CAPITULO 38

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Alonso.

-¡No me jodas!-dijo Freddy poniéndose de pie. Estábamos en un parque cerca de mi casa, así que todos se nos quedaron viendo-.

-Siéntate idiota-lo hice que se sentara en la banca-.

-Okey, pero ¿no me mientes? Sam te dijo que te ama.

-Lo dijo dormida así que no...

-Claro que cuenta. Los borrachos y los dormidos siempre dicen la verdad.

-Es los niños y los...

-¡No me cambies la conversación Villalpando! Hablo en serio, Bro, te dijo que te ama eso es otro puto nivel.

-¿A qué te refieres?

-La enamoraste, Alonso. Creo que esto no pasaba desde Melissa.

-No menciones a Melissa ¿Quieres?

-Okey. Pero... vamos hermano, tienes 4 años así, Melissa ya no está-lo mire de reojo-, pero tú sigues aquí, puede que Sam no sea ni la mitad de lo que fue ella para ti pero... es algo, no puedes seguir así, no puedes privarte del amor, y si Samanta se enamoro de ti es porque aun hay algo bueno en ti.

-Ya Freddy-toque su hombro-. No digas tonterías.

-¡Alonso!-escuche a lo lejos, era Bryan-. Me dijo tu hermana que estabas aquí. ¿Freddy?

-Amm...

-¿En serio no me recuerdas?

-¿Debería?

-Vamos, rambo soy yo, Bryan.

-¿Bryan?

-El mismo.

-Claro que no eres el mismo. Mírate.

-Claro que me veo, soy sexy.

-Ven aquí, moco-se levanto y abrazo fuertemente a Bryan. Ellos fueron amigos desde niños pero cuando Bryan se fue a vivir a Londres o algo así dejaron de frecuentarse y así. Bry volvió hace unos años a Ohio y no se había dado tiempo de buscar a Freddy. Creyó que lo había olvidado.

-Bueno, ya, demasiadas escenas gais por hoy.

-No te enceles, Bro.

Solo sonreí. Verlos abrazarse y recordar viejos tiempos me hizo pensar en Jos.

-B-bueno, yo tengo que irme-sentí que mi voz se entrecorto-.

-¿Estás bien, Alon? ¿Te ves mal?

-No es nada Bryan, estoy bien.

Sonreí falsamente y camine lejos de ellos, recordando las suaves palabras de Sam "Te amo". Ella no puede amarme. Ella tiene que amar a Jos y si... si, joder, no sé ni que pensar de todo esto. En primer lugar no debí dejarme llevar por sus encantos, debí recordar que es la novia de mi mejor amigo, él no se merece nada de esto.

Sin querer me detuve frente a la casa de Fátima. Mire hacia la habitación donde Sam se queda. ¿Me ama? O fue por la magia del momento. Ella no puede amarme. Tiene que olvidar todo eso.

¿Tú la amas?

No, yo no la amo. Solo es sexo. Deseo, nada más allá de eso.

La amas, si no fuera así ¿Qué demonios haces frente a su casa?

-Carajo-limpie mis ojos, lágrimas amenazaban con salir. Empecé a caminar nuevamente cuando ella salió.

-Alonso-me gire a verla. Se veía tan linda, traía el cabello recogido enredado desarregladamente y su pijama de siempre, traía una bolsa negra de basura. Sonreí al verla. Se acerco y dejo la bolsa junto a la puerta-. ¿Qué haces aquí?

-Y-yo... solo iba pasando, estaba con Freddy.

-Ah... emm, entregue la tarjeta en la recepción.

-asentí-. De acuerdo.

-¿Estás bien?-joder, ¿Por qué preguntaste?

-Emm... sí, ¿Por qué no habría de estarlo?

-Te ves... diferente.

-Sam tengo que hablar contigo.

-¿Sobre que?

-Aquí no, te veo... te veo en la recepción del hotel de ayer a las ocho, ¿Okey?

-Está bien.

*

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