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Planearon el viaje para finales de marzo. YoonGi estaba emocionado, tenía muchas ganas de irse y había preparado la maleta con ilusión. Pero justo antes de marcharse, el noticiario en la televisión echó por tierra todas sus expectativas.

Un tifón prematuro estaba a punto de azotar las dos Coreas y durante las próximas horas se les echaría encima, haciendo prácticamente imposible viajar por aire, y en previsión por las inundaciones, todos los trenes habían sido detenidos.

Al ver la noticia en casa de NamJoon, la desilusión enfurruñó a YoonGi y para asegurarse, NamJoon llamó a la estación para recibir más información.

— Nada, me han dicho que el riesgo de inundación es muy alto y que hasta que el tifón no se vaya, los viajes de largo recorrido están paralizados... — le explicó, después de colgar — Pero que van a devolver el dinero de los pasajes o que podemos cambiarles la fecha si lo preferimos.

— Te recuerdo que no tengo más días libres... — rezongó YoonGi, disgustado.

— Vamos... No creo que haya muchos clientes en la cafetería cuando tenemos encima una tormenta tropical... A lo mejor Jin ni si quiera puede abrir este fin de semana y puedes hacer que JiMin te sustituya otro día porque él tampoco trabaje...

YoonGi se encogió de hombros, dejándose animar un poco, pero para dejar de preocuparse, llamó a SeokJin para saber qué iba a hacer:

Yo me voy para allá antes de que comience la tormenta, pero no voy a abrir. Sólo quiero asegurarme de que todo esté bien cerrado para que no entre agua y que esté todo desconectado por si acaso. Volveré a casa enseguida — le aseguró SeokJin, en tono maternal — Tú no te preocupes, ya he llamado a JiMin y le he dicho que se vaya a mi casa con Tae para que no estén solos. Quédate donde NamJoon y relájate, que no hay ningún problema... Os podréis ir de viaje más adelante.

— Muchas gracias, Jin... Ten cuidado y si necesitas cualquier cosa, llámame enseguida.

— ¿Ves? Solucionado — sonrió NamJoon después de que YoonGi colgase y le explicara lo que SeokJin le había dicho — Podemos tener un fin de semana romántico aquí e irnos a Gwangju dentro de un par de semanas...

— ¿Y tus padres? ¿Dónde están ahora?

— Mmm... Deben estar llegando a Los Ángeles... ¿Tal vez? — dijo, mirando su móvil — Su vuelo fue anoche y no tengo noticias de ellos desde entonces, así que supongo que no han tenido problema con el tifón.

YoonGi se dio por satisfecho con la respuesta y se dispusieron a acomodarse. No tenían nada interesante que hacer, de modo que NamJoon convenció a YoonGi de ver «Ferris Bueller's Day Off» porque «Oh, Suga, es la mejor peli de los 80, ¿cómo puedes no haberla visto?».

Al medio día empezó a llover, aunque hasta las dos no empezó la tormenta de verdad. El cielo se oscureció como si fuera de noche y las gotas de lluvia golpeaban con fuerza los cristales. A YoonGi no le daban miedo las tormentas, pero estaban a catorce pisos de altura, las ventanas parecían estar a punto de romperse y el viento rugía como un monstruo, y YoonGi no podía evitar sentirse un poco incómodo e incapaz de centrarse en la segunda película que NamJoon insistió en ver.

A media tarde se fue la luz, sorprendiéndolos tanto que YoonGi botó en su asiento en el sofá. No eran ni las cuatro, las persianas estaban subidas, pero la habitación estaba casi en penumbras. Sin el sonido de la televisión parecía que los ruidos de la tormenta se hacían más fuertes en la casa.

YoonGi chasqueó la lengua contra sus dientes y se sentó, frotándose el brazo con molestia e incomodidad. Por algún motivo no se sentía seguro en aquel edificio que, supuestamente, era mucho más efectivo para esos temporales que su viejo apartamento. Razón de más para preocuparse porque JungKook estaba solo allí.

Don't you (forget about me) | NamGi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora