Don't you (forget about me) | NamGi |

63

Con YoonGi fuera de sus casillas no podían ir a ningún lado, de modo que tuvieron que cancelar sus planes para comprar un regalo para HoSeok y regresar a casa.

Cuando se calmó un poco, YoonGi estaba más serio y callado de lo usual y sus furiosos ojos espantaban a cualquiera que cruzara miradas con él. NamJoon intentó no hablarle para no empeorar su humor, también evitaba tocarlo demasiado para no tener que enfrentar otra situación parecida y terminar de rematar la tarde.

Al llegar a su casa, YoonGi tiró las llaves y su abrigo de cualquier forma en su sofá y metió la cabeza en el frigorífico, buscando algo de comer o beber, le daba igual lo que fuera, para poder calmar la ansiedad.

Le molestaba ver a NamJoon tan tranquilo quitándose también su ropa de abrigo y moviéndose como si fuera su casa, poniendo música en el reproductor y yendo a abrazar a YoonGi por la espalda mientras lo veía comerse las sobras de la pizza de la noche anterior como si no hubiera comido en varios días.

— ¿De qué conocías a ese subnormal? — preguntó, imperioso, cuando terminó la porción de pizza, dándole el borde a NamJoon, porque YoonGi siempre los dejaba y a NamJoon no le gustaba tirar comida.

— Es de la facultad de historia — le explicó el menor, con el carrillo lleno de masa de pizza — Nos vio el día que me besaste en medio del campus y desde entonces aprovecha cualquier ocasión para buscar pelea conmigo...

— ¿Quieres decir que llevas semanas aguantando eso? — YoonGi se deshizo del abrazo de NamJoon y, cabreado, se giró a mirarlo. Estaba indignado, tanto por el comportamiento de ese tal Woo, como porque NamJoon no le hubiera contado nada al respecto.

— Es que no tiene importancia... Gilipollas como ese hay en todos lados, si dejo que me provoque estaré haciendo lo que él quiere, así que simplemente no le hago caso. Paso de él y ya se cansará.

YoonGi rugió de impotencia, golpeando la encimera de la cocina con el puño, dejándose llevar por la rabia. Por su culpa NamJoon tenía que aguantar a ese idiota en la universidad y no había nada que pudiera hacer. ¿O sí?

— ¿Sabes...? — NamJoon le cogió la mano y, con cuidado, le hizo abrir el puño que tenía cerrado, acariciando el dorso con los dedos. YoonGi no se había dado cuenta hasta ese momento que se había hecho una herida y tenía los nudillos hinchados del golpe que le había dado al imbécil en el pómulo. — Estás muy sexy cuando te enfadas por mi... — le susurró NamJoon al oído, provocando que por un segundo, YoonGi perdiera interés en Woo — Nunca imaginé que me gustaría tanto que me defendieran de un maleante...

El roce de los labios en su oreja y el tono sugerente de NamJoon atraparon a YoonGi, haciendo que se le pasara de golpe el enfado. Pero eso no significaba que fuese a olvidarlo. Ni hablar.