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JungKook no tenía padres.

SeokJin y TaeHyung estaban peleados con los suyos.

YoonGi y JiMin vivían lejos de sus familias.

Y las de NamJoon y HoSeok estaban lejos de viaje.

Cada uno de ellos estaba solo, y eso era triste cuando llegaban las fechas señaladas, que se suponía que debían pasarse con los seres queridos.

Precisamente fue SeokJin, que se preocupaba como una madre, quien decidió que no era justo que seis niños pasaran la última noche del año solos en sus casas, añorando a sus familias porque, por unos motivos u otros, habían sido abandonados.

El 31 de diciembre, Whalien 52 cerró sus puertas a primera hora de la tarde; SeokJin se encerró en la cocina para empezar a preparar el gran menú de noche vieja que llevaba varios días planificando; TaeHyung y JiMin se esforzaron por dejar la sala impoluta, decorarla con luces y motivos festivos, juntar varias mesas para que todos cupieran y disponer siete asientos a su alrededor; y mientras YoonGi iba a comprar lo que faltaba para la cena y después, entraría a echarle una mano a SeokJin, porque aunque cocinar no le gustaba nada y le daba una pereza monumental, YoonGi sería el único que no causaría una catástrofe ni quemaría la comida.

Los menores estaban emocionados por la perspectiva de la fiesta, y cuando llegó JungKook, demasiado puntual, se les unió y empezaron a formar escándalo y siendo completamente insoportables, pero animando el ambiente desde bien temprano.

NamJoon y HoSeok arribaron a la hora en la que se los había citado, llegando a tiempo para ayudar a los tres estridentes mocosos a poner la mesa. HoSeok en seguida hizo buenas migas con ellos, y cuando reía, su contagiosa y ruidosa risa los contagiaba, haciendo el escándalo aun mayor, y que incluso YoonGi y SeokJin lo escucharan y rieran desde la cocina.

A las nueve, los platos empezaron a cubrir la mesa y NamJoon quedó encargado de vigilar que nadie les metiera mano y empezara a comer antes de tiempo, pero ni si quiera él era capaz de parar a los más jóvenes y al revolucionado de su amigo, y en seguida se rindió y se unió al ataque, intentando coger siempre lo mínimo para que no se notara que habían estado catando los platos sin permiso.

Media hora más tarde ya estaban todos sentados alrededor de la mesa, admirando la lujosa y deliciosa cena tradicional coreana que les había preparado SeokJin con ayuda de YoonGi.

— ¡Waaah! — exclamó JiMin, después de probar el primer bocado, extasiado — No como comida coreana desde que estuve en Busan en verano.

— NamJoonie y yo te ganamos — rió Hoseok, señalándose a sí mismo y a su mejor amigo, quien se sentaba en frente — Nuestras madres no cocinan nunca y siempre acabamos comiendo en McDonalds.

— ¿Y cómo no estáis gordos como focas?

— Porque son puro nervio, estresándose queman calorías — se burló YoonGi.

— Seguro que tú también ayudas a NamJoon a quemar calorías — añadió JiMin, moviendo las cejas con claras connotaciones sexuales.

— Pues a mi Jinie me hace la comida todos los días — presumió TaeHyung con una gran sonrisa — Probad el jajangmyeon que ha hecho, es el más rico que he probado nunca. ¡Seguro que mejor que el de todas vuestras madres juntas!

YoonGi había escogido sentarse entre NamJoon y JungKook. En frente tenía a SeokJin, quien tenía a HoSeok y a TaeHyung a cada lado. JiMin presidía orgullosamente la mesa.

YoonGi notaba a JungKook demasiado serio y rígido a su lado, normalmente era tímido y callado cuando había mucha gente a su alrededor, pero se llevaba muy bien con JiMin y TaeHyung y solía contagiarse de sus energías. El rumbo que había tomado la conversación debía estar afectando al más joven, y, preocupado, le echó un vistazo.

Don't you (forget about me) | NamGi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora