CAPITULO 28

9.4K 340 50
                                    

Sam.

-Es muchísima ropa, Fátima.

-¿Qué? y no va ni la mitad de lo que quiero comprar, así que camina.

-¿Sabes? No me molesta acompañarte a comprar ropa, lo que me molesta es que me uses de tu burro de carga.

-Vamos, me debes una, si por mi fuera le habría dicho a Aranza algo así como "oye, es el auto de Alonso ahí afuera y mira... su camisa junto a la ropa de Sam, deben estar follando arriba".

-¿Serias capaz?

-... Claro que no, soy tu mejor amiga. Primero me tiro del último piso del Ampire State.

-Gracias, Fáti.

-Sí, como sea, anda, vamos a esa tienda.

Camino rápidamente hacia una tienda pero fue interrumpida por un chico, alto, cabello castaño y ojos claros. Me detuve de golpe al ver quién era. Era el chico que me llevo el collar con el nombre de Alonso. Me dio por tomarlo entre mis manos y acariciar el relieve de las letras.

-¡Oye idiota, fíjate, joder me llenaste de helado!

-Cálmate, Fátima. Fue un accidente.

-Sí, como... sea-dijo al verlo de frente, se quedo toda boba viéndolo, casi puedo asegurar que estaba babeando-.

-Emm... hola ¿te acuerdas de mí?

-Claro, la chica del collar... amm... Sam ¿cierto?

-Sí... ella es Fátima.

-Sí, bueno tengo que irme, lamento lo del helado Fátima, adiós.

-Adiós-dijo ella muy apenas audiblemente-.

-tome un pañuelo y lo pase por su barbilla-. Estas babeando.

-¿Lo viste?

-Sí, ya...

-Esta hermoso, wow esos ojos... su cabello... sus nal...

-¡Hey!

-¿Qué?

-No lo digas.

-Okey.

-Gracias.

-Nalgotas-dijo a mí oído-.

-¡Aaah! ¡Estás loca, Fátima!

-¿Qué? tú le ves el paquete a Alonso y no digo nada.

-¿Q-qué?

-Te he visto, haces esto-bajo y subió los ojos rápido-. Siempre que lo tienes enfrente.

-Ah... si, estás loca.

-Ni siquiera se su nombre...

-Ve a comprar las tangas que tengas que comprar y vámonos, Fátima.

-De acuerdo.

Entramos a la tienda y se midió miles de vestidos que apuesto que nunca usaría. Y ahí fue donde mi mente empezó a pensar, le diré a Alonso que le presente su amigo a Fátima, me debe un favor, y uno muy grande.

***

Alonso.

-Volví, Bro.

-Tardaste más de 30 minutos en comprar un helado, Mouque-encendí el auto-. ¿Dónde está?

-¿Qué?

-¿El helado?

-Ah, en el pecho de una chica.

-¿De nuevo se lo embarraste a una chica, Bryan? Te dije que así no se conquista...

¿AMIGOS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora