A pesar de todo el tiempo que pasó, sigues siendo una herida muy grande en mí que no logro cicatrizar.
Santiago de Chile
Miércoles, 13:20pm.
-Amber-
Lo que menos quería era hablar con él, porque sabía que si lo hacía término insultándolo o incluso llorando.
No quiero darle esa satisfacción de verme triste por él, de que alguna u otra manera sus acciones me afectan.
De que se enterara que aún lo amo, bueno en sí no es novedad, pero lo que sí es novedad para mí, es que el ya no me quiera como solía hacerlo.
No sé lo que pasó, a lo mejor sería mi papá, tal vez no quiere que su amistad se dañe, o la distancia.
No sé, quisiera saberlo pero no me atrevo a preguntarle.Estábamos sentados en un parque, un poco alejados del restaurante donde estábamos, en un silencio jodidamente incómodo.
Me estaba desesperando así que decidí hablar primero.
-Bueno, como dije desde un principio no tenemos nada de qué hablar, tengo hambre, adiós- Cuando me iba a levantar, este me tomó de la mano y me obligó a sentarme.
-Quiero hablar de lo que escuchaste aquella vez en casa de Ele- Lo miré, y tenía una expresión rara en su rostro, ¿preocupación tal vez? De lo que llegue a pensar sobre lo que escuché.
-No sé de qué estás hablando- Aparté su mano, y miré hacia un punto fijo.
-Si lo sabes Amber, y no podemos resolver nada si siempre tienes esa actitud- Gruño, no me atreví a mirarlo.
-¿Resolver qué? Nicolás entre tú y yo ya no hay nada, o bueno si tal vez una estrecha relación entre tío y sobrina, pero más nada- Sabia que si seguía aquí iba terminar llorando, quería irme, pero el muy idiota no me dejaría, estoy pensando seriamente en comenzar a gritar.
Lo escuche reír.-Piensa lo que quieras sabes que no es así, y solo lo dices para sentirte mejor contigo misma- Se acercó a mi oído.
-Yo que culpa que mi sobrina me traiga loco- Me mordió el lóbulo, hice un gran esfuerzo por retener un suspiro.Lo miré y tenía la típica sonrisa burlona, rodé los ojos.
-Eres un imbécil, eres exactamente como mi papá me viene advirtiendo- Frunció el ceño.
-¿Que te dice?-
-Nada que te interese, ¿ya me puedo ir?- Arquee una ceja y este solo rodo los ojos.
-¿Aún te gusto Amber?- Ok, esto si no me lo esperaba, ¿joder que le respondo? No le diré que sí.
Duré unos cinco minutos pensando bien lo que le diré, buscando entre mi alrededor la respuesta, pero la muy maldita no llegaba.-No- Ni siquiera lo miré, no me atrevía.
-Y ¿entonces por qué te colocaste tan celosa por lo que escuchaste?- Susurró en mi oído de manera tan seductora tan... ¿Qué mierda acabo de decir?, causando un escalofrío en mi espalda.
Te odio Nicolás.
Solté un gruñido.
Me giré a verlo un poco molesta
-Yo no estoy celosa... - Me interrumpió Plasmando sus labios sobre los míos, no me sorprendió la verdad desde hace rato me miraba los labios, y de vez en cuando hacia un triángulo sobre mis ojos, nariz y labios.Le seguí el beso luego de cinco segundos, quería separarme pero joder besa tan bien, colocó su mano sobre mi mejilla y la acarició, y no sé por qué, se me vinieron a la mente todos los momentos que pasamos.
Sé que sonó demasiado gay, pero son unos de tantos efectos que causa en mí.¿Tendrá marihuana en su organismo?
¡Por Dios Amber!Reí en el beso y me separé, él se encargó de juntar nuestras frentes, lo miré a los ojos y me pareció tan tierno, le salía ese brillito tan cliché que mencionan siempre en las novelas.
Tenía los labios entreabiertos y un poco rojos.- A pesar de todo el tiempo que pasó, sigues siendo una herida muy grande en mí que no logro cicatrizar- Dije sin pensar y de inmediato me reprendí internamente, su expresión cambió, ¿se notaba triste? ¿Preocupado? No lo sé.
