Gianluca:
¿Sabes? Deseaba un amor inmenso, verdadero.
Un amor que traspasara todas las barreras.
Y luego apareciste tú. Tú que me enseñaste que un amor así, si es posible encontrar.
Ahora me pides que conteste una sola pregunta, si yo quiero ser tu esposa.
Aunque ambos sabemos que cualquier respuesta cambiara nuestros destinos para siempre.
Al escribir esta carta me pregunté a mí misma ¿Cómo puedo entregar algo que ya tiene dueño?
¿Acaso ya estaba escrito, que fueras tú su dueño?
Pues eso es lo que has hecho Gianluca, has conquistado mis pensamientos, mi corazón y mi alma.
Te pienso, te sueño.
Sueño con el sabor de tus labios.
Imagino que cada brisa que acaricia mi rostro, es una caricia tuya.
Anhelo escuchar tu voz pronunciando mi nombre.
¿Aún no te queda clara mi respuesta? Gianluca
Pues solo pido estar a tu lado, que me lleves contigo.
Que yo ocupe tus pensamientos. Que sea yo sea tu alegría.
Deseo pasar mis días a tu lado, amándote y estando ahí sin fallarte.
Aunque todavía queda una última barrera: la distancia física.
Y con respecto a esto Gianluca, solo quiero que llegue la hora de estar frente a frente, y juntos traspasemos esta barrera.
Y que así no exista nada que me impida decirte: Te Amo.
No habrá nada que me impida amarte como anhelo, y de desearte como lo hago.
De decirte que quiero ser tuya, siempre. Tu esposa, tu mujer, el amor de tu vida.
Tuya por siempre Alaia.
¿Quieren un dato curioso de la carta?
Ésta carta la escribí mientras estaba en Italia, para ser más precisa en Venezia. Aún conservo la carta original con la hoja membreteada del hotel en el que estaba hospedada. Así que ésta carta en realidad si se escribió a kilómetros, en otro continente lejos de México.
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Destino
Historical FictionPrimavera 1975 Inicio de la Guerra Civil Libanesa ¿Puede nacer el amor en medio de una guerra?¿Entre dos extraños? ¿Bastaran solo unas cartas para que el amor suceda? ¿ Puedes enamorarte de la misma persona de diferentes formas? Según las costumbre...