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YoonGi llevaba las señas apuntadas, pero de todas formas tuvo que utilizar el GPS de su móvil para poder encontrar el estudio de HoSeok.

La verdad era que, después de ver la casa de NamJoon, esperaba que el estudio fuese parte de un lujoso edificio, tal vez incluido en alguna famosa productora. YoonGi iba buscando algo impresionante, pero cuando siguió las indicaciones del navegador, se encontró frente a una puerta oculta en un callejón oscuro.

El cartel era tan pequeño que había que acercarse para leer «J-Jung music production studio» en una pequeña chapa que había sido manchada con un mal intento de graffiti de unos mocosos sin gusto. La puerta de metal estaba vieja y oxidada y desde fuera parecía difícil de abrir. El botón del timbre estaba roto por una esquina y la bombilla que lo iluminaba estaba fundida. YoonGi lo pulsó, preguntándose si funcionaria.

Después de unos segundos de espera, supo que lo hacía, pues la puerta empezó a crujir y después de unos dificultosos empujones se abrió para él, dejando ver la amplia sonrisa de HoSeok.

— ¡Suga! — lo saludó, haciéndolo entrar, rodeándolo con el brazo por los hombros — Bienvenido a mi humilde morada. Éste sitio es más casa que mi casa, casi vivo aquí desde que tengo memoria.

— Parece un vertedero — comento YoonGi, dejándose llevar por la primera impresión.

— ¿Qué? ¿No te ha gustado el estilo underground? Mi padre cree que fascina a los artistas. Vamos, entra.

El interior no tenía nada que ver con lo que YoonGi había visto fuera. La sala de espera seguía teniendo una decoración muy grunge, pero estaba hecho a propósito y no porque faltara dinero. HoSeok guió a YoonGi por un pasillo lleno de puertas, cada una de ellas era una doble puerta insonorizada y las paredes y el techo estaban revestidos para que el sonido no contaminara a las otras salas y al piso superior.

YoonGi no tuvo oportunidad de ver gran cosa, pero se imaginaba que cada una de las puertas pertenecía a un estudio de grabación, seguramente, con el equipo adecuado para según qué tipo de grabación.

Al final del pasillo, después de doblar una esquina a la derecha, YoonGi divisó la única sala con la puerta entreabierta. Allí estaba NamJoon, sentado en una cómoda silla giratoria, leyendo unos papeles, frente a una enorme mesa de mezclas, muy cara y muy profesional, unos grandes altavoces y otras máquinas a las que YoonGi no supo poner nombre por su poco conocimiento sobre ello.

Al verle, NamJoon sonrió y dejó los papeles sobre la mesa de mezclas.

— Feliz cumpleaños — fue lo primero que le dijo YoonGi al verlo, revolviéndole el pelo y dándole un par de caricias en la cabeza, aprovechando que, por una vez, estaba en una posición más alta que él.

HoSeok de inmediato entró en modo profesional, empezando a hablar sin parar, explicándole a YoonGi para qué servían cada uno de los aparatos de la sala y mostrándole el proceso de lo que iban a hacer.

Sabía que a HoSeok le gustaba rapear y hacía dúo con NamJoon. NamJoon le había contado que los coros de casi todas sus canciones en solitario los había hecho HoSeok, pero que todas, sin excepción, habían sido grabadas y arregladas por él. Si el talento de NamJoon era componer y escribir letras, todo el proceso artístico de la creación de una canción, sin duda HoSeok lo complementaba a la perfección con su habilidad para toda la parte técnica del procedimiento.

Transcurrió una hora y media que gastaron hablando y contestando a las preguntas de YoonGi, que se había metido de inmediato en el ambiente, realmente interesado en cómo hacían música esos dos. HoSeok prácticamente había mamado de ese mundo desde antes incluso de nacer, y pese a su juventud, ya era todo un profesional.

Don't you (forget about me) | NamGi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora