42

1.9K 386 121
                                    

YoonGi no se había teñido el pelo desde antes del verano, por lo que el color turquesa estaba desvaído, prácticamente rubio, con leves matices verdosos, y además tenía unas raíces negras de dos dedos de grosor.

A JungKook le daban los siete males cada vez que lo veía caminar por ahí así como si no le importara una mierda, pero lo cierto es que lo que YoonGi no quería estropearse demasiado el pelo decolorándolo muy a menudo.

Mas un día JungKook no aguantó más y se coló en casa de YoonGi a arreglar el desastre de su pelo. Había sido él quien había convencido a YoonGi de teñirlo y se sentía un poco responsable de cuidárselo.

YoonGi no tenía más que reclinarse hacia atrás y apoyar la parte posterior del cuello en el lavabo del cuarto de baño mientras JungKook hacía lo suyo, tratando de moverse con cuidado en aquel microscópico espacio.

—Kookie — lo llamó YoonGi, con la mirada fija en el techo, después de haberse pasado un buen rato en silencio, intentando decidir si debía envalentonarse para tener aquella conversación — ¿Alguna vez te has fijado en un chico?

— ¿Qué...? — JungKook tardó en procesar la pregunta y responder, confuso y avergonzado, con una cortada sonrisa que mostraba sus adorables dientecillos de conejo — ¿Qué cable se te ha cruzado, Suga?

— Le gusto a un chico... — le explicó — Y estoy confuso...

Los dos estaban muy incómodos hablando de aquello. YoonGi cruzó los brazos sobre su estómago y JungKook se había detenido en su tarea de teñir el pelo de YoonGi. A decir verdad, YoonGi se veía ridículo en esos momentos, con la cabeza llena de pasta, su cara roja como un tomate, y el cuerpo rígido como una tabla.

JungKook sabía que a YoonGi le había costado mucho sacar aquello, y estaba hablando realmente en serio.

— Vaya... Eso es muy fuerte... ¿Es...?

— Es NamJoon — confesó de una vez, mostrándose aun más incomodo.

— Oh...

JungKook no fue capaz de decir nada más, tratando de procesar la información que YoonGi acababa de darle. Había visto a NamJoon varias veces desde que se conocieron en la fiesta y aunque a ojos de todos los demás, NamJoon era muy obvio, JungKook no se había dado cuenta del significado detrás de lo apegado que el universitario era a YoonGi.

Ahora todo tenía sentido.

— Di algo, Jeon JungKook — YoonGi golpeó al chico en el brazo para hacer que reaccionara, pues se había quedado bloqueado durante unos instantes, inmóvil y a punto de echar humo por las orejas — Me estás asustando...

— Es que... Nunca me habría imaginado que NamJoon era... de esos...

YoonGi hizo una mueca desagradable. No le había gustado la forma en que JungKook dijo «de esos», le sonó despectivo y ajeno. Sabía que JungKook era un buen chico y lo achacó a su poca experiencia en el mundo de las relaciones sentimentales y a su timidez.

— ¿Te parece mal?

— ¡No, no, no! — se apresuró a negar JungKook, avergonzado por haber dado esa impresión — Sólo quería decir que NamJoon... Bueno... Ya sabes... No parece amanerado ni nada... O sea... No sé cómo arreglarlo... — se disculpó, sonando realmente apenado — Pero no me parece mal, NamJoon es muy buen tío, me cae muy bien y eso no va a cambiar.

YoonGi sonrió un poco, orgulloso por cómo JungKook había aceptado la revelación.

— ¿Y cambiaría algo si yo...? — YoonGi se vio incapaz de concluir la frase. Se le secó la garganta y se le cortó la voz en el momento de pronunciar las palabras que tenía atascadas en el pecho desde hacía mucho tiempo.

JungKook entendió aun sin necesidad de que YoonGi lo dijera en voz alta. JungKook no era muy perceptivo, pero el curso de la conversación daba pie a esa pregunta. Miró a YoonGi en silencio, como si intentara reconocerlo, estudiando su rostro, recordando todo el tiempo que habían pasado juntos, todo lo que YoonGi había hecho por JungKook sin pedirle nada a cambio.

