CAPÍTULO 51

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Sam.

Llegue donde Fatima, estaba sentada en el camellón mirando hacia los lados.

-¿Pasa algo?

-No, nada.

-Fati...

-Estoy enamorada de Bryan.

-sonreí y me senté a su lado-. Y eso es malo.

-Es pésimos-cubrió su rostro-. Yo no planeaba eso... Solo me gusta, si pero... Joder.

-Ay Fatima... Eso está bien, no creo que Bryan sea de los chicos que te rompen el corazón.

-No, ese es Alonso.

-Oh vamos.

-río y me abrazo fuertemente-. ¿Se reconciliaron?

-Sí, ya. De hecho lo estoy esperando.

-Entonces, ocultate, viene Jos.

Me levante de su lado y me oculte detrás de uno de los autos del estacionamiento. Logre oír la conversación de Fatima y Jos.

-Hola, Jos.

-¿Y Sam?-dijo seco-.

-No ha salido.

-Que raro, la vi venir hacia acá-se sentó a su lado-. ¿Y Alonso?

-¿Alonso? No sé. ¿Por qué preguntas?

-Hola chicos-era Alonso-... Jos, que cara.

-Tengo que irme-lo vi levantarse-.

-Hey, ¿te sientes bien?

-Sí-se soltó-, creo que... Voy a enfermarme.

-¿Seguro?

-¡Si, carajo!-hasta yo me sobresalte con eso-. Lo... Lo siento, no es un buen día. Los veo mañana.

Espere a que Fatima me llamara para salir de mi escondite.

-Oh, ahí estas-me abrazo-. ¿Sabes que le pasa?-negué-. Bueno, oh Fati casi lo olvido, Bryan me llamo y dijo que pasaría por ti a la salida, no tarda en llegar. Cuidense.

Reímos y caminamos hacia el auto de Alonso.

-¿Qué pasa con Fatima?

-Está enamorada.

-¿De Bryan?-me abrió la puerta del auto-.

-¿De quién más?-subí-.

-Vaya, entonces todo saldrá muy bien

-¿Qué es todo?-le dije cuando subió a mi lado-.

-Okey, Bryan le preparo una "cena" con final feliz-dijo moviendo las cejas pícaramente-.

-¿En serio?

-Sí.

-¿Por qué tú no me has hecho algo así?

-Princesa, yo no soy el romántico que buscas. Ese es Jos-torcí mi boca-. En él busca lo cursi, en mí, la pasión-se acerco y beso mi cuello-. Te amo, pero ser cursi no es lo mío, terminaría siendo una mierda.

Reí y él arranco el auto. Llegamos a su casa. Mierda, sus padres estaban en casa. Eso sera incómodo. Bueno eso pensé, pasamos y ellos ni cuenta se dieron. Entramos a su habitación y me acosté en su cama mientras él se quitaba la ropa que traía y los zapatos, para ponerse una pantalonera de franela. Dejo su celular en un cajón y se acostó a mi lado. Me recargue en su pecho y lo abrace por la cintura. Beso mi cabeza y así nos quedamos.

No hacia falta decir nada. Nuestros latidos decían lo que nuestras bocas callaban. Era realmente hermoso escuchar su corazón latiendo tranquilamente.

-voltee a verlo-. Te amo.

-sonrió y me beso cortamente-. Yo te amo más-otro beso en mis labios y otro en mi frente-.

-pase la yema de mis dedos por su abdomen haciéndole cosquillas-. ¿Has pensado en que quizá solo soy un error en tu vida?

-No. Pero si lo fueras, me volvería a equivocar las veces que fueran posibles.

Me acerque más a él abrazándolo con brazos y piernas. Pasamos así toda la tarde. Alrededor de las diez de la noche me regreso a casa. Llegue y estaba sola. Alonso tenia razón. Fui a mi habitación a hacer tarea. Me di una ducha y me prepare de cenar.

Estuve esperando a Fatima hasta las dos de la mañana que fue cuando el sueño me venció en el sofá. Al día siguiente no habría clases así que Fati aprovechó eso para no volver a casa.

*

El sonido de unas ruidosas llaves me hizo abrir los ojos. Aun estaba oscuro así que no veía a nadie. Aunque lo mas seguro es que sea Fatima, dah ¿Quién más?

Me acomode en el sofá y arregle mi cabello.

-Joder-la escuche decir. Cuando se sentó a mi lado encendí la lámpara a mi lado.

-Bonitas horas de llegar-dije al encenderla.

-¡¡Carajo!!-dijo levantándose y cayéndose del sofa-. ¡¡¿Qué mierda te pasa?!!

-¡¿Dónde estabas?!
(Literal, esta seria yo si viviera con mi mejor amiga fathimithap si estas leyendo esto, cuidado)

-Eh... En casa de Bryan.

-¿Solo en su casa?

-Joder, Sam...

-Alonso me dijo lo que tenía planeado.

-Le dije que lo amaba.

-¡¿Qué?! Cuenta.

-Pues nada, fuimos a su departamento, cenamos y mientras cenábamos le dije que lo quería... Que lo amaba.

-Oh por Dios.

-Se quedó inmóvil, así que tome la iniciativa y lo bese. Me alejó y cubrió los ojos para llevarme a su habitación, cuando llegamos había... Un corazón con rosas en la cama que decía te amo. Dios, Sam, nadie había echó algo así por mí, nunca.

-Wow... Entonces-picotee sus costillas-... Pillos.

-Somos novios formalmente.

-Genial, esto se tiene que celebrar con helado y palomitas porque tengo una flojera extrema.

-No.... Quiero dormir.

-Ya dormiras cuando mueras, ve haz las palomitas mientras voy a la tienda por helado.

-De acuerdo... ¿iras en pijama?

-Sí. ¿Por qué no?

-Estás loquita.

-Mucho-bese su mejilla y salí de la casa.

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