-Amber yo... - Su voz se entrecorto y si seguíamos hablando alguno lloraría lo sé, se notaba en su rostro.
-Vamos, ninguno de los dos a almorzado y tengo hambre- Asintió sin más y nos levantamos.
La comida fue un poco incómoda, el seguía muy pensativo, y bueno yo tampoco hacía nada para calmar tal tensión.
05:40pm.
Cuando terminé de hacer todos mis deberes me fui para la sala jugar con Sergio.
-Hola- Los saludé a todos y mi tío Gérard me hizo una seña para que me sentara junto a él.
-¿Cómo estas nena?- Le Sonreí y le extendí los brazos para que me pasara a Sergio.
Una vez estaba en mis piernas comencé a hacerle cosquillas.-Bien ¿y tú?- Lo miré de reojo y asintió. Sergio daba pequeñas carcajadas contagiando a más de uno en la sala.
-Hace rato no lo escuchaba reírse así- Dijo mi mamá y sentó al frente de mí.
-Claro, si Eleonor siempre le está haciendo maldad al pobre niño- Dijo Liz riendo, la miré y comía una caja de cereal.
-Deja que tenga su primer hijo, le haré maldad yo también- Sonrió cínicamente Gérard.
Sergio se bajó de mis piernas y gateo hasta donde mi mamá.-Depende, si es niña, solo te dejará verla desde lejos, ¿olvidas que Jared es muy celoso?- Rio mi papá.
-La mejor venganza es que mi pequeño puto le guste su hija- Todos reímos.
Siane me escribió un mensaje para ir a la casa de Eleonor.
Pedí permiso y salí de la casa.Me compraré un bicicleta, esto de estar caminando ya me está aburriendo.
Dijera que me compraran una moto pero mi papá le da un infarto de tan solo pensarlo.Entré a la casa y estaba Siane y Nicolás en la sala.
Un poco discreta mordí mi labio inferior y me acerqué a ellos.
Los saludé y noté que estaban un poco preocupados.-¿Qué pasó? ¿Llegué en mal momento?- Les pregunte y los dos negaron.
-Bueno un poco, cuando te escribí no pasaba nada- Dijo Siane y fruncí el ceño.
-¿A qué te refieres?- Miré a Nicolás y seguía en la misma actitud de esta tarde. Rodé los ojos.
Hombres, después dicen que las mujeres somos las complicadas.
Y fue cuando lo escuche gritar.-Por qué no colocas en práctica tu carrera, es decir, ¿por qué no nos haces terapia de parejas?- Escuche a Jared gritar desde alguna parte de la casa, aunque eso sonó más en forma sarcástica que una pregunta.
-Lo que el niño quiere es que lo trate como uno de mis pacientes, listo yo tengo unos precios establecidos y cuando los pagues, hacemos un paréntesis de que somos pareja y te trato como uno de mis pacientes, ¿es lo que quieres?- Me sentí mal por Eleonor, se notó que estaba dolida.
-Yo no quise... - Trató de hablar Jared pero ella lo interrumpió.
-Primero esa no es mi especialidad y lo sabes, segundo tengo días demasiado largos y lo único que quiero es llegar a la casa y hablar con mi esposo no con un paciente- Escuchamos los pasos y nos dimos cuenta que ya estaba en la sala.
Nicolás y Siane voltearon, yo la vi por el reflejo del televisor, estaba en pijamas con el cabello un poco desordenado y descalza.
-Siento que hayan tenido que escuchar eso, por lo general no solemos gritarnos- Sollozo, y salió corriendo de la casa.
-Llamaré a Liz- Dijo Nicolás sacando su celular y salió corriendo detrás de ella.
Miré a Siane sin saber qué hacer y también sacó su celular.
-¿Y si llamamos a Alejandro? Él sabe cómo controlar a Jared- Asentí sin más y subimos las escaleras a buscar a Jared.
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Stay By Me.
Teen FictionPara la sociedad le resulta difícil creer o de tan solo imaginarse a dos personas que se llevan muchos años de edad puedan llegar a enamorarse. Están acostumbrados a lo cotidiano, y si ven algo distinto suelen criticarlo, e incluso tacharlo como si...