Capítulo 16

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CAPÍTULO 16

Madison llevaba conduciendo por más de una hora, quería ir al pueblo, pero por alguna razón había tomado el sentido contrario. Ahora avanzaba por la carretera sin saber bien a dónde ir. Había salido de Field of Angels a primera hora de la mañana, ante las miradas de Patrick —que no se atrevió a preguntar a dónde iba— y de Martha que sólo se limitó a quedarse de pie con aire preocupado.

Se sentía sofocada, aunque no sabía si era por el calor que la rodeaba o por los sentimientos de los que no podía desprenderse. Aferró con fuerza el volante y lo giró bruscamente para dar la vuelta. Necesitaba hablar con alguien y sabía muy bien a quién acudir. No llegó hasta el pueblo, sino que se adentró por una desviación de camino pedregoso. Se detuvo cuando llegó a una pequeña reja en la que se leía: «Cementerio de Philipsburg».

Había recuerdos de los que Madison hubiera querido desprenderse, pero por más que pasaran los años seguían allí. Todavía se acordaba de las caras largas de los policías que les informaron sobre el accidente de su padre, todo parecía indicar que había dormitado un poco y se había estampado contra un árbol. «Murió instantáneamente», les dijeron.

Madison apretó los párpados con fuerza tratando de desprenderse de aquel recuerdo, soltó un quedo suspiro y bajó de la camioneta. El terreno que pisaba era pedregoso y desigual. Empujó la reja que chirrió mientras se abría y se adentró en el cementerio. La hierba crecía por todos lados y había florecitas amarillas que salpicaban el camino. Se agachó y fue arrancando algunas hasta formar un pequeño ramo.

La última vez que había estado ahí fue en el entierro de su padre. Su abuelo se había mostrado impasible mientras ella lloraba, no se había acercado a consolarla, no le había dicho que todo estaría bien, no había hecho nada más que mirarla con un dejo de fastidio.

Patrick no se había separado de ella ni un solo momento, sostuvo su mano cuando la gente se acercó a darle el pésame, e inclusive cuando hicieron descender el féretro y ella se acercó para lanzar un puñado de tierra. Se quedó con ella mucho tiempo después, hasta que no hubo más lágrimas y el cansancio hizo mella. Finalmente él la acompañó a casa y ayudó a Martha a meterla en la cama, después apagaron la luz y cerraron la puerta pensando que Madison dormía. Ella se marchó de Field of Angels esa misma noche.

Una fuente sucia y completamente seca le indicó que estaba cerca. Había un ángel en el centro que parecía mirarla, como reprochándole que hubiera acudido hasta ahora, después de tantos años. Leyó los nombres en las lápidas y se detuvo cuando llegó a las que buscaba: «Nathaniel Miller y Abigail Taylor».

Miller, el apellido de su padre y también el suyo, aunque nunca nadie la hubiera llamado así. Cuando Madison nació fue registrada con los dos apellidos, sólo que el Taylor era un apellido de renombre, un apellido usado por generaciones, que la gente relacionaba con grandeza, o al menos eso es lo que siempre decía su abuelo y, con el tiempo, pasó a ser sólo Madison Taylor.

Las tumbas de sus padres estaban sucias, cubiertas por hierbajos y deterioradas. Madison se hincó y se remangó la camisa. Con las manos trató de limpiar la superficie y arrancar las malas hierbas. Dividió las flores que había recogido y las colocó encima. Estaba en eso cuando alcanzó a distinguir otra tumba, una cuya lápida aún no estaba sucia y en la que el mármol negro hacía relucir unas letras: «James Taylor».

Se levantó y se acercó a donde reposaba el cuerpo de su abuelo. Había muchas flores ya marchitas, montones de ellas. Agotada, se dejó caer sobre la superficie lisa de la lápida y ya no pudo contener el llanto. Sus ojos se anegaron de lágrimas y su fortaleza se redujo a nada.

Lloró por una madre a la que nunca conoció, por un padre que se marchó de su vida demasiado pronto y por un abuelo que le hubiera gustado que la quisiera, sólo que esta vez no estuvo Patrick para sostener su mano y reconfortarla, para decirle que él siempre estaría con ella.

OTRA OPORTUNIDAD PARA EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora