Don't you (forget about me) | NamGi |

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Cuando YoonGi consiguió convencer a NamJoon de que se quedaran un sábado por la tarde en casa porque se sentía demasiado perezoso, después de haberse vestido para salir, NamJoon ni si quiera se olió que había una trampa detrás de aquello y simplemente cedió, deseando complacer al mayor.

Cuando sonó el timbre y YoonGi mandó a abrir a NamJoon, él obedeció inocentemente sin ser consciente de que lo estaban engañando.

Ni si quiera cuando abrió la puerta y vio a sus padres parados frente al apartamento de YoonGi se le ocurrió que su novio podía estar detrás de todo aquello. Pero no había nada que preparase a ninguno de ellos para la impredecible reacción de NamJoon, quien cerró la puerta en las narices de sus padres y trató de escaparse por la ventana, sin importar que estuvieran en un tercer piso.

YoonGi necesitó de toda su fuerza física, y de voluntad, para conseguir que NamJoon se quedara, anclándose al suelo con todo su empeño impidiendo que se marchara o se volviera loco de rabia.

Tras una ardua pelea, consiguió que NamJoon se tranquilizara, se sentara en el sofá y recibiera a los Kim con cara de perro.

Los Kim se veían fuera de lugar en el apartamento de YoonGi, con sus ricas y elegantes ropas arrodillados en los cojines del suelo, lo único que YoonGi podía ofrecerles para sentarse. YoonGi los acompañó en el suelo, mientras NamJoon ocupaba todo el sofá, mucho más enfadado cuando comprendió que YoonGi había organizado aquel encuentro.

Al principio, NamJoon estaba cerrado en banda y se negaba a escuchar nada de lo que sus padres tuvieran que decir, pero NamJoon no podía haber aguantado con frialdad que su madre empezara a llorar a lágrima viva, pidiéndole mil veces perdón. NamJoon por fin se ablandó y por primera vez en meses pudieron hablar como personas civilizadas.

YoonGi había hecho su parte yendo a hablar con los señores Kim, a ellos sólo les hacía falta decir lo que NamJoon necesitaba escuchar. YoonGi no tuvo que interceder en ningún momento y sólo observó tranquilamente cómo la familia se perdonaba por sus errores y volvían a unirse.