Capítulo 52

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Por la mente de Leding pasaban los queridos de su hermana, cuando la capturaron en contra de su voluntad. Eso lo llenaba mas de rabia, sentía como su propia sangre hervia de rabia.

-YA BASTA!!!! LEDING LÁRGATE DE MI REINO Y TRAEME LO QUE QUIERO!-gritó Garm desde su trono, ya aburrido de esa función.

Leding se reincorporaba, herido, con la cabeza gacha, pero al menos pudo esta vez pudo defender su nombre. El ganador no es sólo el que levanta un trofeo, sino también el que tiene el valor de ir a la batalla aunque sabe que no ganará.

Sin remediar palabras, Leding se dio media vuelta y cojeando un poco, comenzó a caminar hacia el reino, ya no le quedaba más nada porque luchar.

Mientras caminaba y la blanca nieve se marchaba con su sangre, miraba al cielo y se preguntaba por que esto le pasaba a el, porque eso le pasaba a su hermana.
Una lágrima... lágrimas mejor dicho, bajaron por sus mejillas... Estaba decepcionado de sí mismo.

Pero si le pedía ayuda a Amarok? ¿Cómo reaccionaria?

Nadie reacciona de una manera buena ante traiciones y ver a Amarok enojado es a yo que ninguno quiere apreciar.
Entonces esta es la razón por la cual Leding Lidia  esa batalla completamente sólo.

Leding luego de unos picos minutos de caminar, cansado, se echó bajo un árbol, era suficiente para el.

Miró hacia arriba y vio como la luna iluminaba la nieve, ese brillo le hizo recordar los hermosos ojos brillantes de Awheela y eso le rompió el corazón.

-Madre... me dejaste a cargo a Awheela y te he fallado. Espero que algún día puedas perdonarme... no la protegi como te lo había prometido en tu lecho de muerte... lo lamento tanto... no sabes cuanto... el culpable soy yo. Nose porque no estoy yo capturado y ella libre, como siempre le gustó estar, ahora esta muy delgada y descuidada, todo por mi culpa, y sólo mirame a mi... ya no se que demonios hacer... no se siquiera cuidarme yo mismo y estoy tratando de salvarla... soy un total fracaso como hermano... como Arcano... como todo. Madre... por favor... respondeme.-

Debido a la cantidad de sangre que estaba perdiendo, Leding comenzó a ver alusinaciones, veía a Awheela correteando y brincando de un lado a otro, como casi siempre se encontraba antes de que fuese capturada.

-Hermana...susurró Leding
-Leding... salvarme... no me dejes morir aquí...-susurraba Awheela con una sonrisa, Leding sólo observaba, ido... Y desorientado.
-No puedo... soy un inútil.-
-Confío en ti... confiamos en ti Leding... vamos no mueras aún, eres joven, fuerte, valiente y eres mi hermano. Tienes frío Leding?-
-Si... muero de frío...-

La alucinación de Leding, en este caso, Awheela, se hizo junto a Lendig y lamio sus heridas, se acurruco junto a el, dándole el calor que necesitaba.
Esta alucinación era la madre de Leding y Awheela dándole un mensaje muy alto y claro de lo que debía hacer.

Leding despertó de lo que pareció ser un sueño, se sentía más renovado, no sentía tanto dolor, miró a su alrededor y el sol estaba apenas saliendo.

Leding alineó sus patas y se levantó firmemente.
Estaba dispuesto y conocía lo que debía hacer, su prioridad por ahora era mantener a su hermana con vida hasta que tuviese un plan.

Hermosa-MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora