Capítulo 90

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Se hicieron casi las 8 de la noche y estaban los cuatro sentados en el comedor, los dos adultos reían contando anécdotas del pasado, mientras el momento incomoda prevalecía entre los dos jóvenes.
-No han hablado mucho ustedes dos…-dijo el abuelo de Jessica
-Es que en la cabalgata de esta mañana hablamos mucho y en verdad ya no tenemos nada de qué hablar…-respondió Jessica
-oh, bueno…- respondió el padre de Ian.

Ana sirvió chocolate caliente para todos, aliviando la tensión con este rico manjar con malvaviscos, Jessica estaba sentada, con su mano en la quijada, meditando todo lo que se suponía que era su vida, recordando lo que Diana le había mostrado sobre sus padres, sonrió al recordar que ellos la observaban y la seguían amando como ella a ellos, pero en ese mismo instante  sintió un sabor amargo dentro de ella, paso por su mente de repente la manea en que se entero que estaba huérfana…

-Hey! Estas sorda?-dijo Ian sacándola de su trance.
-Que es lo que quieres?-
- Tu abuelo te está pidiendo que me muestres una habitación… para cambiarme y descansar…-
-Bien…-

Jessica se levanto de su silla y subió las escaleras hacia las alcobas, detrás de ella venia Ian, observando detenidamente la cintura de Jessica, al parecer le llamaba la atención esa parte de su cuerpo, era extraño no lo creen?
Jessica se detuvo al principio de las escaleras y se volteo, señalo hacia su derecha…
-Hacia allá están las habitaciones sin ocupar, no puedes escoger la última del corredor, puesto que esa es de mi abuelo.

Ian termino de subir las escaleras y vio a la izquierda, la primera habitación tenía un cartel de madera rosa, tallada con el nombre de Jessica, seguido de esa habitación, a la izquierda había otra habitación, junto a la de Jessica.

-Escogeré esta.-dijo Ian señalándola
-Es en serio?-
-Hay algún problema?-
-Si, esta junto a la mía.-
-Pues tu abuelo dijo que podía escoger la que quisiera y esta me gusta-
-Creo que naciste para hacerme la vida imposible.-
-Estúpida princesita…-dijo Ian entrando a la habitación que había escogido, dejando a Jessica parada allí.

Jessica apretó los puños, estaba frustrada por causa de el, entro a su cuarto y se tiro en su cama, los pensamientos hacían que su corazón se acelerara, por la rabia e impotencia que él le hacía sentir.
Luego de un par de minutos, lentamente se quedo dormida.

-Jessica… Jessica… je… ssi…. ca…. ¡JESSICA!-

Jessica despertó de repente, en medio de un susto. Era Amarok quien la llamaba…
-Dime que sucede, lo siento estaba en un sueño profundo…-
-Tengo una sorpresa para ti…-
-En serio?-
-Te estoy esperando donde siempre, trae a tu caballo.-
-Bueno!-dijo Jessica ansiosa, pero no tenía idea de lo que Amarok tramaba.

Jessica tomo su abrigo y salió de su habitación, las luces de la casa aun continuaban encendidas, eran alrededor de las 10 de la noche, pero no había nadie por allí, Jessica bajo las escaleras y camino directamente hacia la cocina, al igual que en las otras partes, no había nadie, atravesó la puerta y la azoto una brisa muy, muy fuerte.

-EXCELENTE MOMENTO PARA TU SORPRESA AMAROK!-dijo sarcástica.
-Lo sé- dijo Amarok, al parecer no entendió el sarcasmo.

Jessica como pudo llego a los establos, luego de un centenar de caídas. Preparo a Meghan y la saco, al acercarse a la cerca fue divisando esa figura familiar, con esa puntiaguda cabeza, por la corona que traía.
Cuando por fin pudo llegar frente a él, le sonrió y Amarok le hizo una reverencia.
-Wao, que formalidad…-
-Sube al caballo.- dijo Amarok, Jessica obedeció y lo hizo, cuando ya estaba arriba…
-Ahora debes cerrar los ojos, no puedes ver…-
-De que se trata todo esto? Como se supone que cabalgare si tengo los ojos cerrados?
-Yo guiare las riendas… no te preocupes por eso, ahora hazlo.-

Jessica cerró los ojos y Amarok, tomo las riendas con sus colmillos y comenzó a guiar a Meghan, al principio esta tenía un poco de miedo, pero las dulces palabras de Jessica la calmaron poco a poco, pasaron unos diez minutos de caminata, silenciosa…
La caminata se volvía más extensa, cada vez más y más.
Entonces ya habían pasado alrededor de 20 minutos y la curiosidad de Jessica se hacía mayor, en un instante, esta levanto sus parpados un poco…
-No hagas trampa Jessica!-dijo Amarok.

Jessica volvió a cerrarlos rápidamente.
-Cuando es que llegaremos…   ¿a dónde me llevas, después de todo?-
-Ya veras, ya casi llegamos.-

De repente Jessica sintió que las pesuñas de Meghan ya hacían un sonido distinto al chocar contra el suelo, ya no sonaba como tierra, sino como piedra o algo similar, estaban al parecer entrando a un ambiente distinto.

