En algún lugar de Líbano..
Íbamos llegando a la tienda del joyero, mi padre se estacionó cerca de la joyeria. Había una pequeña calle que no se usaba del todo, y había terminado siendo estacionamiento momentáneo para los comercios que se encontraban cerca.Estaba nervioso, confundido. Mis manos temblaban levemente. ¿Podría escoger un anillo de compromiso? Ni siquiera estaba seguro de casarme, es la costumbre. A veces saltaban a mí inseguridades cómo mi juventud o lo tonto que era por creer en el amor.
Todos bajamos del auto, incluso mi hermano pequeño, Erny. Quien estaba diciendome algo que al principio no tenía sentido para mí, pero al concentrarme, al poner atención, me di cuenta que aquel pequeño no perdía detalle de lo que estaba por suceder.
—Si no es por que yo no les recuerdo a mis papás del anillo, nunca hubiera tenido anillo mi cuñada.— Dijo con cierto enojo. Creo que a Erny le agradaba la idea, era sólo un pequeño, creo que aún no entendía todo. O más bien es cuando la vida es tan simple. Todo es blanco y negro. Es felicidad o no, y si se enojan o algo más, pronto lo olvidan. Creo que en realidad su pensamiento es más sencillo, sin tantos "peros".
— ¡Eso es cierto! Ayer tu hermano nos preguntó, si Alaia, ya tenía un anillo. Y ahí fue cuando mandamos a traer el catálogo. Además nos dimos cuenta del error, creo que a pesar de las circunstancias, puede haber algo positivo, y los preparativos son emocionantes, es una buena forma de olvidar los conflictos, lo que esta sucediendo.
Comentó mi padre casi al final. Había una buena razón para casarme con Alaia. Si algo pasaba podiamos ir a refugiarnos en su país, además podria trasladarse de forma más fácil el capital de la compañia a su familia, que pasaría a ser mía de igual forma. No podía hacer solo un berrinche y ya. Mi familia me necesitaba.
— ¡Gracias! A los tres, los quiero.— Les dije mientras me acerque a abrazar a mi madre, quien estaba más cerca y mi hermano corrió.
— Y nosotros a ti.— Dijo mi madre emocionada.
— Por favor no llores, mamá.
— Es que no lo puedo evitar, en dos días te casas, y estás creciendo, empezarás a formar tu propia familia y ... Y no era la forma en que esto va a suceder no era precisamente la forma en la que queríamos que sucediera.
Me acerqué a mi madre y la abracé, era increíble como aún podía recordar cuando era pequeño y ella era quién me tenía entre sus brazos.
— Vamos, Eleonora, nuestro hijo se quedará con nosotros, no se irá lejos.
Mejor entremos.— Le dijo mi padre.Después de un momento sentimental, todos aceptamos entrar. Era una hermosa tienda con varias joyas en exhibición. Al entrar sonó una pequeña campana, y en seguida salió un señor, ya entrado en edad. Unos sesenta años tenía como mínimo.
— ¡Señores Ginoble, que gusto tenerlos aquí! Espero que le haya gustado alguna de mis creaciones de la colección que les envié. Es una colección muy exclusiva y especial. Es una colección que es un poco más personal, cada una de las piezas que hago son especiales, pero a las de esta colección les doy un pedacito de mi alma, de mi esencia.— Dijo pasando sus dedos arrugados por la edad, por las hojas con hermosos diseños, con una sonrisa de orgullo y satisfacción.
— Sí, estamos interesados en uno de los anillos de compromiso.
— ¡Entonces hicieron bien en venir! Perdón la indiscreción, pero ¿quién se casa?
— Mi hijo, Gianluca— Dijo mi padre mientras me señalaba.
— ¿Qué tal jovencito? Déjame presentarme mi nombre es Hakim.
Entonces estas interesado en una de mis joyas. Bueno, dime cuál te gusto, para enseñártela.Saqué la pequeña libreta y la abrí en la página donde se encontraba el dibujo del anillo.
Se lo enseñe y él se puso unos lentes que traía en la bolsa de su camisa.
Hakim hizo un gesto de sorpresa, pero luego se dirigió hacia un estante que estaba cerrado y lo abrió con calma y un poco de trabajo, sus manos denotaban sin duda su edad, pero esas manos habían creado piezas excepcionales sin duda.Al abrirlo dejó al descubierto, solo algunas piezas, todas ellas de una belleza inigualable.
Tomo una pequeña cajita de madera que estaba tallada, y dejaba ver en su interior al estar abierta un anillo de oro blanco con un diamante en medio y unas pequeñas hojas que se entrelazaban.
Toda esta colección es única, cada anillo se ha hecho a mano. Pero este anillo es muy especial. Es una de las joyas principales de la colección.
Creo que debes amar demasiado a tu prometida.— Si, así es.— Dije sin pensarlo.
— Entonces no te equivocaste al escoger este anillo.
Hakim, me dió el anillo y lo contemplé. Era hermoso, y como decía era único. Era perfecto para Alaia.
Se lo devolví y el cerró la cajita. Se acercó al mostrador, para luego cerrar la compra.
Mientras dijo algo que de lo que yo no estaba enterado.— Los anillos con diamantes son los mejores, pues la palabra diamante viene del griego 'adamas', y esto quiere decir invencible. Lo que dará fortaleza a su amor, y los ayudara a superar todas las pruebas que la vida les ponga. En pocas palabras, hará a su amor invencible.
Salí de ahí con una pequeña bolsa en las manos, nos subimos al carro.
De camino a casa, pasamos a recoger los vestidos de mamá y algunas cosas que faltaban para la boda.
Después de tantas emociones y de las palabras del señor Hakim, me quedé pensando en el significado de adamas. ¿Será que puedo tener aún un amor invencible?Llegamos y nuestro mayordomo nos informo que Zahra me estaba esperando en la sala de estar.
Seguro ya estaba más que enterada de mi boda, y tenía algo que decirme, la respetaba como un caballero que soy pero a veces su coqueteo tan descarado me enfurecía tanto. Además es la prima de uno de mis mejores amigos, de alguien a quien quería como un hermano.
Esperaba que todo eso terminará con mi boda, y a la vez esperaba que ella no causara problemas con mi futura esposa, o ahora con mi prometida.
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Destino
Historical FictionPrimavera 1975 Inicio de la Guerra Civil Libanesa ¿Puede nacer el amor en medio de una guerra?¿Entre dos extraños? ¿Bastaran solo unas cartas para que el amor suceda? ¿ Puedes enamorarte de la misma persona de diferentes formas? Según las costumbre...