JungKook sonrió de forma adorable, mostrando la inocencia y candidez que aún conservaba.

— De ninguna manera — rió JungKook — Te quiero mucho, Suga.

YoonGi también rió y acarició brevemente la tripa de JungKook, porque él también lo quería mucho y era muy importante en su vida.

YoonGi pensó que escuchar eso iba a darle fuerzas para comenzar a aceptarse a sí mismo y que tenía mucho que evaluar después, pero JungKook aun tenía cosas que decir.

— La verdad, siempre pensé que eras asexual — le explicó JungKook, un poco más tranquilo, continuando con su tarea en el pelo del mayor — Desde que te conozco no te he visto con pareja, ni chicas ni chicos ni nada... Tampoco has mostrado interés por nadie, ni si quiera por algún idol... Sólo escuchas hip hop y sales a pintar... Creí que no importaba tener pareja y que te sentías mejor solo.

Y tenía razón.

SeulGi y su marcha de Daegu había dejado yermo el corazón de YoonGi. Había perdido el interés en las chicas y en todo lo que no fuera su música y su graffiti, era lo único que ayudaba a sanar sus heridas.

Al principio no quería dejar entrar a nadie en su vida, estuvo muy solo durante mucho tiempo porque era así como mejor funcionaba. Pero luego llegaron SeokJin y TaeHyung, que se hicieron un hueco por derecho propio, preocupándose por él y tratando de que se abriera poco a poco. También vino JiMin, regalándole su cariño, sus sonrisas, rompiendo sus muros con su adorabilidad. Y cómo olvidar a JungKook, con la cara de cachorro abandonado que tenía cuando YoonGi lo conoció, que no pudo evitar recogerlo y cuidarlo.

Y NamJoon, que vino arrasando con su torpeza y su aura destructora. NamJoon derribó los muros de YoonGi poco a poco entre tropiezo y caída, con una paciencia demoledora. La fuerza y la energía de NamJoon era tan potente que había convertido la tierra seca del corazón de YoonGi en un vergel lleno de vida.

HoSeok sólo había tenido suerte de que NamJoon ya hubiera tenido la paciencia de recoger sus pedazos para que YoonGi lo aceptara tan fácilmente.

— Si lo piensas bien es que a lo mejor no habías conocido a la persona correcta — continuó diciendo JungKook — Te cuesta mucho abrirte a gente nueva, sobre todo porque siempre sueles calarlos a la primera. Rápidamente te das cuenta de qué pie cojean y en seguida te das cuenta si merecen la pena o no.

JungKook lo conocía muy bien y YoonGi no se había dado cuenta de cuánto había crecido su niño en todo ese tiempo que llevaban viviendo tan cerca.

— Si te gustara NamJoon... Que no digo que lo haga... — apunto JungKook con precaución — No me parecería nada raro. No eres de los que se dejan llevar por las apariencias, porque si no ya tendrías a alguien. Eres guapo y tienes carisma, podrías tener a quién quisieras con chasquear los dedos. Pero a ti te interesa el interior, y... bueno... Tú conoces a NamJoon mejor que yo, pero supongo que algo muy bueno tiene que tener dentro para que precisamente tú estés planteándote cosas que nunca antes se te habían pasado por la cabeza como para que... ya sabes... pienses que puedas ser... gay...

YoonGi se quedó callado, desgranando cada una de las cosas que JungKook había dicho.

Esa puerta de su mente que YoonGi había tenido tanto miedo quedó abierta de par en par, mostrándole un punto de vista no tan malo como YoonGi había pensado que sería.

JungKook tenía razón en todo.

— ¿Te acuerdas aquel día que perdí los papeles? — JungKook asintió con la cabeza — ¿Recuerdas que te dije que serías el primero en saber lo que me pasaba? Bueno, pues...

Don't you (forget about me) | NamGi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora