Alonso.
Subía y bajaba mis dedos sobre la mesa. Estaba solo en casa con mi madre, la cual estaba arreglándose para recibir a sus amigas. Tenía una taza de café humeando frente a mí. Sam se fue sin decirme nada. Quizá aun se sentía incomoda por la noche anterior.
-Alonso, ¿Cuántas veces te he dicho que no andes en pijama por la casa?-dijo mi madre entrando al comedor poniéndose los accesorios, aretes, collar, etc.-. Odio ver a mí hijo en camisa y pantaloncillos por el comedor.
-Ya mamá, nadie vendrá a verme.
-A ti no, pero a mí sí, y sabes que detesto que mis amigas se queden viéndote como algo de comer.
-¿Eso hacen?-dije sonriendo-.
-Solo vístete o desaparece antes de que lleguen.
-Sí, señora.
Tome la taza de café y la lleve a mí boca. Le di un sorbo, dejando un poco de crema en mis labios. Lo lamí y mire a mí madre quien estaba frente a mí con las manos en la cintura.
-¿Qué?
-Es sábado. ¿Qué haces aquí?
-Tuve una noche pesada.
-Mjm, lo note.
-¿Eh?
-Lleve a tu amiga a su casa por la mañana. La descubrí tratando de salir por la puerta de la cocina como una ladrona-se sentó a mí lado-. Se veía devastada.
-No entiendo porque-le di otro sorbo al café-. Tuvo una buena noche.
-No puedo-la mire alzando una ceja-... aunque quiera no puedo entenderte.
-¿Qué quieres entender? O más bien ¿Por qué de pronto te dio por querer entenderme?
-Eres mi hijo... siempre he querido entender esa vida tuya pero... no me es posible.
-No es tan difícil. Solo mira la vida de mi papá para comprenderla.
-Okey. Sé de que hablas cuando mencionas a tu padre pero... ¿Por qué? No tienes que ser como él.
-Mamá, no quiero tener la plática.
-Te metías con tu directora-la mire con sorpresa, ¿Quién se lo había dicho?-... hay que ser ciego para no darse cuenta.
-Pues tú eres muy ciega. Por eso me pregunto el ¿Cómo lo sabes?
-suspiro pesadamente-. Los vi juntos, hace poco más de un año. Iban tomados de la mano entrando a un edificio de departamentos muy lujoso-asentí y me escude en mi café nuevamente-. No me molesta eso... al contrario, lo deje pasar con el pensamiento de que... era obvio que te atraería una chica como ella.
-Ajam... continua, esto se pone interesante.
-Que arrogante eres, Alonso.
-¿Arrogante? No soy arrogante, soy realista. Realmente a ti no te interesa nada de lo que yo hago, así que deja de hacerte pasar por la madre preocupada que no te queda.
Tome lo que quedaba de café y subí las escaleras.
-Aunque no creas... me interesas-me detuve y la mire desde arriba-. Sé que no hemos sido muy buenos padres contigo y me doy cuenta de que buscas cariño con mujeres, Alonso, aunque eso consista en lastimarlas. Esa chica, Sam, es una buena niña que estuvo contigo porque realmente te quiere-rodee los ojos-, está en ti darte cuenta de que también la quieres.
-Escucha bien, mamita querida-baje las escaleras y me detuve frente a ella-, Samanta no me interesa ¿Okey? No te comportes como si supieras lo que pasa en mi cabeza, no puedes saber quien me quiere y quien no, porque ni siquiera puedes quererme tú... así que déjame en paz y cierra la boca como siempre lo has hecho cuando estas enfrente de mí... te ves mejor.
Di unas palmaditas en sus mejillas y subí a mí habitación. Entre a la ducha y me di un baño de 5 minutos. Salí y me vestí con un pantalón de mezclilla y una camisa negra de botones, la doble de las mangas hasta los codos y me puse tenis que combinaban con el pantalón. Peine mi cabello y salí luego de tomar mi celular y las llaves de mi auto. Cuando llegue a la planta baja mire a mí mamá con sus dos amigas.
-Buenos días.
Me limite a decir y salí de la casa. Subí a mí auto y conduje al cementerio. Cuando llegue compre dos ramos de rosas y entre. Camine entre las tumbas viendo los nombres de cada una de ellas. Veía gente mayor. Niños. Bebés que ni siquiera nacieron. Llegue al final del cementerio y me arrodille frente a una tumba específica. Esta tenía unos decorados hermosos y dos floreros a los lados de la lapida. Coloque un ramo de rosas en cada florero, sacando una de cada ramo. Me senté en el suelo al lado de la tumba.
-Hola... ya sé, vas a decir que hasta que me digno a venir... lo siento-pase mi mano por la placa de su nombre-... Melissa, hoy son 4 años de que te fuiste... no pude defenderte... debí... debí ser más fuerte y luchar contra mi padre al separarnos... perdón.
Me gire hacia la pequeña lapida al lado de Melissa y deje las dos rosas sobre esta.
-Perdónenme ambos... fui un cobarde...
-¿Hola?-limpie mis lágrimas y me gire a ver quién era-. ¿Alonso?
-Hola, señora Parnel.
-¿Viniste a ver a...?
-Sí... lo siento, ya me iba.
-Alonso espera.
-No, en serio, tengo que...
-Quiero hablar contigo.
-D-dígame.
-Sé que no fue tu culpa lo que le paso a mí hija, eran unos niños cuando esto pasó.
-Sí, bueno... no quiero hablar de eso.
-Tenemos que... ella me dijo algo antes de morir.
-¿Qué le dijo?
-Que te amaba... que no quería que tú te ataras a un recuerdo... quería que fueras feliz.
-Lo soy.
-No, no lo eres... no te lo permites.
-Mire, no estoy de humor ¿Okey? Lamento lo que le hice pasar. Yo nunca pensé que Melissa estuviera... embarazada, mucho menos que abortaría.
-tomo mis manos y sonrió-. No teníamos dinero para mantener a ese bebé. Ella solo pensó en que no quería que el fruto de su amor por ti sufriera. Trato de hacer el bien... y le fue mal.
-Y-yo... yo tengo que irme.
Solté sus manos y camine hacia la salida. Llegue a mí auto y me quede unos minutos ahí. Suspire y me retire de ahí.
¿Cómo estará Sam?
Puse marcha a su casa. Cuando llegue su madre iba saliendo. Baje del auto y camine hacia ella.
-Disculpa... ¿Está Sam?
-No.
-Oh... Okey...
-Alonso... ¿podemos hablar?
-Es que tengo prisa...
-¿En encontrar a mí hija? debe andar de golfa con algún otro tipo.
-¿Qué?
-Soy madre, Alonso. Sé lo que pasa.
-Mire lo...
-No, no necesito detalles. Ya me los dio ella.
-Eso fue un error.
-¿Eso crees? ¿Crees que lo que paso con Samanta fue un error?
-Lo fue.
-Okey... ¿y ella lo sabe?
-Ella fue la primera en decirlo. Con permiso-camine de vuelta a mí auto-.
-Fátima-la mire de nuevo-... lo más seguro es que la encuentres con Fátima.
-asentí-. Gracias.
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¿AMIGOS?
Teen Fiction¿Amigos? ¿Que es un amigo? Es aquel que te acompaña en las buenas y en las malas. Aquel compañero que te da consejos, te ayuda a salir de aprietos... en fin, es aquel que te quiere. Pero... ¿Existe la posibilidad de sentir algo mas que cariño? Lleg...