Capítulo 22

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Todo parecía bueno desde un punto de vista, pero del otro sólo había preocupación y desorientación.

La falta de Amarok ya estaba empezando a hacer efecto y afectar a su reino con cada día que pasaba.

Algunos creían que Garm lo tenía prisionero, otros que había muerto, otros que había desaparecido simplemente.
Lo que más los asustaba era que estaban solos, sin un líder ni nadie en quien confiarle su protección.

Pero al menos estas noticias no han salido del territorio del los Arcanos y eso es bueno.
Si llegase a pasar, entonces no habría vuelta a atrás.

Afrodita miraba contemplante la Luna mientras meditaba.
La luz de la Luna brillaba en sus ojos.

-Donde estas amor mío?-susurro -Mi reina, dígame si es que tengo que anunciar una muerte o un regreso?-suplicó a la Luna.

Al día siguiente aproximadamente a las 4 de la tarde Jessica caminaba de vuelta a su casa.
Con lágrimas brotando de sus ojos, era de costumbre que la molestaran a diario.

-Desde aquí puedo oirte llorar.-dijo una voz. Era Amarok.
-Ignorame entonces.-
-Dime, que hace que llores?-
-Lo mismo de siempre...- dijo mirando al suelo, llorando cada vez más.
-Que te he dicho de llorar con la cabeza abajo?-
-Sólo déjame.-
-Te lo volveré a repetir. Si vas a llorar que sea con tu cabeza en alto.-

Jessica levantó su cabeza al cielo y respiró profundo, la lágrimas bajaban intensamente.

-Porque no hablas con alguien de lo que te molesta?-
-Tu no entiendes Amarok.-
-Porque crees que no lo hago?-
-Vives prácticamente en otro mundo, no sabes o que es acoso escolar.-
-Ilustrame.-
-Opinan cosas sobre ti, te insultan, te golpean, te avergüenzan, te hacen sentir mal, bajan tu autoestima, se burlan de lo que a ti te causa dolor.-
-Tu tienes la culpa.-
-Que?? Como te atreves a decir que tengo yo la culpa de algo que ellos hacen todos los dias Amarok?-
-Sabes porque eres tu la culpable?-
-No. Ilustrame!-dijo sarcasticamente
-Por que sólo tu tienes el poder de que alguno de sus comentarios o insultos te afecten.-
-...-
-Sabes porque te digo que llores con tu cabeza en alto?-
-No porque?-
-Porque llorar no esta mal, hasta los más fuertes lloran, pero si lo haces con la mirada al suelo muestras debilidad... pero si lo haces con la mirada en alto puedes ver el mundo a través de tus cristalinas lágrimas y ver cosas que tu puedes cambiar para no volver a derramarlas... llorar no es de gente vulnerable, es de gente fuerte que a veces se cansa de ser fuerte y soportar y simplemente lo deja salir.-
-No sabía eso.-
-Ahora lo sabes.-
-Quisiera poder hacer algo para cambiar la forma en que me tratan.-
-Tu puedes.-
-Pero Nose por donde empezar.-
-...-
-Amarok?-
-...-
-Amarok estas allí?-
-...-
-Amarok!-
-...-
-Me estas jodiendo por que no es gracioso.-
-...-

Jessica se detuvo en el camino preocupada, cerró sus ojos y intento conectarse con Amarok, escucharlo o verlo.
Pero no podía. Era la primera vez que lo intentaba y estaba desesperada.

-Amarok...-susurro.

Una imagen un poco distorsionada aparecio en su mente... Era... Amarok?
Estaba donde siempre, en el cubículo de los establos... desmayado y inconsistente.

-Amarok!!!-gritó Jessica y al instante sus pies comenzaron a moverse.

Jessica comenzó a correr desesperada a casa.
Preocupada con el corazón a mil y en su garganta.
¿Porque se desmayó?

Jessica corrió el resto del camino y por fin llegó a casa, los empleados no estaban en sus puestos a lo mejor estaban en una reunión con el abuelo de Jessica.

Jessica dejo su mochila en el suelo de la cocina y corrió a los establos.
Corrió como loca y llegó, se detuvo en la entrada y pudo ver al final la gran cabeza de Amarok recostada en el suelo, asomándose al pasillo.

-AMAROK!-exclamó

Corrió hacia él, se agachó, tomó su cabeza y sacudió un poco su cuerpo tratando de hacer que reaccionará, pero era inútil.
Tocó sin querer su cuello y de allí emanaba un calor inexplicable.

-AMAROK estas ardiendo!-

Jessica se quitó su abrigo y lo puso debajo de la cabeza de Amarok.
Jessica se levantó y corrió, tomó una cubeta de agua y un pañuelo, volvió donde se encontraba Amarok y metió el pañuelo en el agua.

Se volvió a levantar y pensó en algo mucho mejor.
Recordó que en casa había jarabe para niños que baja la fiebre.

Corrió a la casa y entró a la cocina, revisó algunas gabetas y no encontraba el jarabe, buscó en la última gabeta que faltaba y allí estaba. Lo tomó y lo llevo a los establos.

Se agachó junto a Amarok y abrió el jarabe, tomó el enorme ocico de Amarok y vertió un poco de jarabe.

Este lo tragó.

Saco el pañuelo del agua fría y lo puso en el cuello de Amarok. Casi podía brotar vapor de lo caliente que estaba su cuerpo.
Jessica volvió a meter el pañuelo al agua y volvió a sacarlo y ponerlo en su cuello y cabeza.

Repitió eso un par de veces más. Tratando de que su fiebre bajará poco a poco.
No podía saber si Amarok podía tener un daño a nivel neuronal, o si despertaria, sólo era cuestión de tiempo.

Jessica puso la cabeza de Amarok sobre su regazo y comenzó a acariciarle la cabeza, repitiendo también el procedimiento del pañuelo.

-No te mueras Amarok, por favor! Estoy aquí! AAMAROK!-

Sin darse cuenta Jessica perdía algo sin tener idea que estaba sucediendo, el mechón chocolate oscuro de su cabello comenzó a desaparecer.

Algo moría en Amarok.

Hermosa-MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora