Capítulo 67

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Jessica despertó luego de unas horas dormida, sus ojos se abrieron y era doloroso mantenerlos abiertos.
El haber estado llorando durante horas hizo que sus ojos se hincharan más y fuese doloroso abrirlos.

Levantó su torso de la cama, quedando sentada en ella, su gatito estaba en sus pies dormido y su ave igual.

Miro la puerta y bajó su mirada al suelo y vio una bandeja, tenía un plato con waffles y una taza de chocolate caliente.

Alguien sabía que tendría hambre cuando despertará.
Jessica se levantó, caminó hacia la bandeja frotándose los ojos y tomó la taza, dio unos pequeños sorbos y la volvió a poner donde estaba.

No volvió a tocar la comida y volvió a su cama.
Eran alrededor de las 6 o 5 de la mañana, se cubrió con su manta otra vez y su mirada estaba en el techo alto de su habitación.
Suspiró y miro a su alrededor, vio nuevamente el caos que la rodeaba y eso le hacía recordar por que estaba allí.
Volvió a bajar una lágrima de su mejilla, Jessica la quitó de su cara.

Se volvió a levantar de la cama y atravesando el caos y el destrampe, Jessica fue al baño de su cuarto, lleno la tina de agua tibia y puso algo de jabón líquido.
Tomó una vela con aroma a frambuesa y la encendió la puso en el borde de la lujosa tina que se llenaba, era una tina grande y a su lado había una ventana que daba una pequeña vista al bosque.

El baño se estaba llenado de vapor y olor a frambuesa, el espejo estaba empañado, Jessica paso su mano por el, viendo su reflejo y sin reconocerse ella misma. Amarró su cabello en una torta en el tope de su cabeza, siguió viéndose al espejo y aún era difícil para ella reconocer su aspecto y lo que acababa de sufrir.

La tina terminó de llenarse y Jessica apagó el grifo, se desvistió,pero antes de entrar a la tina apagó las luces del baño, quedó todo en completa oscuridad salvo la vela que alumbraba vagamente la tina, metió sus pies primero en el agua luego entró completa, metió su cuerpo en el agua tibia con burbujas y allí se hundió hasta el cuello, suspiró nuevamente y podía verse el aliento que salia de entre sus hermosos labios.

Comenzó a acariciar sus brazos con sus manos, limpiandose delicadamente.
Recosto su cabeza sobre el borde de la bañera y cerró sus ojos.

Los entre abrió y miro hacia el lavamanos, sobre la repisa había una pequeña navaja para depilar ceja, algo que Jessica nunca hacia, Jessica se levantó un poco y estiró su mano tomándola, volvió a meterse a la tina.

Puso la navaja junto a la vela y volvió a recostar su cabeza en el borde de la tina, pasaron unos cuantos minutos y su mirada estaba perdida, parecía ya no ser la de antes, tan radiante y alegre.
Tomó la navaja como si estuviese decidida, miró su brazo izquierdo y en su mano derecha tenía la navaja.

La puso sobre su brazo izquierdo y presionó y la jaló hacia ella, haciendo una cortada, no tan profunda, comenzó en menos de un segundo a emanar sangre.

Lo hizo nuevamente y varias veces más, sin una gota de sufrimiento o remordimiento, tampoco le daba importancia a él hacerse daño a ella misma.
Tal vez su plan era morir desangrada en esa bonita bañera.

Pero alguien si le daba importancia.

-Así que cuando no te vigilo tratas de matarte?-dijo Amarok con un tono un poco enojado.
-Ya no seré tu problema.-
-Ese no es el asunto. Por que te haces daño? Sabes que es de cobardes lo que haces?-
-De cobardes? Sólo intentó huir de mi sufrimiento, se llama piedad.-
-No, se llama cobardía. Dijiste que tratas de huir, sabes como se llaman a los que "huyen"?-
-...-
-Se les llama cobardes Jessica, lo que haces es tratar de evadir tus problemas, pero cuando esas cortaditas cicatricen tus problemas no lo harán, seguirán allí, tal vez volviéndose cada vez más grandes con cada cortada.-dijo Amarok.

Jessica bajo su mirada y vio como su sandre se disolvia en el agua tibia.

-Por que no simplemente dejas que acabe conmigo y ya?-dijo Jessica
-Porque juré que te protegeria hasta de ti misma si es necesario, así que es mejor que no me hagas enojar tan temprano en la mañana.-
-Por favor Ya sal de mi cabeza si?-
-Te dejaré tranquila, pero eso no significa que no te seguiré vigilando.-

Jessica se hundió más en la tina está vez el agua tapaba ya su boca, sus ojos se enfocaron en lo tranquila que estaba el agua.
Se quedó así por un buen rato, el agua quitaba de su cuerpo el frío que había atrapado del bosque.

De un momento a otro a Jesscisa la sacaron de su trance unos golpes en su puerta.

-Jessica... el desayuno esta listo.-era Ana

No habían pasado minutos, sino horas, el cuerpo de Jessica ya estaba pálido de estar en el agua y sus dedos estaban arrugados.

-Jessica... ven a comer... por favor.-

Hermosa-MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora