¿AMIGOS?

CAPÍTULO 52

Sam.

Pague el helado y lo tome del mostrador. Camine hacia la salida de la nevería. Todos se me quedaban viendo a causa del pijama que traía.

-Wow, Samanta.

-No, Alan, no me jodas este día.

-Oh, vamos, Sam, vengo en son de paz.

-Eso espero-le saque la vuelta-.

-¿Te acompaño?

-Alan...

-Escucha, sé que no nos llevamos muy bien y que...

-Que Alonso te odia, que has tratado de hacer que Jos se entere de lo que hay entre él y yo, que Isabella y tú solo piensan en separarnos...

-Linda cicatriz-acaricio las marcas en mi mejilla-. Lamento lo que Aranza hizo y debo decir que en eso yo no tuve nada que ver. Escuche a Isabella meterle miles de cosas en la cabeza a Aranza, pero bueno, no le dijo nada que no sospechara ya.

-Mira, Alan-empezamos a caminar a casa-, no tienes que darme explicaciones, no me interesa saber si Aranza sabe, sabia o no que Alonso y yo tenemos algo.

-Sentía que debía decírtelo... Puede que nunca me he llevado bien con Alonso, pero eso no quiere decir que sea igual contigo.

-No, pero digamos que no has sido un amor conmigo.

-B-bueno, eso lo podemos cambiar... Hay dos razones por las que odio a Alonso...

-Espero que la teoría de Jos no sea acertada.

-¿Qué?

-Jos no deja de sospechar que la razón por la que odias a Alonso es porque no hay odio... Sino amor.

-¡No jodas!-reí a carcajadas-. ¡¿Cómo es que puede siquiera imaginarlo?!

-No lo se, Jos es raro.

-Aggh. No, esa no es la razón. Antes de que Alonso llegó a la preparatoria adivina quién era el popularmente guapo. Así es, yo. Cuando Alonso llegó acaparo toda la atención de todos en el instituto. No solo de las chicas, sino de los profesores.

-Eso es tonto. Odiarlo porque se llevó la atención de las chicas...

-No solo se llevo a las chicas-dijo con una risa nerviosa-. Se llevo a la chica.

-¿Qué chica?

-Fatima.

-¿Qué?

-Así es, Fatima era mi novia. Un día llegue a su casa, habíamos discutido y ella dijo que se había acabado, yo quise arreglar las cosas pero... La encontré en brazos de otro. De Alonso.

-Fatima... ¿anduviste con Fatima?

-¿Es todo lo que oíste?

-Lo siento... Es que no puedo creerlo.

-Creelo. Bueno, luego de que Alonso hizo lo que quiso con ella quiso volver pero... Mi corazón ya se había hecho piedra.

-B-bueno... Nadie de la nueva generación sabe esto. Solo tú.

-nos detuvimos en la entrada de la casa-. No te preocupes, no diré nada, tú sigue odiando a Alonso, y sigue haciendo creer a Jos que amas a Alonso.

-río-. Ese cabeza de hongo es quien mejor sabe porque lo odio.

-¿Ah sí?

-Jos y yo eramos amigos. Le conté la razón de mi rompimiento con Fatima y dijo que había sido mi culpa por celarla tanto.

-Bueno, eso es tonto.

-la puerta de la casa se abrio-. Sam... ¿Alan?

-Bueno, Alan, gracias por acompañarme. Ahora vete.

-Si, claro. Me saludas a Bryan, Fatima.

Se retiro y nosotras entramos a la casa. Nos sentamos en la sala y servimos palomitas con nieve.

-¿Por qué no me contaste que habías salido con Alan?

Comenzó a toser con fuerza. Golpee su espalda tratando de que no muriera.

-¿Mejor?

-Sí... ¿Alan te dijo eso?

-¿Es cierto?

-... Pues, sí-se acomodo de frente a mi-, pero...

-Ya me lo dijo... Lo engañaste.

-No, yo no lo engañe... Yo termine con él por sus tontos celos...

-Y Alonso estuvo ahí para consolarte, ahora lo entiendo todo.

-No, Sam... Alonso y yo eramos amigos, y lo de esa tarde se dio de la nada, yo no planeaba...

-Alan lo odia por eso...

-¡Joder, deja de quejarte eso mismo pasará con Jos cuando se entere que lo engañas con Alonso! No es una historia diferente.

-Claro que lo es... Yo amo a Alonso.

-Entonces ¿Por qué demonios le dices a Jos que lo amas? Solo lo estas ilusionando.

-¡Se lo dije porque no quiero lastimarlo!

-Si no quieres lastimarlo dile que esto se acabó, que te enamoraste de Alonso, dile lo que sea pero ya no lo uses más.

-¿Qué pasa contigo?-dije ya mas tranquila-.

-Solo... Sam, vi como el hombre al que tanto amaba se transformaba en una piedra, no quiero ver que a Jos le pase lo mismo... No cometas el error que yo cometí con Alan, decidete ahora por uno de los dos.

-Es que yo ya elegí a Alonso...

-Entonces ¿Qué esperas para decirle a Jos que ya no más? Diselo. Que sea libre... Lo conozco, aunque no sé si comprenda que su mejor amigo le quite a su novia.

-Entonces no p-puedo...

-Si puedes, Sam... Los tres están sufriendo con este asunto...

Me levante del sofá y me encerré en mi habitación. Me acosté en la cama y ahogué mi llanto contra una almohada.