CAPITULO 20

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Alonso.

-Bro, Sam es maravillosa...

-¿Ah sí?-dije sin prestarle mucha atención mientras me escudaba buscando algún disco-.

-Sí, sus besos son tan dulces, no me había detenido a contarte lo increíble que es.

-Bueno, tampoco te pedí que me lo contaras.

-¿Qué pasa contigo? Estas muy raro desde el día de la fiesta-se detuvo a mí lado a buscar-. ¿Acaso Aranza no se puso flojita?-reí bajo-. Es eso.

-No, Jos no es eso. Ayer fui a visitar a Melissa.

-Oh... Okey.

-Me encontré a su madre.

-Era obvio, Alonso, ayer fueron seis años de su muerte-dijo esto último en un susurro, sabía que no me gustaba hablar de eso-.

-No fue tan malo hablar con ella... pero tampoco digo que me agrado ver que en sus ojos me culpaba por lo que paso.

-Mm... Cambiando de tema... ¿Qué te paso en el brazo?

-¿De qué?

-Traes unos araños, aquí.

-Debió haber sido Sam. Discutimos y bueno, se pone algo loca cuando se enoja.

-¿Por qué discutieron?

-Nada de importancia.

Tome el primer disco que vi para así terminar la plática. Lo pague y salimos de la tienda. Caminamos por el centro comercial mientras Jos seguía contándome como "hizo el amor" con Sam. Me estaba hartando.

-Hola.

-Isabella... ese moretón en tu pómulo te queda muy bien-dijo Jos haciéndome reír-.

-Sí, bueno... a mí todo me queda muy bien...

-Claro...

-Sigue defendiendo a tu noviecita, ya te arrepentirás de eso-me miro y sonrió-. Hola Alonso.

-Hola-me limite a decir. Ella paso por en medio y se retiro meneando sus caderas frente a nosotros-.

-¿De qué hablaba? ¿Acaso sabe algo que nosotros ignoramos?

-Es muy probable-deje de verla y me concentre en Jos-. Olvídala, sabes que está loca de celos por Sam.

Realmente no era así. Esa loca sabía algo y tendré que averiguar que era. Me aleje de Jos con la excusa de ir al baño. Lo deje comprando nieve en un local. Camine buscando en todas partes a Isabella pero no la localice hasta que...

-Ahí estas.

Estaba dentro de una tienda viéndose a un espejo con un vestido rojo, largo hasta el suelo. Entre a la tienda y me acerque a ella.

-la tome del brazo y la hice verme-. Bien, quiero saber qué sabes de Samanta y más te vale que no me digas que nada porque sé perfectamente-me acerque más hasta sentir su aliento mentolado chocar contra mi rostro-como hacer que hables.

-Oye, me estas lastimando...

-Habla.

-Joven, por favor, no puede compor...

-Cierre la boca. Habla.

-Está bien, calma... solo sé que ustedes dos se entienden a espaldas de Jos es todo.

-¿Qué? nosotros no nos entendemos a espaldas de Jos.

-No soy estúpida Alonso... se fueron juntos de la fiesta, que novedad, durmió en tu casa y tu madre la llevo a la suya por la mañana, ¿Qué amigo deja que su mejor amiga se quede a dormir en su casa?

-¿Acaso espías en mi casa?

-Fue una afortunada coincidencia. Iba pasando por ahí cuando vi a tu madre y a la idiota esa saliendo de tu casa, lo que se me hizo raro es que no la llevaras tú, así que llegue a la conclusión de que aun dormías plácidamente, cansado por una noche llena de besos y pasión.

-Bien, pues más te vale que todas tus conclusiones te las guardes, porque si abres esa hermosa boquita roja que tienes yo te la voy a cerrar-apreté mi agarre-... para siempre-la solté bruscamente y salí de la tienda-.

Maldita Isabella. Maldito mundo. Maldita Samanta que me tuvo que hacer esto.

-¿Dónde te metiste?

-Ah... te dije que iba al baño.

-Ajam, el baño esta hacia el otro lado. ¿Tan distraído andas que te pierdes en el centro comercial que tú mismo padre compro?

-Pareces mi novia, José Miguel-tome el Sunday que Jos traía para mí y camine hacia la salida-... ¿Vas a venir o que?-sonrió negando con la cabeza y me siguió-.

*

-Claro que no, Jos-dije riendo-.

-Piénsalo, Alan Navarro solo te molesta cuando una chica esta cerca de ti...

-Jos es increíble pensar que Alan sea gay y más increíble que este enamorado de mi.

-Oh vamos, sería romántico. ¿Qué serias? ¿Activo o pasivo?

-¡Cállate José!

-¿Por qué te da pena pensar en eso?

-Porque yo no soy gay, me gustan mucho las mujeres y tú lo sabes.

-No, no te gustan las mujeres te gusta la mujer. Y se llama Aranza.

-reí-. El que este con ella como su "novio", no quiere decir que la tome con seriedad.

-Entonces no comprendo, es hermosa y tiene un cuerpo perfecto. ¿Qué pero le pones?

"Que no es ella". Pensé.

-Es complicado. No es de mi estilo. Es hermosa, sí, pero... la lastimaría.

-Lo mismo decías de Sam.

-¿Eso que tiene que ver?

-Tiene que ver, que al decir eso perdiste una mínima oportunidad de estar con ella. Bueno, no digo que me gustaría que fueran algo...

-Entonces si no te gustaría cierra la boca, José-estacione el auto frente a su casa-. No hables cosas que no te gustarían que pasaran.

Me miro en silencio y después bajo del auto para entrar a su casa sin siquiera mirar atrás.

-¡Carajo!-dije al momento que golpeaba el volante-. 

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