¿AMIGOS?

CAPITULO 34

Alonso.

-¿Alonso?-dijo mi madre saliendo de la casa-. ¿De dónde sacaste ese auto?

-Choque el otro-dije saliendo del auto con un cigarro en la boca-.

-¡¿Qué?! ¡¿Chocaste el auto?!

-Calma, el seguro me dio este.

-Ya te he dicho que no me gusta que fumes-me quito el cigarro-. ¿Qué paso?

-Nada. Solo me desvié del camino y choque contra un poste o algo así.

-Vanessa esta aquí.

-¿Qué? ¿En que momento llego?

-Hace unos minutos. Llego preguntando por ti-mire hacia adentro-. Se ve que te extraño.

Camine hacia la casa y encontré a mí hermana sentada en el sillón con un marco de fotografía entre las manos.

-Hola-dije sin más. Ella me miro y sonrió, inmediatamente se levanto y camino hacia mí. Tenía mucho que no nos veíamos. Más o menos desde que murió Melissa. Para ese entonces yo no era nada de lo que soy ahora.

-¿Alonso? ¿Eres tú?

-¿Quién más podría ser? ¿Diego? ¿Braulio?-mis otros hermanos. Diego estudia en Europa y Braulio en un internado en Houston.

-se detuvo frente a mí e intento tocar mi mejilla pero no lo hizo, retiro su mano y empezó a jugar con su cabello-. Cambiaste.

-No podía quedarme como un idiota como siempre.

-Te extrañe mucho.

-¿Qué haces aquí?

-Vine de visita por unas semanas, se acerca mi cumpleaños, ¿lo recuerdas?-solo alce las cejas mientras veía hacia el suelo-. ¿Cómo estás?

-Creía que mi herida en la frente respondería a esa tonta pregunta.

-Okey, vine porque mamá me dijo que estabas mal, que lo de Melissa te volvió a afectar.

-Yo no estoy mal, estoy bien, mejor que bien, así que dejen de preocuparse por nada.

-Alonso, soy tu hermana, debes entender que...

-No. Mira Vanessa sé perfectamente que tienen la culpa encima de ustedes por lo que pasó con Melissa pero... es cosa de ustedes, dejen de arrastrarme a mí-pase por un lado de ella para dirigirme a mí habitación, pero me detuvo al pie de las escaleras-.

-Cuéntame de Samanta.

-¡Bravo, bravo mamá, excediste el límite de vieja chismosa!

-Ella no me lo dijo-saco una cajita, la caja donde guardaba mi collar con su nombre-. Es un lindo detalle.

-Tú ganas. Sube-le di la espalda hasta que llegamos a mí habitación, me senté en la cama recostándome sobre el respaldo de esta, ella se sentó en una de las esquinas, retirada de mi-. ¿Qué quieres saber?

-Nada que no me quieras contar. ¿Cómo es? ¿Dónde la conociste? Para que tengas un collar con su nombre deben ser grandes amigos.

-La conocí en la escuela-dije ignorando lo de "grandes amigos"-. Alan la estaba molestando y pues la saque de ese apuro. Ella es... más baja que yo, rubia, ojos claros...

-Sabes que no me refiero a eso, Alonso... ¿Qué tiene esa chica para que la tengas solo como amiga?

-¡Joder, no es mi amiga, es la chica con la que me desquito mis ganas de sexo cuando quiero y donde quiero!

-Oh. Entiendo, yo...

-Esto es incomodo, Vanessa.

-Solo una cosa. Deja de pararte en el cementerio, alteras a los padres de Melissa, hermanito.

-No me llames así.

-¡Pues lo siento, eso es lo que eres te guste o no!

-Alonso...

-No, Alonso nada, Vanessa. ¿Qué querías? ¿Por qué te llamo mamá? ¿Para sacarme la verdad sobre esa chica? Pues ahí está, tengo novia se llama Aranza, no es de la misma clase social que nosotros, su padre me odia y es la mejor amiga de Samanta. Samanta es la chica con quien me acuesto, es la novia de mi mejor amigo, de Jos, ¿lo recuerdas? Bien. ¿Me arrepiento de algo de esto? no, Vanessa no me arrepiento de acostarme con la novia de mi mejor amigo ni de estar engañando a Aranza con su mejor amiga, de lo único que me arrepiento es de no haber sido lo suficientemente fuerte para defender a la única chica que hasta ahora ha valido la pena para mí. Oh, otra cosa, me acosté varias veces con la directora de la prepa ¿feliz?

Me miro con ojos tristes, bajo la cabeza y salió de mi cuarto. Genial, ahora soy el villano de la historia, mis padres me odian y ahora hice llorar a mí hermana, ¿Qué más Villalpando? ¿Qué otras maldades harás para poder irte al infierno de una vez por todas?