-Jessica ahora baja del caballo, con cuidado… estoy frente a ti, Jessica extendió sus manos, aun con los ojos cerrados, para poder tocar a Amarok y tener una referencia. Jessica bajo con mínima dificultad del caballo y sus tenis no se sentían sobre tierra.
-Amarok… dónde estamos?-
-Sujétate de mí, avanzare.-

Jessica tomo algo de pelo de su lomo y lo siguió torpemente mientras el avanzaba, aun con los ojos cerrados.
-Párate detrás de mí…-dijo Amarok

Jessica, palpando el cuerpo de Amarok obedeció y se ubico detrás de él, estaba empezando a sentir miedo.
-Y están todos?-pregunto Amarok
-Si, todos.-contesto Arvak, Jessica estaba confundida, no sabía que había otra presencia allí…
-Amarok… tengo…-
-Tranquila, confía en mí…-dijo Amarok
-Bien…-
-Buenas noches a todos… primero que todo quiero agradecerles por venir y mas por ser fieles a mí, eso me llena de mucha gratitud, no saben cuánto. Pedí que os reunieran porque tengo algo que no les he confesado, se que fue mi error no habérselos dicho desde el día uno, pero no sabía cómo reaccionarían, pero luego de pensarlo por un  buen tiempo he tomado mi decisión y como rey debe ser respetada por ustedes.
Recuerdan cuando desaparecí? Claro que lo recuerdan, pues un Lycan me ataco sin darme cuenta por estar entretenido con un cachorro que creía que estaba perdido, pero en realidad era una trampa, quede muy lastimado, ensangrentado e incapaz de caminar, cuando sentía que la muerte estaba llevándose mi alma… otra criatura me vio allí…-

Jessica reconocía esa historia perfectamente bien.

-Tendido, agonizando, a pesar de que mi apariencia no es muy normal que digamos esa criatura me sano, me cuido y a pesar de mis esfuerzos para alejarla de mi, se quedo… no tenia como pagarle de ninguna manera… me oculto hasta que pude caminar, pero no podía irme hasta estar seguro que conocía mi gratitud así que decidí… pactarme con ella, sé que es tradición hacerlo entre nuestra misma especie, pero esa indefensa criatura me hizo romper barreras, me enseño que no todo tiene que ser gris, su alma por alguna razón está ligada de por vida a la mía, no tengo idea de por qué… a su especie pertenecimos hace muchos años… pero nunca congeniamos tan de cerca… acepto que la juzgue al principio, pero me hizo cambiar de opinión, me dio muchos motivos para quedarme en este mundo luego de estar muy cerca de la muerte, está aquí conmigo, le guie para presentarla ante mi reino, para que la acepten como yo lo hice. Ella, después de todo es mi promesa y tengo que respetarla, así que también deben hacerlo ustedes…-

Cuando Jessica escucho la palabra “presentarla” llego como viento una idea de lo que se trataba y no pudo evitar abrir los ojos de golpe. Cuando lo hizo vio a Arvak, junto a él estaba Afrodita con ese pelaje blanco brillante, la observaban sonrientes.
El corazón de Jessica casi se sale por su boca.

-Su nombre es…. Jessica…. Y es una humana…-al igual que el de Jessica el corazón de Amarok iba a mil.
Los demás lobos del reino quedaron perplejos, muchos murmuraban, parecían que hubieran escuchado una barbaridad.
De repente todo quedo en total silencio. Todos tenían su mirada hacia arriba, a la cueva donde estaba Amarok, Jessica, Arvak y Afrodita.
-Ya puedes salir Jessica…-susurro Amarok a través de  sus pensamientos.
Jessica dudo mucho.
-Vamos Jessica, ve.-le dijo Arvak
-Anda, antes de que piensen algo malo.-dijo Afrodita
Lentamente, Jessica se volteo, pero aun no podían verla, necesitaba acercarse más, Amarok miro hacia atrás y le hizo una seña con su cabeza para que se acercara hacia el frente, Jessica dio dos pasos, sus piernas le temblaban, cuando  estuvo más cerca del borde de la cueva, pudo ver a ese centenar de lobos, unos sentado, otros parados al verla todos se incorporaron, les parecía una aberración.
-Ella es Jessica, la compañera de mi alma…-
-como sé si me han aceptado?-susurro Jessica a través de sus comentarios.
-Aullarán.-respondio Amarok

Reino un silencio profundo… hasta que…
-Hola…-dijo Jessica, levantando su mano en señal de saludo, los lobos que estaban casi en la primera fila, se podría decir, retrocedieron un poco, no confiaban en ella y nos se les culpa, son especies que no se conocen y en segundos no pueden actuar como si la conocieran de siglos.
Al el frente se acercaron Arvak y Afrodita, estaban empezando a impacientarse al ver que nadie hacia ningún movimiento.
Se veía que nadie estaba seguro de que hacer.
Jessica miro a Amarok un poco asustada… pero entonces Afrodita lo hizo.

Aulló, tan fuerte que era ensordecedor, luego de ella lo hizo Arvak, seguido de Amarok, al ver esta acción Jessica miro hacia el frente y vio como los demás lobos comenzaban a aullar fuertemente, entonces el paisaje cambio drásticamente, los que observaban, aullaban al unisonó, movían sus colas y brincaban.

¡POR UN DEMONIO, LA HABIAN ACEPTADO!!

Hermosa-MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora