujer no articulaba una sola palabra, decidí hablar.

-Pues sí, le pedí que fuéramos a un bar, ¿Nos acompañas?- Este me miró riendo.

-Claro, denme cinco minutos- Me miró a mí, luego a Eleonor le guiño el ojo, y luego se perdió por los pasillos.

Miré a la castaña.

5, 4, 3, 2, 1....

-Joder, viste como se le veían esas nalgotas- Me miró y solo reí.
-Y ese paquete también era notorio- Se tiró en el sofá suspirando y arquee una ceja.
-¿Qué? Desde que nacieron los bebés, soy un poco más expresiva en cuánto al sexo- Me sonrió.

-Lo noto- Reí y miré el reloj de nuevo, pasaron cinco minutos y Jared salió.

Nos subimos en mi auto, Jared estaba en el copiloto, Jade atrás y yo conduciendo.

Llegamos a un bar un poco lejano, pero es mi favorito. He venido aquí con Alejandro otras veces, supongamos que a veces mi ex suegro ha sido mi compañero de tragos para superar a su hija.

Luego de parquear el auto, entramos al bar, el ambiente ya estaba muy pesado y me pareció extraño ya que aún es muy temprano.

Nos sentamos en el taburete y Jared pidió las cervezas.

-¿Vas a tomar?- Miré a Jade y esta estaba un poco aturdida por la música.

-No, yo sólo quiero empanadas- Hizo un puchero y reímos.

Luego de muchos tragos, bailar con chicas que en mi puta vida habia visto, decidimos salir de aquel lugar.

El alcohol se me subió a la cabeza y comencé a hacer muchas estupideces, hablar sobre Amber y el bebé.

-¿Fué tan difícil para ella poder decirme que estaba embarazada? Yo sé que soy un idiota, pero ¿de verdad creyó que no me haría cargo?- Estabamos sentados en una banca, en mi mano tenía una botella de cerveza.
Tenía frío y lo peor fué que me dió hipo. Joder.

-A lo mejor sólo tenia miedo- Dijo Eleonor con la boca llena, la miré de reojo.

-¿Que demonios estas comiendo?- Le miré la envoltura.

-Empanadas- Rió.
-¿Quieres?- Me Alcé de hombros.

-Que más da- Me extendió la bolsa y mordí de la empanada, realmente estaba deliciosa, tenía Queso, y jamón.
-Bueno ya- Me quitó la bolsa y Jared rió.

-Si adivinas cuántas se ha comido, te doy otra cerveza- La castaña lo golpeó en el estomago y pensé.

-Cuatro- Lo miré y negó.

-Seis- La mire con la boca abierta.

-¿Qué? Mientras bailaba quemaba toda la grasa- Reímos y me quedé mirando el cielo.

Mardita niña, te encanta volver mierda mi vida.
Solté un suspiro de frustración, tenía ganas de llorar y no porque la extrañará o a lo mejor si la extraño pero ese no es el motivo de ahora.

Quiero llorar de la impotencia, que aún tengo sentimientos hacía ella, quisiera ser como ella, que le valió verga alejarse, quisiera ser así de fuerte pero no, soy todo llorón maldita sea.

-Sácalo mijo- Dijo Jared mientras colocó su mano en mi espalda.
Luego de algunas cuántas lágrimas, y absorver mis mocos, llegué a una conclusión.

-¿Sabes? Algunas cosas no hay que entenderlas, sólo hay que dejar que sucedan- Los miré y asistieron.
-No es justo que yo me esté matando por encontrar una respuesta a todo esto que me está pasando y ella allá feliz con algún idiota, ya me habrá reemplazado- Me levanté, al igual que ellos, me causó gracia ya que Eleonor aún tiene la boca llena.

Llegamos al auto y le extendí las llaves para que ella manejara.

-No puedo quedarme con ese amor estancado, con el tiempo se rompe y me lástima. Necesito liberarlo, sólo un poco más, pero necesito hacerlo.- Dije una vez que Eleonor colocó el auto en marcha.

-Sólo no te vuelvas mujeriego- Eleonor me miró por el retrovisor y reí.

-Prometo que no serán rubias- Reímos.

Llegamos a mi casa, eran las tres de la mañana, creo que no trabajaré hoy.
Los bebés estaban dormidos en el cuarto de Siane y ella estaba durmiendo en el mío.

Eleonor tomó en sus brazos a la pequeña Jade, y Jared tomó a Sebastián.

-Si quieren los acompaño hasta...- Jared me interrumpió.

-Vivimos a dos casa, está bien- Río y salieron.

Cerré la casa, y me acosté en la cama de Siane, ni loco la cargaria ella pesa mucho y mis piernas parecen gelantina.

Giré mi cuerpo de lado y cerré los ojos: Quien te quiere busca la manera de arreglar las cosas, no de alejarse.

Stay By Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora