CAPITULO 40

9.6K 421 66
                                    

Sam.

Detuvo el auto frente a la casa de Fátima. Mire hacia la casa y vi la sombra de Fátima de un lado a otro en la sala.

-Bueno, al parecer Fátima no se quedo con Bryan-me senté de frente a él y me di cuenta de que me miraba detenidamente con una sonrisa-. ¿Qué pasa? ¿Tengo algo...?-se acerco y me beso-. ¿Qué fue eso?

-Un beso-junto su frente con la mía-.

-Ya lo sé, pero... ¿Por qué?

-Porque eres maravillosa.

-Alonso...

-Eres hermosa, la mujer más hermosa que he visto en mi vida.

-Eso lo dices porque soy tú...

No sabía que decir ¿Qué éramos? Dos tontos enamorados jugando a la pareja feliz, o dos idiotas viéndole la cara a un chico inocente. No lo sé... creo que mientras nos haga felices a ambos no importa lo demás.

-¿Qué?-dijo sonriendo-.

-¿Somos novios, Alonso?

Se alejo de mi y recargo en el volante. Creo que ni siquiera él sabía lo que éramos.

-¿Alonso?-me miro-. ¿Qué somos?

-Somos una pareja de enamorados luchando contra la corriente. No importa que seamos, te amo ¿Okey?

-asentí-. Yo también te amo.

Me beso lentamente tomándome por la barbilla. Sus besos se habían vuelto una droga para mí, peor que la heroína. Se alejo de mí pero yo lo atraje de nuevo hacia mis labios, no quería acabar con esto, lo quería. Lo amaba. Quería tenerlo así para siempre. Conmigo para siempre.

-lamí mis labios-. Tengo que entrar.

-vi como mordió su labio inferior-. De acuerdo. Oye... sé que le contaras a Fátima... asegúrate de que no diga nada ¿sí?

-Es mi mejor amiga, no dirá nada. Te amo.

-Te amo.

Lo bese por última vez y baje de su auto. Camine hacia la puerta y ahí me gire a verlo. Seguía ahí, le dije adiós con mi mano y cuando me respondió entre a la casa. Pegue mi oído contra la puerta y escuche el motor de su auto irse. Luego recargue mi espalda en esta y mire a Fátima recargada en una escoba viéndome negando con la cabeza.

-¿Qué pasa?

-Vino Jos anoche-dijo y empezó a barrer-.

-¿Qué? ¿Qué le dijiste?

-No supe que decirle, no podía decirle que estabas en un hotel con Alonso.

-Entonces ¿Qué le dijiste?

-Que... habías ido a pasar la noche con Aranza, al parecer no fue a buscarte, porque yo la llame hace unas horas y dijo que no se apareció allá.

-Perfecto...

-¿Qué paso? Te ves diferente, como si trajeras menos peso de culpa encima.

-Alonso... Alonso me ama, Fátima... me ama-sentí como las lágrimas empezaron a salir, apenas asimile todo lo que paso anoche-.

-Estás jugando.

-No-cubrí mi boca-. Me ama, Fáti, me ama.

-sonrió-. Vaya... lo hiciste-la mire confundida-. Lo enamoraste-se acerco y me abrazo-. Me alegro por ti amiga.

-me aleje-. ¿Estás bien?

-Solo... quisiera pode ser más como tú. Yo hice de todo para que Alonso se enamorara de mí, pero no lo logre... pero tú, ay Sam, tú sí, creí que Alonso era imposible de enamorar.

-No entiendo.

-Me convencí hace tiempo de que Alonso no era de esos chicos que se enamoraban y quedaban con una sola chica pero... no, tiene sentimientos, te ama, Sam...

-Sí... me ama-mordí, nerviosa, mi labio inferior-. Y yo lo amo.

-Entonces luchen... te diré algo, creo que Aranza sospecha, cuídate.

-¿Por qué lo dices?

-Porque cuando hable con ella dijo que no iba a dejar que nadie la alejara de él, nadie.

-Entonces...

-Sí, Aranza puede separarlos, Sam... y tú tienes que decidir si lo lograra.

¿AMIGOS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora