CAPÍTULO 49

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Alonso.

Un delicado beso en la mejilla me hizo abrir los ojos. Los cerré con fuerza y volví a abrirlos. Me topé con los hermosos ojos de Kendra.

-Buenos días. Te traje esta ropa-me la entrego.

-¿Esto es mío?

-Sí. De las veces que te quedabas conmigo.

-Vaya-tome la ropa-. Había olvidado esta vieja camisa.

-Bien, jovencito, a ducharse que hay escuela.

-¡Aggh!

-Nada de quejas, levantate, o yo misma te meteré a la ducha.

-Ay por favor hazlo.

-¡Alonso!

-Vale, ya voy.

Me levante y duche en el baño de la sala. Cuando salí la vi ahí comiendo una manzana.

-¿Te llevo?

-Mm, te lo agradecería, mi auto esta en el taller.

-Lo supuse. Vamos.

Salimos de la casa y subimos a mi auto.

***

Sam.

-Sam... Vas a arruinarte la cutícula.

-Cierra la boca.

-Que linda cicatriz en tu mejilla, te hace resaltar lo débil que eres.

-Dejáme en paz.

-¿Qué pasa, Sam? No te dieron anoche. ¿Si sabes porque lo digo?

-No, maldita víbora, no sé porque lo dices.

-Por eso-tomo mis mejillas con fuerza y me hizo ver hacia la entrada. Casi me caigo cuando veo eso. Alonso abriéndole la puerta a la directora. ¿Acaso durmieron juntos?

Hice que Isabella me soltará y camine hacia ellos.

-Gracias por traerme, Alonso-alcance a escuchar-.

-Gracias por lo de anoche, por escucharme y eso-bajo la mirada. Kendra se acerco y beso su mejilla. Cuando se retiro me acerque a él, me miro e ignoro que yo estaba ahí.

-¿Te la pasaste bien?-me miro y abrió el auto para sacar sus cosas del asiento de atrás-. No pensaba que cuando dijiste olvida todo lo que dije te referías a esto.

-¿De qué hablas?

-¿Dormiste con ella? Después de tanto tiempo durmiendo conmigo y Aranza volviste a las andadas.

-Yo no dormí con Kendra, fui con ella porque no sabia a quien recurrir cuando me han roto el corazón-cerró la puerta de golpe-.

-Y un poco de sexo une los pedazos ¿no?-negó y empezó a caminar hacia la escuela-. No me dejes hablando sola, Villalpando.

-se giro de repente y me hizo chocar con su cuerpo-. Escuchame bien, no tienes derecho a reclamarme nada, si anoche me folle a Kendra es mi puto problema así como a ti no te interesa lo que siento cuando le abres las piernas a Jos a mi no me interesa si te sientes ofendida si yo voy y se las abro a alguna chica.

-golpee su mejilla con mi mano, según yo fuerte pero él solo cerró los ojos-. No te permito...

Sentí su mano en mi muñeca. Me arrastro prácticamente hacia la parte trasera del edificio.

-Alonso, estás lastimándome.

-me jaló y luego me colocó con fuerza contra la pared, pego su cuerpo al mío-. Escuchame bien, mientras tú sigas con Jos no tienes ningún derecho a mi ¡ninguno! Así que-se acercó rozando mis labios trate de juntarlos pero se alejo y empezó a reír-... No me hagas dramas, amor.

-se separó de mí y camino hacia él estacionamiento de nuevo-. ¡Alonso!-nos topamos con Fatima en la entrada-. ¡Alonso!

-Fatima, hazme el favor de no dejar que se me acerque.

-¿Ahora que le hiciste?-me dijo-.

-Yo nada, él es él dramático.

-¿Dramático? ¿Yo? ¿Quien es la que hace una tempestad en un vaso de agua solo porque traje a la directora a la escuela?

-¡No me molestaría si no te la hubieras follado durante dos años!

-Hola chicos-dijo Jos-.

-No molestes Jos-dijo Alonso dando la espalda y caminando hacia su casillero.

-¿Que hizo él?

-¡Aggh!-dije yo golpeando el casillero.

-¿Qué hizo ella? Y ¿Qué hice yo?

-Nada, Jos. Cosas de amigos.

-Es tan irritante.

-Vaya ¿Qué paso?

-Nada, amor-bese sus labios volteando a ver a Alonso que estaba en su casillero-.

-Jos, dejame a solas con Sam-asintió y se fue-. ¿Qué carajo te pasa?

-¿Qué?

-Así no vas a ganar nada.

-Él empezó.

-¿Te consta que estuvo con Kendra? No ¿verdad?

-Isabella...

-¿Isabella? De nuevo esa perra. ¿Y tú le creíste? Pensé que en serio querías a Alonso.

-Claro que lo quiero.

-Pues demuestraselo. Porque lo estas perdiendo.

Voltee a ver a Alonso y estaba dando pequeñas miradas hacia mi, sentando en la escalera, jugueteando con sus manos. Me miró y volvió a bajar la mirada. Di un paso para ir con él pero el timbre sonó y se levantó para luego subir las escaleras.

-Si es que no lo perdiste ya.

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