Capítulo 43

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Amarok veía todo desde los cristalinos ojos de Jessica y ver la forma en la que la trataba le partía el alma, apretó sus patas, dejando salir esas garras tan filosas y largas

-Porque será que toda la mierda del mundo cae sobre mi?-dijo Jessica
-No hables así por favor Jessica...-
-Es cierto, la mierda de todos cae sobre mi.-
-Al menos no la mía...-
-Bueno eso es cierto...-dijo sonriendo un poco.

Jessica levantó su mirada y vio el cielo, tan celeste y despejado, extendió su mano y copos de nieve caían en su mano.
Acercó su mano a su rostro y admiro ese copo de nieve tan diminuto pero tan especial, tan débil y delicado, ese copo se estaba deshaciendo por el calor de su mano...
Porque será que lo hermoso y especial dura tan poco y la agonía y el sufrimiento puede durar décadas sin debilitarse, sólo haciéndose más fuerte.

Jessica se dio vuelta y entró a la casa, subió a su habitación y se dio un baño que renovó sus fuerzas un poco, aparte de sentir dolor espiritual, también sentía dolor físico por el ataque que sufrió.
Pero ningún dolor es comparado con el del rechazo.

Tenía moretones en su cuerpo, especialmente  marcas de dedos en su delicado cuello, marcas muy claras resultaban mucho.

Jessica salió y abrió su guarda ropa, tomó un traje sencillo gris, que le llegaba a la mitad de los muslos.

Soltó su cabello y sacudió su cabeza, esas ondulaciones la hacían verse como su madre.

De su madre ella heredó sus hermosos ojos y su cabello y de su padre esos labio con tan bella forma  y esas mejillas tan diseñadas, pero de los dos heredó un gran corazón, un alma limpia y también heredó humildad y generosidad.

Levantó su mano y tocó el centro de su cabeza, donde se supone que estaba ese mechón de color marrón oscuro que representa la presencia de Amarok en el cuerpo de Jessica.
Sólo sintió  un espacio áspero con pequeños cabellos que estaban creciendo.

Porque recordemos que en un acto de enojo, Jessica tomó unas tijeras y se recortó el mechón desde su raíz.

Jessica miro a su alrededor y vio un desorden tremendo.

-LUCIA!-exclamó Jessica

Lucía una de las  encargadas de la limpieza subió las escaleras hacia el cuarto de Jessica al entrará vio ese desorden y puso mala cara.

-Si? diga?-dijo mirando a Jessica
-Necesito que este cuarto quede impecable por favor...-
-No lo se...-

Mientras esto sucedía, transportemos al lector hacia el reino de Amarok... donde estaba sentado en su ya descrito torno.
Afrodita estaba a su diestra, como siempre y Arvak a su lado también...

-Este invierno será más fuerte...puedo sentirlo.-Dijo Arvak
-Debemos estar preparados para lo que sea, que ningún cachorro este sin su madre. Asegúrate que todos coman bien y que ninguno este enfermo o herido, que se hagan las últimas cazas, antes de que se ponga peor casen todo lo que se mueva, puede que esta nieve nos sepulte.-Dijo Amarok firmemente
-Yo me encargaré de eso.-dijo Afrodita
-Yo líderare esta ultima caza, mejor dicho, lo haremos juntos Arvak, como en los viejos tiempos.-
-Asi será. Amarok...-
-Si?-
-Perdiste tu corona otra vez?-
-Si... al parecer ya quiere otro dueño.-
-Yo la encontré... en unos arbustos mientras hacia mi caminata... toma...-dijo Afrodita sacandola de detrás del trono donde la tenía.
-Muchas gracias... Afrodita.-dijo Amarok mirándola a los ojos
-Debes de ser mas cuidadoso.-dijo Afrodita, tomandola entre sus colmillos y poniéndose en dos patas, colocandosela en la cabeza.
-Ahora eres rey denuevo, esa corona de verdad que esta destinada para ti...-dijo Afrodita.
-Recuerdo como ayer mi coronación... era tan joven e ingenuo...-Respondió Amarok
-Tan joven? No han pasado un millón de años, te ves igual que el día de tu coronación todavía... cuanto tiempo ha pasado?-Agregó Arvak
-4 o 5 años creo...-Dijo Amarok
-Vaya...-respondió Arvak

En el reino de los arcanos, el reino donde Amarok es rey puede reinar la paz sin interrupción, la cachorros crece un ritmo normal, comen diariamente  y lo más importante es que son libres y eso es lo que Garm envidia y lo que desea.
El desea prosperidad a base de guerras y eternas luchas obligando a pequeños cachorros a luchar en contra de su voluntad.

-Amarok... voy a salir...-escucho Amarok dentro de su cabeza, era la voz de Jessica, avisandole que saldría.

Amarok se levanto de su trono y dio h unos pasos hacia el borde de la cueva, donde una caída de casi 13 metros se separaba al rey de su reino miró hacia abajo y su reino estaba tranquilo y en paz, levanto su cabeza al cielo y admiro con esa vista aguda como bolita de nieves descendían del cielo.

-A donde irás?-pregunto Amarok
-A la biblioteca... a empezar desde cero el informe.-
-Ten cuidado... no demores demasiado, te quiero muy temprano en casa, de acuerdo?-
-Ok...-
-Y Jessica!-
-Si?-
-Te quiero.-

Hermosa-MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora